Archive for the ‘Corrupción // Corruption’ Category

Eli al-Adeeb, ministro de Educación Superior ¿Y campeón del sectarismo y la corrupción?

30 enero, 2013

Fuentes iraquíes y Dirk Adiaensens*
Tribunal BRussells, 12 de noviembre de 2012

Traducido del inglés para IraqSolidaridad y Tribunal BRussells por Paloma Valverde

Ali al-Adeeb, ministro de educación superior (a la izquierda) y Haidar al-Mulla,
representante de la Liga Iraquí (a la derecha)

Si Maliki considera las políticas de Ali al-Adeeb muy sectarias, entonces al-Adeeb debe ser el campeón del extremismo sectario. Además, el ministro de Educación Superior parece, además, ser una persona corrupta y despreciable que se muestra orgulloso de tener un título falso, como ya escribí el artículo Más destrucción de la Educación Superior de Iraq: Fuegos destructores, títulos falsificados y pistolas con silenciador, en diciembre de 2011.

Fuentes bien informadas del Partido al-Dawa revelaron que había enfrentamientos dentro de la dirección del Partido entre Nuri al-Maliki y Ali al-Adeeb, ministro de Educación Superior, en relación al comportamiento del ministro de educación, especialmente sobre los grupos y bandas en las universidades e instituciones, dirigidos por quienes apoyan al partido de As-Sáder.

La fuente, que prefiere guardar el anonimato, afirmó que el primer ministro le dijo a al-Adeeb que no debía convertir el Ministerio de Educación Superior en una institución de seguridad gobernada por personas insensatas y agresivas. Además, la fuente añadió que al-Maliki le dijo a al-Adeeb que la eliminación y destitución de los responsables suníes del Ministerio es una política muy humillante que distorsiona la imagen del Partido al-Dawa de ‘respetar la diversidad sectaria’.

Más tarde, Nuri al-Maliki se mostró favorable a aplicar la tan esperada ley de responsabilidad y justicia, y de abonar las pensiones a algunos académicos. Muchas personas suníes se alegraron con la idea, pero al-Adeeb y algunos dirigentes de la Alianza Nacional y de al-Dawa no se mostraron de acuerdo con Maliki.

El ministro de Educación Superior publicó una declaración para despedir a muchos académicos de los gobiernos provinciales de Saladín y Mosul, una decisión que se enfrentó a protestas de la clase política y del público en ambos gobiernos provinciales.

Si Maliki considera las políticas de Ali al-Adeeb muy sectarias, entonces al-Adeeb debe ser el campeón del extremismo sectario. Además, el ministro de Educación Superior parece, además, ser una persona corrupta y despreciable que se muestra orgulloso de tener un título falso, como ya escribí el artículo Más destrucción de la Educación Superior de Iraq: Fuegos destructores, títulos falsificados y pistolas con silenciador, en diciembre de 2011 [1]. Sus secuaces también son sospechosos de haber asesinado a Dawood Salman Rahim, Director general de administración del Ministerio iraquí de Educación Superior e Investigación, y a su hijo, Hasaneín. Él es el ejemplo por excelencia de la elite gobernante en el nuevo Iraq”.

Al-Adeeb se niega a ser interrogado

La agencia Almasala publica documentos de la petición de interrogatorio de Ali al-Adeeb, ministro de Educación Superior que ya había eludido el primer interrogatorio ordenado por el tribunal. La petición de interrogar a al-Adeeb la presentó Haidar al-Mulla, representante de la Liga Iraquí. Al-Mulla y sus 69 diputados firmaron la petición. Al dosier se sumaron 103 documentos y declaraciones del propio al-Adeeb publicadas por el Ministerio de Educación Superior, además de declaraciones formales provenientes del Ministerio.

La primera parte de esos documentos incluían las preguntas dirigidas a al-Adeeb, las cuales no respondió y la solicitud de al-Mulla de obtener una relación detallada de todos los edificios universitarios que se habían construido entre el 1 de enero de 2010 y el 15 de diciembre de 2011, con la especificación de si el dinero pagado por esos edificios provenía del presupuesto del Ministerio o de donaciones internacionales. Al-Mulla además exigió los datos de los presupuestos de cada universidad y una relación completa de los laboratorios y si éstos estaban equipados debidamente o no. También exigió una lista de los contenidos de las bibliotecas de esas universidades y solicitó a al-Adeeb que especificara si esos equipamientos habían sido pagados con el presupuesto ministerial o provenían de donaciones internacionales o de otro tipo.

También se hicieron preguntas sobre los estudiantes cuyos certificados se homologaron después de 2003 con los títulos universitarios, los países de los que provenían dichos estudiantes y su especialidad. Además de la lista de todos los edificios universitarios nuevos, al-Mullá exigió la relación del personal asignado a la oficina del ministro y de los responsables, los traslados, las tomas de posesión y las incorporaciones de esos responsables y asesores de la oficina del ministro desde el 1 de enero de 2010 hasta el 15 de diciembre de 2011.

Igualmente, al-Mulla pidió además una relación de todo el personal nombrado en las embajadas iraquíes después de 2003 junto con su currículo, todos los datos de los directivos cuyos servicios hubieran terminado, los nombres de los estudiantes que recibieron becas para estudiar en el extranjero a partir de 2003, los países a los que fueron dichos estudiantes, sus especialidades, la relación de estudiantes que finalizaron los estudios en el extranjero y las universidades a las que estuvieron asignados y la relación de nuevos estudiantes que han obtenido becas.

En la solicitud de preguntas también estaba incluida la relación de todos los estudiantes que fueron aceptados para terminar sus estudios superiores en el curso 2010-2011, los nombres de los responsables que figuraban en los procedimientos judiciales, los rectores de las universidades, vicerrectores y decanos cuyos servicios habían finalizado, lo que volvieron a reincorporarse y los nuevos responsables nombrados en las universidades.

El 17 de abril de 2012, el ministro respondió en su declaración que la solicitud de preguntas era ilegal porque “[…] en ese interrogatorio parecía que lo que prevalecía eran los intereses partidistas, lo que supone una traición al pueblo iraquí”.

La petición afirmaba que el ministro de Educación Superior había violado la ley al homologar titulaciones, es decir, el ministro aprueba la sugerencia de homologar los títulos universitarios con los títulos religiosos (Hawza de Irán). Los estudiantes obtienen tales títulos religiosos en las universidades sin realizar los estudios de bachiller superior. La petición además explicaba en detalle cómo el ministerio violó las instrucciones y las leyes relativas a la creación de las universidades de al-Rifaa y Samarra cambiado el nombre de Universidad Islámica a Universidad Árabe. Al-Adeeb igualmente violó la ley al nombrar a Taqqi al-Mosawi y a Abu al-Timman rectores de la universidad en los gobiernos provinciales de Wasit y Muzana; aprobó una beca para Alaa Al-Mosawi, estudiante, en contra de la normativa y retrasó una multa contra uno de los responsables que falsificó un diploma (Kamil Yas Kudair), cuyos servicios finalizaron después de qué el presentara la petición al ministro.

En otro de los documentos se aseguraba que al-Adeeb nombró a muchos responsables, en contra de la normativa, tras recibir una carta de recomendación de sus amigos de política y partido, reincorporándolos una vez que habían terminado sus servicios. Al-Adeeb se muestra reacio y selectivo en la aplicación de las leyes y normas para las familias de los mártires, que deben tener prioridad en los trabajos.

Además, al-Adeeb nombró a la mujer de Hameed al-Kafari, ex portavoz del gobierno de Iraq, agregado en Londres, cuando ella solo ostenta un título de bachillerato. La nombró después de recibir una carta de su hermano, el director general de la empresa general de la construcción del Ministerio de Comercio. En la carta de fecha 3 de febrero de 2011 se mencionaba que verdaderamente esta mujer necesitaba un trabajo debido a su mala situación económica.

El 8 de julio de 2010, el tribunal federal decidió que la solicitud de Haidar al-Mula de interpelar al ministro de Educación Superior e Investigación Científica en el parlamento es ilegal, y afirma que la solicitud de interpelación carece de los requisitos legales.

Notas de IraqSolidaridad
1.- Véase sobre este mismo tema el documento presentado y aceptado por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas el pasado febrero de 2012 “La destrucción del sistema educativo”. Véase también La destrucción de la Educación Superior en Iraq, octubre de 2009.

*Dirk Adriaensens es miembro del comité ejecutivo del Tribunal BRussells.

Texto original

Al-Maliki contra los abogados que representan a los detenidos

29 noviembre, 2012

Haifa Zangana, 9 de octubre de 2012

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Al-Maliki está “triste” y molesto porque hay abogados iraquíes que están dispuestos a representar a los detenidos, a quienes antes del juicio al-Maliki ya califica de “criminales y terroristas”

Estoy triste porque algunos [abogados] se presentan ante los tribunales para defender a un asesino o a un criminal

Con motivo del 79 aniversario de la fundación del Sindicato de abogados, el primer ministro Nuri al-Maliki expresó su malestar y descontento por el hecho de que haya abogados iraquíes que están dispuestos a representar a los detenidos. Al-Maliki, en clara violación de la legalidad iraquí e internacional, describió a los detenidos como “criminales y terroristas”.

“[…] Sé que muchos abogados, a los que admiro y aplaudo se mantienen firmes en su rechazo a representar a terroristas, asesinos y criminales, pero me entristece que algunos se presentan ante los tribunales para defender a un asesino o a un criminal, como ocurrió en el caso del tirano de Iraq Saddam Huseín”, afirmó.

La declaración de al-Maliki es un clarísimo intento de intimidar a los abogados para que no defiendan a las víctimas de las detenciones y arrestos ilegales. Al-Maliki ejerce una enorme presión sobre los abogados que luchan por practicar una profesión que supone una amenaza para sus vidas.

El sindicato de abogados de Iraq ha dado a conocer que 103 abogados fueron asesinados entre 2003 y 2008, pero el número actual de asesinados podría ser el doble puesto que no se informa de todos los casos que acaecen. El Sindicato, que tiene alrededor de 50.000 afiliados, carece de cifras sobre las víctimas a partir de 2008.

Texto original

Las fosas comunes de Maliki

2 noviembre, 2012

Resuelto el mayor secuestro masivo de Iraq. Los funcionarios del Ministerio de Educación Superior desaparecidos tras su arresto por la policía nacional iraquí en noviembre de 2006 acabaron en una fosa común.

Dirk Adriaensens, BRussells Tribunal, 23 Octubre 2012

Traducido para IraqSolidaridad por Nadia Hindi

* Autoridad estadounidense de la ocupación: culpable. Ellos crearon, entrenaron y armaron a la policía nacional y mantenían control sobre el Ministerio del Interior, responsable de las tácticas de los escuadrones de la muerte.

* Gobierno de Nuri al-Maliki: culpable. Actuaron como títeres locales de EEUU. Aplicaron las estrategias de contrainsurgencia de EEUU, protegieron a los secuestradores e impidieron la investigación.

* Órganos de Derechos Humanos de la ONU: culpables por negligencia. Se negaron a nombrar un relator especial de derechos humanos para Iraq. Se negaron a investigar este crimen de lesa humanidad.

El 22 de octubre de 2012, Shafaq, una agencia de noticias iraquí, informa: «[…] Una fuente oficial  desveló el lunes que una fosa común fue encontrada en la zona de Sada, a las afueras de Ciudad Sadr, con los cuerpos de los funcionarios del Departamento de Misiones del Ministerio de Educación Superior e Investigación Científica desaparecidos en 2006».

«[…] Una fuerza de seguridad encontró 16 cuerpos enterrados en una fosa común en Ciudad Sadr de Bagdad pertenecientes, según ha confesado uno de los detenidos, a los funcionarios del Departamento de Misiones del Ministerio de Educación Superior. Los informes de inteligencia disponibles certifican que los cuerpos corresponden a los funcionarios de dicho departamento secuestrados en 2006 y enterrados en una fosa común. Las autoridades competentes están llevando a cabo pruebas de ADN para confirmar la identidad de los cuerpos e informar a sus familiares».

Resumen de los acontecimientos

El martes 14 de noviembre de 2006, sicarios paramilitares vestidos en uniformes de la policía nacional iraquí asaltaron un edificio del Ministerio de Educación situado en el barrio de Karrada en Bagdad y arrestaron a 100 empleados de dos departamentos y al rededor de 50 visitantes, de acuerdo con la lista elaborada por el Ministerio de Educación.

El ataque tuvo lugar a plena luz del día a un kilómetro de la Zona Verde en una zona que contiene centros de alta seguridad, entre ellos el departamento encargado de expedir pasaportes. Según un corresponsal de la BBC la zona de Karrada, que ocupa un istmo en el río Tigris, está «[…] bien protegida con una fuerte presencia de tropas iraquíes y varios puestos de control». La fuerza paramilitar, entre 50 y 100 hombres aproximadamente, llegaron en una flota de unas 20-30 camionetas de camuflaje del tipo empleado por el Ministerio del Interior y establecieron rápidamente un cordón en la zona. Declararon que eran de una unidad de lucha contra la corrupción y que estaban llevando a cabo unas detenciones previstas antes de la visita del embajador de EEUU. Realizaron los arrestos de acuerdo a unas listas y tras confirmar las tarjetas de identidad de los presentes, esposaron a los detenidos, les vendaron los ojos y después les introdujeron en la parte trasera de las camionetas y en dos vehículos más grandes.

Posteriormente salieron con sus vehículos y lograron abrirse paso a través de un tráfico denso sin oposición alguna, a pesar de la supuesta presencia de un vehículo policial. Según algunos testigos, los paramilitares se dirigían a Ciudad Sadr.

El gobierno iraquí se apresuró a declarar que el número de detenidos fue mucho menor (18 guardias, 16 funcionarios y 5 visitantes) y al día siguiente afirmó que todos los detenidos habían sido puestos en libertad después de una serie de redadas policiales muy duras. Varios policías de alto nivel, entre ellos el jefe de la policía del distrito, el comandante de una brigada paramilitar de la policía nacional y otros tres oficiales, fueron detenidos para ser interrogados sobre su posible complicidad. Según un informe, un portavoz del Ministerio del Interior exigió que el directivo del comando policial «[…] asuma su responsabilidad».

El primer ministro al-Maliki declaró que no se trataba de un caso de terrorismo sino de un conflicto entre milicias, mientras que el ministro de educación insistió en que tantos sunníes como shiíes se encontraban entre los detenidos ilegalmente. Comandantes estadounidenses dijeron que apoyarían todos los esfuerzos para liberar a los detenidos.

El Ministerio de Educación declaró al jueves siguiente que en torno a 70 de los 150 detenidos habían sido puestos en libertad y afirmó que algunos de ellos habían sido torturados (fracturas en manos y piernas), además de que han habido alegaciones de que otros habían sido asesinados.

El viernes 17 de noviembre, Mowaffak Rubiae, asesor de seguridad nacional, dijo que todos los detenidos habían sido puestos en libertad, sin embargo, un portavoz del Ministerio del Interior afirmó que todo el personal del Ministerio de Educación había sido puesto en libertad, aunque algunos de los visitantes seguían desaparecidos.

Uno de los detenidos, cuyo nombre no quiso revelar, afirmó que le habían roto el brazo durante la detención. También describió como tres guardias de seguridad habían sido asfixiados hasta la muerte y los gritos de agonía que escuchó de unos destacados académicos puestos aparte. Según el testigo los gritos cesaron repentinamente.

El testigo también dijo que no le habían liberado como resultado de una serie de redadas policiales tal como aseguró el gobierno iraquí. Sus captores le habían arrastrado a él, junto a los demás, del edificio donde les tenían retenidos, les subieron a las furgonetas de nuevo y les arrojaron en distintos lugares de Bagdad. Su relato fue corroborado por informes anteriores que indican que los captores habían vendado los ojos de los detenidos y les habían dejado en varias partes de Bagdad.

Cinco detenidos más fueron puestos en libertad el viernes. Habían sido torturados.

El sábado 18 de noviembre, el Ministerio de Educación siguió insistiendo que 66 personas más continuaban en paradero desconocido. El portavoz del Ministerio del Interior dijo que todos los detenidos habían sido puestos en libertad y el caso fue cerrado. Fuerzas conjuntas de EEUU e Iraq realizaron una redada en una mezquita de Ciudad Sadr el sábado siguiente. No se encontró a ninguno de los detenidos.

El domingo 19 de noviembre, otros cuatro detenidos fueron puestos en libertad, los cuales informaron  haber visto a un funcionario del ministerio llamado Hamid al-Jouani asesinado.

El lunes 20 de noviembre, una fuerza conjunta de EEUU e Iraq realizaron otra redada en Ciudad  Sadr. No se encontró a ninguno de los detenidos.

El Tribunal de Bruselas emitió un comunicado el 22 de noviembre de 2006: «Llamamiento a tomar acciones necesarias sobre la detención de los funcionarios iraquíes del Ministerio de Educación. El número de asesinatos está aún por determinar, mientras decenas de personas siguen retenidas ilegalmente»

El Tribunal de Bruselas exige respuestas claras tanto de las fuerzas de ocupación como de las autoridades iraquíes y formula a continuación una serie de preguntas pertinentes:

Preguntas sin respuesta

En virtud de la descripción anterior de los acontecimientos extraídos de los principales medios de comunicación (ver referencias al final) y haciendo uso de las declaraciones del gobierno y de los testigos presenciales, es evidente que el ataque contra el Ministerio del Interior se llevó a cabo en una operación militar compleja que requerir recursos específicos de inteligencia, cuidadosa preparación y un amplio entrenamiento. De hecho, cada aspecto de este ataque se ajusta a lo que cabe esperar de una operación conducida por los nuevos comandos paramilitares de la policía nacional con apoyo especializado en contrainsurgencia; armados y entrenados por EEUU, específicamente preparados para llevar a cabo operaciones de acordonamiento y búsqueda de este tipo.

Es imposible creer que ninguna fuerza, excepto las autorizadas oficialmente, puedan realizar este arriesgado asalto a plena luz del día en una de las zonas más seguras de Bagdad. Es igualmente imposible creer que ninguna fuerza, excepto las del Ministerio de Interior, pueda haber reunido una flota de camionetas de camuflaje. La identificación de los paramilitares responsables de esta atrocidad como comandos del Ministerio de Interior está totalmente confirmada por el testimonio de testigos presenciales, el cual específica que al menos algunos de los asaltantes vestían uniformes azules de camuflaje de un tipo muy recientemente introducido en los comandos de la policía nacional, específicamente destinados a prevenir que cualquier otro partido pueda hacerse pasar por comandos de la policía nacional. Los uniformes diseñados con tecnología digital se suministran por EEUU. Un portavoz del ejército de EEUU estaba tan convencido de que los uniformes no se pueden replicar, que afirmó que no era posible que los asaltantes hubieran podido vestir tales uniformes. Por supuesto, él no estuvo en la escena. Las declaraciones de los testigos presenciales contradicen sus palabras.

El hecho de que el ataque fuera realizado por las fuerzas del Ministerio del Interior ha sido, además, confirmado por Ali al-Dabbagh, portavoz del gobierno iraquí, quien aseguró que la detención masiva fue obra de milicianos infiltrados en el Ministerio del Interior.

Dado que el ataque fue llevado a cabo, casi seguro, por comandos de la policía nacional, es de imperativa necesidad que se den respuestas públicas e inmediatas a las siguientes preguntas:

– ¿Qué fuerza de la policía nacional o del Ministerio del Interior llevó a cabo la redada?

– ¿Qué autoridad dio luz verde a la incursión?

– ¿De quién consiguieron las fuerzas del Ministerio de Interior las listas de los nombres utilizadas para seleccionar a los arrestados?

– ¿Dónde estaban los asesores internacionales (Equipos Especiales de Policía de la Transición) quienes integran cada batallón de los comandos de la policía nacional y con los que trabajan diariamente?

– ¿Dónde llevaron los comandos policiales a los detenidos?

– ¿Por qué no se desplegaron inmediatamente medios aéreos de vigilancia para seguir la flota de camionetas a través del denso tráfico de Bagdad? ¿Cuántos de estos medios aéreos estaban operando en la Zona Verde y otras partes de Bagdad en ese momento?

– ¿Quién opera en el centro donde se retuvo a los detenidos?

– Si los detenidos fueron puestos en libertad como resultado de las redadas policiales, ¿por qué no hubo arrestos a gran escala y por qué el único detenido cuya declaración consta en el expediente asegura que no se produjo tal incursión de la policía?

– ¿Cuáles son los nombres de los agentes de policía detenidos para su interrogación?

– ¿Han sido acusados? y en caso afirmativo, ¿de qué se les acusa?

– ¿Por qué el Ministerio del Interior insiste en que el caso ya está cerrado, cuando el ministro de educación ha proporcionado una lista con los nombres de más detenidos, y la posterior liberación de otros detenidos demuestra que está equivocado?

– ¿Por qué el Ministro del Interior insiste en que ninguno de los detenidos murió cuando testigos afirmaron haber ver visto personas brutalmente asesinadas delante de ellos?

– ¿Cómo es que los paramilitares/milicia escuadrones de la muerte pueden operar desde el Ministerio del Interior haciendo pleno uso de los equipos de gobierno suministrados por EEUU, sin conocimiento del equipo internacional de entrenamiento y de los asesores del Ministerio del Interior?

Está absolutamente claro que, ni en este caso ni en cualquiera de los múltiples otros casos igualmente terribles en el que está mostrada la participación del Ministerio del Interior en  asesinatos extrajudiciales, se puede confiar en que el gobierno iraquí lleve a cabo cualquier tipo de investigación.  En el caso del centro de tortura de Jadiriya descubierto en noviembre de 2005, el gobierno aún tiene que hacer públicas todas las conclusiones que se prometieron. También debe tenerse en cuenta que en ese momento los funcionarios de EEUU se comprometieron a redoblar sus esfuerzos en supervisar las instalaciones de detención y las unidades de comandos policiales de Iraq, indicando que se duplicaría el número de instructores. Desde esa promesa, las ejecuciones extrajudiciales a manos de las fuerzas del Ministerio del Interior, en su mayoría dentro de los centros de detención, parecen haber aumentado de forma exponencial.

Del mismo modo, está claro que las autoridades de EEUU en Iraq no tienen interés en llevar a cabo ninguna investigación o en retener a los asesinos.

Por lo tanto, es imperativo que los equipos de investigadores internacionales asuman la tarea con la plena cooperación de las fuerzas británicas y estadounidenses. Manfred Novak, relator de la ONU para la tortura, ha manifestado su voluntad de emprender la misión. Tal misión debe estar inmediatamente respaldada por todos lo que honestamente afirmar tratar de poner fin a la violencia genocida en Iraq, y los que no apoyen dicha misión deben ser considerados cómplices de los crímenes de lesa humanidad.

No pasó nada. Ahora están muertos

Como de costumbre, nada se ha hecho, ni por las autoridades de la ocupación, ni por los organismos oficiales de Derechos Humanos de la ONU ni, desde luego, por las autoridades iraquíes.

El 27 de abril de 2011, un funcionario del gobierno iraquí dijo que éste había establecido un comité para rastrear a miles de iraquíes desaparecidos desde la invasión encabezada por EEUU en 2003. El comité gubernamental está formando por representantes de los Ministerios de Defensa (partido islámico de Da’wa), del Interior (partido Da’wa), de Seguridad Nacional (partido Da’wa), de Salud (bloque de al-Sadr), de Justicia (partido islámico de la Virtud) y de los Derechos Humanos (partido Da’wa), además de los servicios de inteligencia y de las fuerzas antiterroristas.

Muchos de estos ministerios han estado involucrados o están liderando las mismas milicias sospechosas de llevar a cabo la mayor parte de los crímenes, asesinatos extrajudiciales, incitación a  la violencia sectaria, torturas y desapariciones forzosas junto a las fuerzas de ocupación. Por lo tanto, ¿cómo se puede esperar que este comité investigue los crímenes de los que ellos mismos son responsables?

Consejo de Derechos Humanos: es hora de ACTUAR

De modo que finalmente conocemos una parte de la terrible verdad. ¿Va a reaccionar, por fin, el Consejo de Derechos Humanos y va a empezar a investigar los miles y miles de crímenes de guerra cometidos por las fuerzas de ocupación anglo-estadounidense y sus marionetas en Iraq? ¿Va a cumplir la Corte Penal Internacional con el propósito para el que fue creada: perseguir a los criminales de guerra? ¿Van a investigar el genocidio de EEUU en Iraq? ¿Por favor? ¿Después de más de un millón de muertos y millones de refugiados?

En 2013 se celebrará la conmemoración de los 10 años de ocupación de EEUU. Sería justo si éste y otros casos claros de crímenes contra la humanidad estuvieran en la agenda de los organismos internacionales de derechos humanos. Sería simplemente justo si toda la verdad de esta sucia guerra contrainsurgente fuera revelada.

2013: año de exigir responsabilidad y restaurar justicia para Iraq. ¡HAGAN ALGO! 

Dirk Adriaensens es coordinador de SOS Iraq y miembro del comité ejecutivo de BRussells Tribunal. Entre 1992 y 2003 dirigió varias delegaciones a Iraq para observar los efectos devastadores de las sanciones impuestas por la ONU. Fue miembro del Comité Internacional de  Organización del Tribunal Internacional sobre Iraq (2003-2005). Es también co-coordinador de la Campaña Global Contra el Asesinato de Académicos Iraquíes. Es co-autor de Rendez-Vous in Baghdad, EPO (1994); Cultural Cleansing in Iraq, Pluto Press, Londres (2010); Beyond Educide, Academa Press, Ghent (2012) y colabora regularmente en GlobalResearch, Truthout, The International Journal of Contemporary Iraqi Studies y otros medios de comunicación.  

 

Referencias

Cinco jefes de policías detenidos después de un secuestro masivo

Continuan en paradero desconocido los secuestrados del Ministerio de Educación de Iraq

Se encuentran con vida los rehenes después de una desesperada búsqueda de un grupo de sunníes desaparecidos en un secuestro masivo

Rehenes iraquíes «liberados por la polícia»

Iraq: los secuestrados han sido liberados

Un ministro iraquí afirma que algunos rehenes han sido torturados y asesinados

Torturados los rehenes del Ministerio en Iraq

Detención del líder sunní buscado en Iraq

EEUU advierte a Iraq contra el sectarismo

Las Fuerzas de la Coalición llevan a cabo una redada en Iraq

El derramamiento de sangre mete presión al gobierno de Iraq

La polícia iraquí cambia de formas para frustrar las falsificaciones

Nuevos uniformes para hacer frente a los asesinatos de Irak

Iraq: nuevo esfuerzo para localizar a personas desaparecidas

Iraq: la ONU pide medidas inmediatas para liberar a los trabajadores secuestrados del Ministerio de Educación

Fosa común encontrada en Ciudad Sadr

Texto original publicado el 25 de octubre de 2012 en www.brussellstribunal.org

Un año después Iraq sigue siendo un Estado fallido: es hora de elecciones anticipadas

17 octubre, 2011

Niqash (www.niqaqsh.org)
Nagih-al Obaidi, 12 de octubre de 2011

Traducido para IraqSolidaridad por Paloma Valverde

Casi un año y medio después de las últimas elecciones generales de Iraq, celebradas en Marzo de 2010, y cerca de cumplirse el año del actual gobierno iraquí, cualquier esperanza que los iraquíes tuvieran en el proceso político iraquí se ha desvanecido y la esperanza de que pudiera haber algún avance en el proceso político también se ha desvanecido. El gobierno actual, presidido por Nuri al-Maliki, es débil; la coalición que preside es frágil, varios puestos clave todavía siguen vacantes y la rabia los iraquíes de a pie aumenta a diario al mismo ritmo que la situación de la seguridad y las condiciones de vida —los servicios públicos y las libertades políticas y personales— se deterioran.

Ayed Allawi, ex primer ministro iraquí, ya se ha visto obligado a advertir que Iraq va lentamente camino de convertirse en un Estado fallido. No obstante, al declarar esto, Allawi omite deliberadamente dos hechos. En primer lugar, su responsabilidad en los acontecimientos y, en segundo lugar, que a Iraq se le considera un Estado fallido desde hace años. De hecho, Iraq lleva años apareciendo en los primeros puestos del Índice de Estados fallidos [1] que la revista Foreign Policy, con sede en Washington, junto con el Fondo por la Paz -una organización sin ánimo de lucro que trabaja en la prevención de los conflictos violentos- publican anualmente. A pesar de que Iraq ha ido descendiendo puestos en la lista y este año ocupa el noveno lugar, desde 2004 Iraq lleva posicionado entre los diez primeros. Según la revista Foreing Policy el índice se basa “[…] en unas 130.000 fuentes de acceso público” que se utilizan para “[…] analizar alrededor de 177 países y ordenarlos en función de 12 indicadores de presión para el Estado durante el año 2010, desde oleadas de refugiados a índice de pobreza, servicios públicos o amenazas a la seguridad”. El índice toma en consideración factores tales como la inmigración, las interrelaciones entre los diferentes sectores de la comunidad o cómo son, específicamente, la pobreza y la corrupción en un determinado país.

El índice refleja al mismo tiempo la capacidad de un Estado para cumplir con sus funciones, especialmente en términos de seguridad, estabilidad, prosperidad y acatamiento de la ley. En los últimos años, Iraq ha logrado descender desde el segundo puesto al noveno, lo que se podría considerar esperanzador, no obstante, parece muy improbable que Iraq siga bajando puestos de la lista.

El Estado Iraquí ha llegado a un punto muerto en el que no queda espacio para mayores mejoras, y ello por varias razones. Durante el primer mandato, el actual primer ministro Maliki fue capaz de lograr algunos objetivos en cuestiones de seguridad y económicos, pero es que su primer gobierno se benefició tanto de la ayuda militar estadounidense como de la subida del precio del crudo en el mundo, y eso provocó su popularidad entre los votantes, sin embargo, después de las elecciones de 2010, la necesidad de Maliki de formar un gobierno se basó en una serie de alianzas inestables que dificultaron el progreso. En los últimos meses, contrariamente a lo acaecido con anterioridad, en Iraq se ha desarrollado una crisis política; los partidos en el poder son incapaces de mantener las promesas realizadas en sus campañas electorales y cada bloque en el parlamento se ha dedicado a velar por sus propios intereses partidistas.

El aspecto más evidente de que Iraq es un Estado fallido se refleja en la actual situación de parálisis de los gobiernos federales y su clara incapacidad para tomar decisiones. Algunos observadores han sugerido que esto se debe a la manera en la que se formó la coalición de gobierno.

Tanto el bloque de Maliki, dominado por la Shía, como el de los partidos dominados por la Sunna y liderados por el ex primer ministro Ayed Allawi consiguieron casi los mismos escaños en el parlamento federal tras las elecciones. Ambos intentaron formar mayoría y Maliki fue el primero en conseguirlo en octubre de 2010, lo que logró gracias a los políticos kurdos, a los que hizo numerosas promesas, así como gracias a otros grupos musulmanes shiíes, tales como el liderado por Muqtada as-Sáder. Este argumento, es decir, que el gran problema es el hecho de que el gobierno no consigue una auténtica mayoría, podría ser correcto, sin embargo, la realidad es que hay una elite política en Iraq obsesionada con el poder, con seguir siendo la élite y manter sus privilegios y esto lo desean sin importarles el precio que han de pagar por ello. Además, hay varios bloques que conforman la coalición de gobierno que no consideran a los políticos locales capaces de comprometerse. No, prefieren las armas y las mentiras para lograr sus objetivos, haciendo que las cosas vayan a peor y que las divisiones entre los distintos bloques cada vez sean más grandes, tan grandes como las cosas que pretenden lograr. Un buen ejemplo de esto es el hecho de que Iraq aún no tiene ministros para varios ministerios de importancia, entre ellos los ministerios de Seguridad y Defensa. Y todo esto ocurre con el gran revés de la violencia sectaria que parece haber estallado en varias ciudades. No importa que los iraquíes de la calle no crean a su gobierno y que esta inseguridad provoque que algunos grupos —especialmente aquellos cuyo aglutinante es la religión y la etnia— se conviertan en milicias para protegerse a sí mismos. Todos estos en un futuro amenazarán a la autoridad del Estado.

Además, existe una forma de pensamiento vengativo que domina la escena política iraquí y que se refleja en la carencia de decisiones concretas. Los bloques políticos siguen boicoteando las decisiones tomadas en las sesiones con la finalidad de obstruir la aprobación de leyes. Sus argumentos no se basan en valores, sino más bien en tácticas. Por ejemplo, algunos políticos no se oponen realmente a determinados proyectos de ley que podrían regular el sector del gas y del petróleo o el sector turístico, sin embargo se niegan a votar a favor de la aprobación de la ley porque no quieren que otro bloque político se beneficie si se aprueba tal ley. Además, siempre hay un precio a pagar por la cooperación, recompensas como una posición más importante para alguien de su bloque.

La situación es muy complicada por el incremento de las influencias externas en Iraq. El país se ha convertido otra vez en un espacio en el que se dirimen los conflictos entre Irán, Turquía, Siria, Arabia Saudi y Estados Unidos. Esto sucede porque muchos políticos iraquíes están dispuestos a utilizar estas fuerzas externas como parte de su juego político interno, sin tener en cuenta sus ideologías y sin tener la menor consideración por los intereses nacionales.

Estas formas de actuación tienen como resultado, y reflejan, el creciente deterioro de las condiciones de vida de Iraq. A pesar de algunas mejoras en los últimos años, la calidad de vida no ha mejorado. Los iraquíes de a pie se resienten de esto y de aquí la serie de protestas que se produjeron a principios de año [2].

Al-Maliki parece ser consciente del peligroso Estado en el que su coalición gobierna, pero hasta ahora su respuesta no ha pasado de limitarse a lo que parecen ser soluciones temporales. Además, su régimen parece estar convirtiéndose en un Estado más represivo, que amenaza la libertad de expresión, reprime a los adversarios políticos y reduce el poder de los organismos antes independientes, tales como la Comisión de integridad, que se encarga de investigar los casos de corrupción, la Comisión electoral o incluso en Banco central.

Por otro lado, está surgiendo una peligrosa tendencia y es que por intentar detener la caída libre de Iraq hacia su conversión definitiva en un Estado fallido, al Maliki se ha vuelto más dictatorial en un eco del anterior dictador Saddam Husein. Al Maliki parece creer que un Estado fuerte debe estar dominado por su gobierno central, pero la forma no ha de ser el totalitarismo.

La estabilidad se lograría mejor mediante la instauración de la democracia, el federalismo, el buen gobierno y las buenas relaciones para aunar los diversos intereses de los distintos grupos de la sociedad iraquí. Esto último se podría lograr gracias a la redistribución de la riqueza, el imperio de la ley y la implantación de los principios de ciudadanía. Sin duda una forma de que desaparezca el impasse de este gobierno es el adelanto de las elecciones, que podrían mejorar la situación de desequilibrio actual y dar lugar a una mayoría parlamentaria más estable. Lo que, sin embargo, parece muy dudoso es si los actuales parlamentarios están preparados para poner en peligro sus prerrogativas, sus sueldos y sus privilegiadas vidas para conseguirlo. ¿Esperarán simplemente hasta que la presión de la ciudadanía iraquí lo haga? Tendrán que ser conscientes de esto puesto que tienen ejemplos de toda la región y de la primavera árabe, que indican que esta opción es una de las que varias naciones no han tenido empacho en utilizar y, además, han logrado derrocar a su gobierno.

Notas de IraqSolidaridad:
1.- En 2011, Iraq ocupa el noveno lugar entre los 60 Estados fallidos, siendo el primero de la lista Somalia La relación completa de Estados fallidos 2011 puede consultarse en: http://www.foreignpolicy.com/articles/2011/06/17/2011_failed_states_index_interactive_map_and_rankings
2.- Véase en IraqSolidaridad (www.iraqsolidaridad.wordpress.com) los diversos artículos en la categoría “Las revueltas de los jóvenes iraquíes”, que dan cuenta de todas las movilizaciones y sucesos relativos acaecidos desde que el pasado 25 de febrero se produjera la primera de ellas en la plaza de Tahrir en Bagdad.

Texto original en inglés en: http://www.niqash.org/articles/?id=2919

La percepción negativa de la economía está generalizada en Iraq

5 octubre, 2011

Nicole Naurath*
Gallup, centro de Abu Dabi**, 26 de septiembre de 2011

Traducido para IraqSolidaridad por Paloma Valverde
(www.iraqsolidaridad.wordpress.com)

La insatisfacción de los iraquíes con las condiciones económicas en su país es la más alta en los últimos tres años, lo que subraya los retos a los que el gobierno se enfrenta mientras Estados Unidos lleva a cabo la retirada de tropas [1]. El año pasado, el porcentaje de iraquíes que afirman que la economía de su país va cada vez peor ha aumentado en 17 puntos y ha aumentado desde un 20% a principios de 2010 a un 37% en 2011.

Estos resultados se basan en el último informe del Centro Gallup de Abu Dabi titulado “Economic Negativity Abounds in Iraq” [La percepción negativa de la economía está generalizada en Iraq] [2], que analiza el creciente pesimismo de los iraquíes sobre la dirección que está tomando la economía de su país, sus preocupaciones respecto a poder mantener a sus familias y el desempleo así como una falta generalizada de confianza en las instituciones gubernamentales [3].

El descontento de los iraquíes con la situación económica no solo en las ciudades ha aumentado notablemente durante el pasado año. El 30 por ciento de los iraquíes ahora afirma que la economía local ha empeorado, lo que supone el doble de las personas que lo manifestaron a finales de 2010. Esto puede ser el reflejo del aumento del pesimismo de los iraquíes sobre la falta de empleo local. Casi dos terceras partes de la población, el 65 %, afirma que la situación para encontrar trabajo es muy mala, ya sea en las ciudades o en las zonas donde habitan. A principios de 2010, solo el 41 % de los iraquíes lo pensaba.

Aumenta el número de iraquíes con dificultades para sobrevivir

Cada día más iraquíes tienen problemas para pagar sus viviendas y arreglárselas para vivir. El resultado de la encuesta Gallup apuntan a la devastación que los ocho años de ocupación han instaurado en Iraq y en la psique de su pueblo. En una encuesta Gallup llevada a cabo en 2004 [4] cerca de un año después de que las fuerzas de la coalición anglo-estadounidense invadieron Iraq y derrocaron el régimen de Sadam Huseín, casi la mitad de los iraquíes (el 46%) afirmaron que pensaban que la invasión de la colación había hecho más mal que bien. Un porcentaje menor (33%) afirmaron que habían hecho más bien que mal. Con la práctica totalidad de la infraestructura del país y una parte significativa de los 30 millones de ciudadanos iraquíes viven en la pobreza, parece que los primeros temores se han hecho realidad.

Según Naciones Unidas, el 53% de los ciudadanos iraquíes viven en condiciones chabolistas, frente al 17% de los que vivían en las mismas condiciones en Iraq antes de la invasión de 2003. El porcentaje de los iraquíes que afirman que muchas veces no han tenido dinero para pagar la vivienda ha aumentado hasta el 36% este año. A finales de 2010, el porcentaje era de del 21%.

Más de la mitad de los iraquíes ahora afirman que están muy insatisfechos con su nivel de vida y más iraquíes ven que sus niveles de vida empeoran en lugar de mejorar. Esto ha ocurrido por primera vez desde hace tres años, cuando Gallup les hizo esta pregunta.

Otro indicador del incremento del descontento de los iraquíes con las condiciones económicas es el número de residentes que afirman que resulta ‘difícil’ o ‘muy difícil’ arreglárselas con sus ingresos, el cual se ha incrementado desde un 39% a principios de 2010 hasta un 65% actual.

Consecuencias

El incremento del pesimismo surge en un momento en el que los iraquíes ven cambios a su alrededor. En primer lugar, la prevista retirada de las tropas estadounidense que quizás haga resurgir la violencia sectaria y poner en peligro la reconstrucción y la inversión extranjera. Las protestas y las incipientes revoluciones en cualquier punto del mundo árabe que puede haber llevado a los iraquíes a pensar en cuánto control tienen sobre sus propias vidas. Gallup ha preguntado sistemáticamente a los iraquíes si están satisfechos con su capacidad para elegir con libertad lo que quieren hacer con sus vidas. A finales de 2010, el 40% de los iraquíes decían estar satisfechos con sus vidas, pero en 2011, solo el 25% de los iraquíes lo afirma.

Esos datos, junto con el incremento del pesimismo de los iraquíes sobre la situación económica nacional y personal refuerza la necesidad perentoria de que el gobierno cree empleos. Ya se han tomado algunas medidas en esta dirección tales como la construcción de 100.000 viviendas que dirige una empresa coreana y se habla de construir una línea de alta velocidad que una Bagdad con las provincias del sur. Estos y otros proyectos necesitarán financiación, seguridad y gestión de tal modo que permita a los iraquíes trabajar y tener una razón para la esperanza.

Notas de IraqSolidaridad:

1.- Véase “Tropas en Iraq ¿A quién creen que estamos engañando?” disponible en IraqSolidaridad en: https://iraqsolidaridad.wordpress.com/2011/09/23/tropas-en-iraq-%c2%bfa-quien-creen-que-estamos-enganando/
2.- “Economic Negativity Abounds in Iraq”, AbuDabi Gallup Center, 22 de septiembre de 2011. Disponible en árabe e inglés en: http://www.abudhabigallupcenter.com/149708/BRIEF-BILINGUAL-Economic-Negativity-Abounds-Iraq.aspx
3.- Véase en IraqSolidaridad “El régimen iraquí intenta silenciar a quienes denuncian la corrupción”, disponible en: http://www.abudhabigallupcenter.com/149708/BRIEF-BILINGUAL-Economic-Negativity-Abounds-Iraq.aspx.
4.- Gallup poll of Iraq: Liberated, Occupied or in Limbo?, 8 de abril de 2004, disponible en inglés en: http://www.gallup.com/poll/11527/Gallup-Poll-Iraq-Liberated-Occupied-Limbo.aspxhttp://www.gallup.com/poll/11527/Gallup-Poll-Iraq-Liberated-Occupied-Limbo.aspx

*Nicole Naurath es la directora para Asia de Gallup.
**El trabajo de campo que lleva a cabo Gallup en el campo de los estudios musulmanes son las investigaciones sobre las actitudes y aspiraciones de los musulmanes en el mundo entero. Más información en: http://www.abudhabigallupcenter.com/home.aspx.

Texto original disponible en inglés en: http://www.gallup.com/poll/149702/Economic-Negativity-Abounds-Iraq.aspx.

El régimen iraquí intenta silenciar a quienes denuncian la corrupción

4 octubre, 2011

Patrick Corckburn*
The Independent, 29 de septiembre de 2011

Traducido para IraqSolidaridad por Paloma Valverde
(www.iraqsolidaridad.wordpress.com)

Nuri al-Maliki y su gobierno han sido acusados de ser incapaces de acabar con la corrupción sobrevenida tras la guerra de Iraq. El gobierno iraquí intenta silenciar a los críticos que los acusan de corrupción rampante: despide a los funcionarios que tratan de juzgar a los mafiosos, e intimida a los políticos y a los periodistas que apoyan a estos funcionarios.

Sólo en el mes de septiembre han obligado a dimitir al director del observatorio de la corrupción y [Hady Mahdi] un prominente periodista iraquí, que había sido amenazado por encabezar las protestas antigubernamentales, fue asesinado en su casa de Bagdad [1].

Existe una ira creciente contra la elite que gobierna debido a que están robando las ganancias del petróleo que obtiene el país, que ascienden a dos mil millones de dólares a la semana, impidiendo que esas riquezas se inviertan en electricidad, agua, sanidad, vivienda, educación e incluso en la recogida de basuras. Transparency International afirma Iraq aparecía en la lista de países más corruptos del mundo, en una lista de 178 países evaluados [2].

Aparentemente, el primer ministro al-Maliki y su gobierno han decidido solucionar las acusaciones atacando a sus acusadores. Intentan despojar de la inmunidad parlamentaria a Sabah al-Saadi, parlamentario independiente y ex presidente del comité parlamentario anticorrupción, para así poder detenerlo por realizar acusaciones contra Maliki.

Hay tan pocos responsables oficiales en Iraq que pierden su trabajo o se que les juzgue por corrupción que es muy difícil saber hasta qué punto está enraizada, aunque la mayoría de los iraquíes asumen que no hay puesto de trabajo o contrato que no esté logrado mediante soborno. En un informe publicado esta semana por el Grupo internacional de crisis con sede en Bruselas, titulado Failing Oversight: Iraq’s Unchecked Government, [El gobierno de Iraq sin control], relata cómo obligaron a dimitir al ministro de la Electricidad “[…] acusándolo de haber firmado contratos multimillonarios con una empresa canadiense, una empresa con domicilio físico pero sin acciones ni operaciones, y con una compañía alemana que se había declarado en quiebra.”

A principios de este año, Mr. Saadi puso en entredicho al gobierno al revelar que el general al mando del equipo de acción urgente había sido detenido por aceptar un soborno de 50.000 dólares.

El informe del Grupo internacional de crisis, afirma que el gobierno de Maliki intentó con todas sus fuerzas evitar que se atajara el expolio oficial cercenando el fortalecimiento de las instituciones del Estado responsables de las investigaciones y enjuiciamientos. Se cita a un inspector general iraquí que afirma que el trabajo contra la corrupción en Iraq es equivalente a “[…] recetar una aspirina para atajar el cáncer de Iraq”.

El pasado 9 de septiembre, Rahim al-Ugaili, magistrado y presidente de la Comisión por la Integridad, uno de los principales cuerpos de control fue obligado a dimitir de su puesto. Le informaron de que tenía que dimitir porque el gobierno no apoyaba su trabajo contra la corrupción ya que interfería políticamente en las tareas de gobierno.

Un miembro de la embajada estadounidense en Iraq testificó ante el congreso de Estados Unidos que la oficina del primer ministro iraquí había dado ‘órdenes secretas’ a la Comisión para la integridad mediante las que se prohibía a la comisión que hiciera alusión “[…] a los casos en los que estuvieran implicados altos cargos gubernamentales, antiguos o actuales, incluido el primer ministro […]. La orden es, literalmente, una licencia para robar” [3].

Los críticos del gobierno afirman que han sido objeto de amenazas con violencia. El día en que el Sr. Ugaili fue obligado a abandonar su puesto de trabajo, Hadi al-Mahdi [4] el popular periodista de la radio fue asesinado con dos tiros en la cabeza en su casa del barrio de Karrada, barrio normalmente seguro de la capital bagdadí. Su asesinato se produjo justo antes de su asistencia, como uno de los líderes, a las protestas contra la corrupción y por la democracia, que se celebran de la plaza de Tahrir [todos los viernes, desde el pasado 25 de febrero].

Hadi al Mahdi dirigía un programa de la radio que llevaba por nombre To whoever Listens (A quien escuche) muy crítico con el gobierno. Hace dos meses, la emisora canceló el programa ya que temía por su vida. Este mismo año, él había informado a Amnistía Internacional [AI] que él junto a otros tres periodistas más habían sido detenidos y llevados a un cuartel militar donde fueron torturados: los golpearon, recibieron descargas eléctricas y los amenazaron con violarlos. Varias horas después, antes de que fuera disparado, el Sr. Mahdi, escribió una nota en su Facebook diciendo que sabía que estaba en peligro: “He vivido los dos últimos días en un estado de terror”, escribió.

La dimisión forzosa del Sr. Ugaili demuestra que la corrupción en Iraq ha alcanzado el nivel de saturación. El informe del Grupo internacional de crisis, que cita fuentes del gobierno, afirma que en 2011 la Comisión por la integridad y el Consejo supremo auditor habían identificado numerosas empresas extranjeras tapadera relacionadas con altos cargos del gobierno, miembros de la oficina del primer ministro y del Ministerio de Defensa. La mayoría de los contratos adjudicados nunca se ejecutaron a pesar de que se había pagado por ellos. Cuando el Sr. Ugaili preparaba la denuncia de los casos ante los tribunales, el gobierno se lo impidió y le obligó a dimitir.

Algunos ejemplos del coste de la corrupción

Mil doscientos millones de dólares, el presupuesto para la adquisición de material militar para los años 2004 y 2005, han sido robados.

De los 85 millones de dólares, para la compra de 1500 detectores de bombas en 2008, quedan apenas unos cuantos dólares.

7,6 millones de iraquíes no tienen agua potable, según datos de la Unesco.

Notas de IraqSolidaridad:

1.- Hady Mahdi, periodista iraquí asesinado el pasado 8 de septiembre, era uno de los dirigentes de las protestas que iniciaron la llamada gran revolución iraquí el pasado 25 de febrero. Véase artículo completo en IraqSolidaridad en: https://iraqsolidaridad.wordpress.com/2011/09/11/las-protestas-estallan-en-iraq/
2.- Global Corruption Report, Transparency International, disponible en inglés en: http://www.transparency.org
3.- Pese a lo dramático de este testimonio, no se puede olvidar cómo y cuándo aparece la corrupción en Iraq: la ocupación estadounidense desmantela el Estado iraquí y sus instituciones, impone un gobierno títere y consiente desde el primer día el expolio de sus riquezas. “La corrupción se inició en los primeros días del mandato de la Autoridad Provisional de la Coalicion liderada por Estados Unidos y desde entonces ha continuado […]”. Texto completo diponible en IraqSolidaridad en: http://www.iraqsolidaridad.org/2007/docs/18-06-07_Global_Policy_IX.html.
4.- Véase nota 1.

*Patrick Cockburn, periodista irlandeses, es corresponsal del Financial Times en Oriente Próximo desde 1979 y actualmente también lo es del diario The Independent. Además de ser uno de los periodistas más expertos sobre la situación de Iraq, es autor de cuatro libros sobre la historia reciente de Iraq. Ha sido galardonado con el Martha Gellhorn Prize en 2005, el James Cameron Prize en 2006 y con el premio Orwell de periodismo en 2009.
Texto original en inglés en: http://www.independent.co.uk/news/world/middle-east/iraq-regime-tries-to-silence-corruption-whistleblowers-2362637.html.

Iraq regime tries to silence corruption whistleblowers

4 octubre, 2011

By Patrick Cockburn
The Independent, 29 September 2011

Nouri al-Maliki and his government have been widely accused of failing to deal with rampant corruption following the Iraq war.

The Iraqi government is seeking to silence critics who accuse it of rampant corruption by removing officials who try to prosecute racketeers and intimidating politicians and journalists who support them.

This month alone it has forced the head of its anti-corruption watchdog to resign. And a prominent Iraqi journalist, who had been threatened for leading anti-government protests, was shot dead in his home in Baghdad.
There is growing anger that the ruling elite is stealing or embezzling much of the country’s $2bn (£1.3bn) a week in oil revenues, depleting funding for electricity, water, health care, housing, education and even rubbish collection. Transparency International says that last year Iraq was the fourth most corrupt country in the world, out of 178 countries surveyed.

The Prime Minister, Nouri al-Maliki, and his government have apparently decided to deal with the accusations by hitting back at their accusers. They are trying to remove the parliamentary immunity of an independent MP, Sabah al-Saadi, formerly head of the parliamentary committee on integrity, so that they can arrest him for making allegations against Mr Maliki.

So few officials in Iraq are prosecuted or lose their jobs for corruption that it is difficult to prove how widespread it is, though most Iraqis assume that no job or contract is awarded without a bribe. A report this week by the Brussels-based International Crisis Group, called Failing Oversight: Iraq’s Unchecked Government, relates how the Electricity Minister was forced to resign «accused of having signed multibillion-dollar contracts with a Canadian shell company [one with a physical address but no assets or operations] and a German company that had declared bankruptcy.»

Earlier this year, Mr Saadi embarrassed the government by revealing that the general in charge of its rapid reaction team had been arrested in a sting for accepting a $50,000 bribe.

The ICG report says that Mr Maliki’s government has fought long and hard to prevent official theft being curbed by blocking efforts to strengthen state institutions in charge of investigations and prosecution. An Iraqi inspector general is cited as saying that the anti-corruption framework is «like an aspirin to Iraq’s cancer».
Judge Rahim al-Ugaili, the head of the Integrity Commission, one of the principal oversight bodies, was forced to resign his post on 9 September. He said he had had to give up his job because the government was not supporting his anti-corruption work and was interfering politically in his work.

A senior US embassy official testified before Congress that the Prime Minister’s office had issued «secret orders» to the Integrity Commission, prohibiting it from referring cases to the courts involving «former or current high-ranking Iraqi government officials, including the Prime Minister… The secret order is, literally, a licence to steal.»
Critics of the government say they have all been threatened with violence. On the day Mr Ugaili was forced out of his job, a popular radio journalist, Hadi al-Mahdi, was shot twice in the head in his flat in the normally safe Karrada district of Baghdad. His killing happened just before he was due to lead a pro-democracy demonstration in Tahrir Square against corruption and authoritarianism.

Mr Mahdi had run an outspoken radio show called To Whoever Listens, which was highly critical of the government. Two months ago, he was forced to take it off the air because of fears for his safety. He had told Amnesty International this year that he and three other journalists had been arrested at a protest rally and taken to a military headquarters, where they were beaten, given electric shocks and threatened with rape. Several hours before he was shot Mr Mahdi posted a note on Facebook saying he felt he was in danger. «I have lived the last two days in a state of terror,» he wrote.

The reason for Mr Ugaili’s resignation shows that corruption in Iraq has reached saturation level. The ICG report, citing government sources, says that in 2011 the Integrity Commission and the Board of Supreme Audit had identified hundreds of shell companies abroad linked to senior government officials in the Defence Ministry and Prime Minister’s office. These were winning contracts in Iraq, many of which were never implemented despite being paid for. When Mr Ugaili sought to get the courts to prosecute, the government blocked him and he resigned.

The cost of corruption
$1.2bn The entire military procurement budget for 2004-2005, which was stolen.
$85m The cost of buying 1,500 useless bomb detectors in 2008, each worth a few dollars.
7.6m The number of Iraqis without drinking water, according to Unesco.

Source: http://www.independent.co.uk/news/world/middle-east/iraq-regime-tries-to-silence-corruption-whistleblowers-2362637.html