Archive for the ‘Refugiados// Refugees’ Category

1,3 millones de personas aún carecen de hogar en Iraq, según Naciones Unidas

28 febrero, 2012

Associated Press26 de febrero de 2012

Edición de IraqSolidaridad, 29 de febrero de 2012

Más de 1,3 millones de iraquíes siguen sin hogar tras haber sido obligados a huir de Iraq, hace seis años, durante una ola de violencia sectaria que puso en peligro sus vidas, según denunció el pasado domingo una portavoz de Naciones Unidas.

Claire Bourgeois, de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), dijo que el gobierno de Irak no ha tomado las medidas necesarias para ayudar a los indigentes a «[…] Regresar a una vida digna».

Bourgeois agregó que las personas que ocupan propiedades sin autorización deberían ser instalados en hogares permanentes en lugar de ser desalojados de los edificios abandonados o de los espacios públicos en los que actualmente viven.

La diplomática indicó que muchos de los que perdieron sus hogares también han perdido sus documentos de identificación y otros documentos que les darían derecho a recibir ayuda del gobierno iraquí.

Asqhar al-Moussawi, viceministro de Migración y Desplazamiento de Irak, dijo que el gobierno aprobó invertir 257 millones de dólares este año para ayudar a los ocupantes de inmuebles ajenos, cifra que representa menos de la mitad de lo que se había solicitado.

Fuente: Univisión News

 

Iraquíes desplazados por bombardeos iraníes se enfrentan a la enfermedad y a la carencia de alimentos

8 octubre, 2011

AFP, 5 de octubre de 2011

Traducido para IraqSolidaridad por Paloma Valverde
(www.iraqsolidaridad.wordpress.com)

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), ha denunciado la existencia de 884 familias que se encuentran refugiadas a lo largo de la frontera irano-iraquí, en la provincia iraquí de Arbil,

Los bombardeos iraníes contra las bases de los separatistas rebeldes kurdos ha provocado el desplazamiento de cientos de familias, declaró el pasado lunes un portavoz de la OIM, denunciando que se teme que las enfermedades puedan extenderse en los campos de refugiados en los que ahora viven.

“[…] Las familias viven sin electricidad, en campos de refugiados en los que no hay alimentos”, se lee en una declaración de la OIM, “[…] Existe además el temor de que las enfermedades se extiendan por todo el campo, ya que las familias solo tienen acceso al agua de los riachuelos de las inmediaciones, que están altamente contaminados.” Y continúa: “[…] Hay numerosos informes de que los niños del campo sufren, como consecuencia de la utilización de agua contaminada, brotes agudos de diarrea. Por lo tanto, la necesidad más acuciante para esas familias es la sanitaria y equipos de potabilización del agua”.

La IOM señaló que muchas de las familias desplazadas no tienen más recurso para su supervivencia que la agricultura” y que “[…] Estaban especialmente afectados por la destrucción de sus tierras y la muerte de su ganado debido a los bombardeos”.

Irán empezó a bombardear las zonas fronterizas con Iraq en julio pasado en una campaña contra el Partido Vida Libre en Kurdistán (PJAK, en sus siglas en inglés). Teherán acusa a las autoridades kurdas de la región de dar extremada cobertura a las actividades del PJAK.

El PJAK, partido considerado terroristas por Teherán, se ha enfrentado a menudo con las fuerzas iraníes con bombardeos de represalia desde sus bases escondidas en las regiones montañosas del Kurdistán iraquí.

Texto original en inglés en: http://www.uruknet.info?p=82059

Iraquíes en Siria, entre volver y no volver

19 septiembre, 2011

APS, 26 de agosto de 2011
Rebeca Murray
Editado por IraqSolidaridad

En lo peor de la guerra sectaria de Iraq en 2006, Samer huyó de Bagdad y se unió al flujo de refugiados que iban a Siria, pero decidió regresar por la violencia que estalló hace cinco meses en ese país y ahora su situación es incierta.
[…]

El Grupo Internacional de Crisis estima que 2.500.000 iraquíes abandonaron su país durante la guerra y que hubo una cantidad similar de desplazados. La mayoría tomaron la larga ruta por la peligrosa provincia iraquí de al-Anbar rumbo a Siria, Jordania y, en menor medida, a Líbano.

«Siria era muy segura entonces, con electricidad, agua y sin problemas. Valía la pena, pese a que la renta y el coste de vida eran más altos», relató.

Pero cuando a principios de este año estallaron las protestas contra el régimen sirio de Bashar al-Assad, la vida cotidiana de Samer empeoró. Aparecieron puestos de control y las fuerzas de seguridad pedían identificación, lo que aumentó el peligro de que fuera detenido.

En el marco de la brutal represión de las protestas populares por las autoridades sirias, que dejó cientos de civiles muertos y miles detenidos, los refugiados iraquíes se vieron en la disyuntiva de quedarse y verse envueltos en disputas sectarias y perder sus ahorros y, el recelo que les generaba volver a su país.

Cuando sus empleadores sirios lo echaron hace tres semanas, Samer optó por volver y vivir en un nuevo barrio de Bagdad. «Estamos más seguros», indicó. «Buscaré un lugar seguro, ya sea en Siria o en Iraq. Ahora Iraq es seguro», explicó.

Con el gobierno del primer ministro Nouri al-Maliki, Iraq se recupera de una devastadora guerra que dejó más de 100.000 civiles muertos y la infraestructura desecha. Miles de muros de concreto destruidos y puestos de control, vigilados por una compleja variedad de grupos armados, asfixian las dañadas calles de la capital.

El creciente sector petrolero representa la mayor parte del producto interno bruto, pero el extremadamente militarizado país sufre ataques terroristas coordinados, disputas políticas sectarias, corrupción generalizada y una red eléctrica que apenas funciona, además del alto índice de desempleo.

Los sirios que escaparon de la violencia en su país se dirigieron a Líbano y a los hacinados campamentos de refugiados en la frontera con Turquía, pero el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) señaló que no notaron cambios en el movimiento de iraquíes o sirios que circulan por la porosa frontera entre ambos países.

De hecho, más de 30.000 iraquíes abandonaron Bagdad rumbo a Siria pasando por el cruce de Al-Waleed, bastante más que los sirios que el mes pasado hicieron el camino inverso, según Acnur. La mayoría de la gente que circula por el desierto son refugiados, comerciantes y peregrinos rumbo a Arabia Saudita, donde está La Meca.

«Tenemos un plan de contingencia por si hay un regreso masivo de refugiados», señaló la representante de Acnur, Claire Bourgeois. «Por ahora no hay ninguna señal de que vaya a ocurrir, pero puede suceder de repente», apuntó.

El gobierno de Al Assad cerró el cruce menos transitado de Al-Qa’im, cerca de la conflictiva provincia de Deir Azzor, en el noreste de Siria. Las mismas familias tribales están a ambos lados del cerco de alambre concertina, en el fértil valle del río Eufrates.

Las autoridades sirias temen que combatientes y contrabandistas de armas, que transitaron la ruta hacia la provincia iraquí de Anbar durante la peor parte de la guerra sectaria en este país, ahora lo hagan en movimiento contrario.

Los episodios violentos registrados en el poblado sirio de Abu Kamel, entre otros, no hicieron más que aumentar el temor de las autoridades de Siria.

«La gente de Anbar solía dedicarse al contrabando, pero la actividad se redujo», señaló el comandante de las operaciones del ejército iraquí en esa provincia, general Abdul Aziz Mohammad Jassim.

«Células dormidas podrían tratar de ayudar. El precio de las armas podría subir en Siria y alguna gente verse tentada a vender. Pero son sólo negocios», apuntó.

No hay coordinación entre las fuerzas armadas iraquíes y sirias. Cualquier decisión respecto de la seguridad en la frontera debe proceder de una iniciativa política de Bagdad, remarcó Jassim.

«No tenemos instrucciones claras sobre lo que puede ocurrir en la frontera. Lo que quiere decir que el gobierno cree que no pasará nada o no empeorará», añadió.

«El gobierno iraquí no tiene un plan para reaccionar a la violencia en Siria y, aun si lo tuviera, no lo implementarán. Iraq tiene otros motivos de preocupación y no se prevé que la situación en el vecino país tenga más que un impacto político aquí», señaló el analista Zaid al-Ali, del Grupo Internacional de Crisis.

«Si se cierra la frontera habrá inflación en Iraq porque los productos sirios baratos y subsidiados no llegarán a los mercados iraquíes. La población sentirán el impacto en sus bolsillos», indicó.

Las tiendas del polvoriento centro de la ciudad de Ramadi, todavía en ruinas por los brutales combates durante la guerra, permanecen abiertas durante la tranquila tarde, preparándose para la cena del sagrado mes de Ramadán.

El electricista Salam Mohammad señaló que los comercios de electrodomésticos acopian aparatos en almacenes en previsión de la inflación derivada de la crisis siria.

Su vecino, Ala Hammoud, vendedor de frutas y verduras traídas de Siria, Turquía y Líbano, señala que es más barato comprar del otro lado de la frontera pese a los últimos gravámenes, a pesar de que Ramadi está en el fértil margen del río Eufrates, en el corazón de Anbar.

«Siempre uso el cruce de Al-Waleed», señaló Hammoud. «Cuando está cerrado suelo recurrir a la frontera con Turquía, pero sólo para emergencias porque es más caro. Tendría que cerrar mi comercio si se clausura el paso a Siria», añadió.

En Bagdad, el cineasta Ali Mazen, que huyó a Siria en 2005 tras el asesinato de su hermano por milicianos, relató que tenía permiso para inmigrar a Estados Unidos. Pero la situación de Siria hizo que la delegación estadounidense que habilitaba su partida se retirara. Acnur le dijo que esperara.

«Me siento humillado», señaló. «Nos terminamos los ahorros y tuve que vender todo. Regresé para ver si encontraba una alternativa, pero nada», añadió.

«No, imposible», señaló con firmeza al ser consultado si quedarse en Iraq era una opción. «Donde tú ves luz, yo veo oscuridad», añadió.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=98951

Refugiados iraquíes: El miedo no cesa

19 junio, 2011

Refugiados iraquíes: El miedo no cesa

Jalid al-Ansary
Reuters, 19 de junio de 2011

Editado por IraqSolidaridad

Jasim Jubayer al-Ugaili recuerda con evidente dolor la noche en la que él y su familia huyeron de su casa situada en el oeste de Iraq, llevándose la carta amenazante que los hizo tomar esa decisión: «O se van en 72 horas o mueren».

Sólo entre 2006 y 2007 se estima que 1,5 millones de iraquíes tuvieron que abandonar sus casas durante la brutal masacre sectaria que acabó con la vida de decenas de miles de personas en esos años.

El Gobierno pretende acabar con los desplazamientos para finales de este año, ya sea reubicando de forma permanente en nuevas casas a los iraquíes refugiados o regresándolos a sus antiguos hogares, sin embargo, para muchos de los que huyeron, la decisión es simple: «No volveré a mi antigua casa. Si regreso me matarán», dice Ugaili, shií de 60 años.

La agencia de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) dijo que el conflicto sectario que enfrenta a musulmanes shiíes y sunníes produjo la peor crisis humanitaria en Oriente Próximo desde 1948. Aquel año, unas 700.000 personas, la mitad de la población árabe de los territorios palestinos, huyó o fue forzada a dejar sus casas tras la creación del Estado de Israel.

Según ACNUR, del millón y medio de personas desplazadas en el interior de Iraq, medio millón están alojadas en campamentos u ocupando edificios públicos, según ACNUR. En Bagdad, unas 200.000 personas viven repartidas en 120 campamentos.

El Gobierno iraquí dice que 250.000 familias huyeron de sus hogares en 2006 tras el bombardeo de la mezquita de Askari en Samarra, un incidente considerado un hito en el conflicto sectario que hundió a Irak en una guerra civil.

Ugaili vivía en el enclave shií de Haswa, en un distrito predominantemente suní de las afueras de Bagdad. Dijo que vendió su casa por un cuarto de su valor y que se mudó a un terreno en el distrito shií de Chukook, al norte de Bagdad, donde construyó una pequeña casa de ladrillos, techada con esteras de juncos y láminas de plástico y abrió un negocio de venta de alfombras de nylon y productos de plástico para el hogar y ropa para niños. «¿Por quién habría de regresar? ¿Debemos caminar hacia una muerte segura por nuestra cuenta?», pregunta Mohamed, el hijo de Ugaili, de 18 años.

Incentivos en efectivo

El Gobierno espera que algunas de las tres mil familias ubicadas en el nuevo barrio donde vive Ugaili regresen a sus casas y les está ofreciendo 3.500 dólares a cada una para ayudarlos a trasladarse. Sólo en una de las oficinas del gobierno para los esplazados, ubicada al este de Bagdad, se han inscrito 44.000 familias, un 80 por ciento de las cuales dejó sus barrios en la capital iraquí.

Safa Hamza, el encargado de la oficina, espera que cinco mil de esas familias retornen a sus casas dentro de dos meses. «Es un incremento del 400 por ciento respecto al año pasado. Algunas zonas se han vuelto estables», dice el empleado del gobierno.

Asghar al-Moussawi, viceministro de Migración y Desplazamiento de Iraq, dijo que más de 52.000 familias desplazadas internamente ya habían regresado a sus casas, en su mayoría de Bagdad, y se esperaba que muchas más regresen pronto, a medida que mejore la seguridad.

Si bien las familias en Bagdad están regresando a casa ha habido menos retornos en la provincia de Nineve, al norte del país, aún considerada un foco de Al Qaeda. Algunos de los iraquíes que huyeron al extranjero también están regresando debido a los problemas en Oriente próximo. Unas 300 familias retornaron recientemente desde Siria, Yemen, Libia y Egipto, dijo Moussawi.

Algunos se sienten alentados por los incentivos ofrecidos. El Gobierno y organizaciones no gubernamentales internacionales están ofreciendo a quienes regresen a sus casas de 1.200 a 1.600 dólares para ayudarlos a encontrar empleo, pero tales incentivos no sirven de consuelo para Kareem Mohammed al-Rikabi, un carpintero shií de 48 años que vivió en el barrio Haswa durante 18 años y no tiene pensado regresar.

«Estoy seguro de que si regreso, mi destino será igual que el de aquellos que lo intentaron y murieron», dice al-Rikabi.

Fuente: http://lta.reuters.com/article/worldNews/idLTASIE75H04620110618?pageNumber=4&virtualBrandChannel=0