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Los niños de Iraq: ¿mereció la pena?

16 May, 2012

Bie Kentane*
Tribunal BRussells, 7 de mayo de 2012
Traducido para IraqSolidaridad y Tribunal BRussells por Paloma Valverde

El texto que presentamos a continuación es la conferencia dada por Bie Kentane dentro de las sesiones de debate de la sesión final del Tribunal de crímenes de guerra de Kuala Lumpur celebrado en la primera quincena de mayo de 2012.

“…Alineen los cuerpos de los niños, de los miles de niños (de los bebés, de los más pequeños, de los colegiales) cuyos cuerpos acabaron desmembrados, quemados vivos o acribillados a balazos durante la invasión y ocupación estadounidense de Iraq. Colóquenlos en fila en la arena del desierto, pasen ante ellos, kilómetro tras kilómetro, ante todos esos cadáveres destrozados,  ante esos jirones de carne desgarrada y vísceras secas, ante esos rostros lívidos, ante esos ojos que mirn fijamente y para siempre a la nada. Esa es la realidad de lo que ha sucedido en Iraq; no hay ninguna otra realidad…” (Chris Floyd, 17 diciembre 2011) [1].

Soy más una trabajadora humanitaria que política o analista, pero al trabajar y observar la situación de los niños iraquíes cada vez estoy más convencida de que ambos aspectos han de ir unidos.

Detrás de todos estos datos, cifras y números que voy a presentarles, hay niños con nombre y apellidos, niños con su personalidad; son hermanas y hermanos, hijos, nietos y amigos. Lamento tener que poner a cada uno de ellos en tablas y categorías, tan vulnerables y frágiles, convertidos en víctimas de la avaricia y del ansia de poder y de petróleo; no se merecían este trato.

Durante dos décadas los niños iraquíes, junto con el resto de la población, llevan padeciendo espantosas violaciones de los derechos humanos causadas por las guerras, la ocupación extranjera y las sanciones internacionales.

Iraq se ha convertido en uno de los peores lugares de todo Oriente Próximo y de África del Norte para los niños, con alrededor de tres millones y medio que viven en la pobreza. Un millón y medio, que no alcanzan los cinco años padecen desnutrición y mueren cien bebés al día.

Este informe se centrará en las violaciones, cometidas por las fuerzas ocupantes y el gobierno iraquí, de la Cuarta Convención de Ginebra relativo a la protección de los civiles en tiempo de guerra, firmado el 12 de agosto de 1949 [2], y de la Convención de los Derechos de la Infancia de Naciones Unidas.

Desde la invasión de 2003, las fuerzas de ocupación anglo-estadounidenses y el gobierno iraquí incumplieron completamente sus obligaciones respecto a los niños de Iraq, de acuerdo con la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Niños, Resolución 25/sesión 44, de noviembre de 1989. [3]

Los principios de la Convención subrayan la necesidad de proteger los derechos de los niños a la vida y al desarrollo físico, mental, moral y espiritual en un ambiente seguro.

Las potencias ocupantes son totalmente responsables de las violaciones de estas disposiciones y convenciones sobre los niños. Se les debe exigir total responsabilidad por todo el daño infligido a los niños de Iraq. Deliberadamente han modificado la estructura social del país, han utilizado la limpieza étnica para romper la unidad del país, han destruido el sistema de tratamiento del agua, las instalaciones sanitarias y educativas y han bombardeado indiscriminadamente zonas densamente pobladas, dejando a los niños en una situación de extremada vulnerabilidad en todos los aspectos. Vivir en un país en guerra provoca, además, problemas mentales a prácticamente todos los niños y agudiza la ansiedad y la depresión, cuando no las psicosis, en un número considerable.

Las instituciones iraquíes y los mecanismos que deberían asegurar la protección física, social y legal de mujeres, de los niños y de los jóvenes son disfuncionales y nada fiables. Como consecuencia de ello, los más débiles están expuestos a la explotación y a la violencia: asesinatos y mutilaciones, secuestro, violencia de género, tráfico humano, reclutamiento y utilización por grupos armados, trabajo infantil y privación de libertad. [4]

La comunidad internacional y los organismos internacionales de Derechos Humanos tienen, igualmente, una considerable responsabilidad en esta alarmante situación, porque han sido incapaces de solucionar adecuadamente las graves violaciones infligidas a los jóvenes y a las personas más débiles de la sociedad iraquí, y no se han preocupado de identificar a los auténticos culpables.

Artículo 6 (supervivencia y desarrollo) [5]

Asesinatos directos
Las cifras oficiales y los cálculos de los medios iraquíes, como Iraq BodyCount, han olvidado entre el 70 y el 95 por ciento de todas las muertes. Los datos más realistas y científicos respecto a las muertes debidas a la guerra están recogidos en JustForeign Policy.org, organización que afirma que en enero de 2011 había 1.455.590 víctimas [6].

Los análisis [7] llevados a cabo por el grupo de investigación de Iraq BodyCount hallaron que el 39 por ciento de las personas que murieron a causa de los ataques aéreos de la coalición dirigida por EEUU eran niños. Entre las bajas causadas por los morteros utilizados por las fuerzas estadounidenses e iraquíes y también por la resistencia, el 42 por ciento eran niños [8].

De las 45.779 muertes violentas de las que Iraq BodyCount pudo obtener datos de edades, 3.911 (8,54 por ciento) eran niños menores de 18 años. De las víctimas civiles asesinadas por las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos, de las que se pudo disponer de datos de edad, el 29 por ciento eran niños [9].

Asesinatos indirectos

Muchos más niños han sido víctimas indirectas debido a las enfermedades, la desnutrición o la inanición.

La pobreza generalizada, el estancamiento económico, la falta de oportunidades, la degradación del medio ambiente y la ausencia de servicios básicos, constituyen “silenciosas” violaciones de los derechos humanos que afectan a grandes sectores de la población, según concluye un informe de Naciones Unidas publicado el 8 de agosto de 2011 [10].

La OMS, el Programa de Naciones Unidas para el medio ambiente, la Real Sociedad Británica y la Academia Nacional de Ciencias de EEUU han publicado algunos estudios generales sobre los efectos del uranio empobrecido en la salud, los cuales sugieren que los mayores riesgos para la salud los padecen los niños en las zonas de postconflicto bélico (Harper 2008), como es el caso de Iraq [11].

Medio ambiente tóxico

La destrucción bélica de la infraestructura militar e industrial ha liberado metales pesados y otras sustancias peligrosas en el aire, en el suelo y en las aguas subterráneas. En los lugares donde se han acumulado los residuos de los municipios y los residuos sanitarios hay riesgo de epidemia. Existen firmes sospechas de que la contaminación por uranio empobrecido y otras sustancias relacionadas con la industria militar están causando un gran incremento en las malformaciones congénitas y en los casos de cáncer en Iraq [12] y convertido al país en un lugar en el que es imposible vivir. Los niveles tan bajos de agua en los lagos y en los ríos auguran un desastre para los sistemas de tratamiento del agua que, al mismo tiempo, envenenan el agua, lo que hace que no sea adecuada para el consumo humano y animal. Los suministros de agua procedentes de los ríos Éufrates y Tigris se han reducido brutalmente, lo que afecta a las tierras agrícolas fértiles, y a los suministros de agua provenientes de las aguas subterráneas, las cuales no muestran indicios de recuperación. En consecuencia, la sequía se ha convertido en un problema nacional. [13]

Los médicos de Faluya (2010) han sido testigos de unas cifras sin precedentes de malformaciones congénitas, abortos y casos de cáncer. Según los ginecólogos, pediatras y neurólogos de Faluya, las cifras de esos casos han aumentado vertiginosamente a partir de 2005, menos de un año después de que se produjera la atroz campaña de bombardeos de las fuerzas ocupantes en Faluya en 2004. [14] [15] [16]

Recién nacidos con malformaciones

Los datos de que se disponía con anterioridad, documentados en 2010, muestran que la tasa de cardiopatías en Faluya es trece veces superior a la de Europa, y en cuanto a las malformaciones genéticas que afectan al sistema nervioso, la tasa es 33 veces superior a la hallada en Europa para el mismo número de nacimientos. [17]

Los médicos japoneses creen que las malformaciones congénitas son las mismas que las de Hiroshima y Nagasaki. Allí las tasas fueron de entre el 1 y el 2 por ciento. Los casos de malformaciones congénitas relacionadas con la radiación procedente de las bombas nucleares estadounidenses aumenta hasta una tasa del 14,7 por ciento de todos los bebés nacidos en Faluya; más de 14 veces la incidencia en las zonas afectadas en Japón. [18]

Cáncer

El incremento en los casos de cáncer, leucemia y anomalías congénitas en Iraq (2010) se ha achacado a los agentes mutágenos y carcinógenos (como el uranio empobrecido), empleados en las guerras de 1991 y 2003. Recientemente se ha investigado el aumento de casos de leucemia infantil en Basora (Busby, Hamdam, Ariabi, 2010) y los resultados confirman que desde 1991 se ha producido un aumento significativo de los mismos. [19]

El aumento de los casos de cáncer y de la mortalidad infantil es alarmantemente alto. La notable reducción en la ratio de sexos en la cohorte de los nacidos un año después de las batallas de 2004, identifica ese año como el momento de la contaminación medioambiental. [20]

La exposición al uranio enriquecido es o bien la causa primaria o es una causa relacionada con las anomalías congénitas y con el aumento de los casos de cáncer. Por lo tanto, se plantean muchos interrogantes en relación con las características y la composición de las armas que hoy en día se despliegan en los campos de batalla modernos. [21]

Un estudio conjunto publicado por la Universidad de Washington y la Universidad de Basora concluyó  que las tasas de leucemia en los niños de Basora habían aumentado en más del doble durante un período de quince años. El estudio señaló que la incidencia del cáncer era significativamente más alta en la provincia de Basora que en otras zonas de Iraq. [22]

Bombas de racimo y minas terrestres

Las minas terrestres y los residuos explosivos de la guerra tienen un efecto devastador para los niños de Iraq; alrededor del 25 por ciento de todas las víctimas son menores de 14 años (datos para 2011). [23]

El número de víctimas de la submunición incluida en las bombas de racimo que quedan sin explotar aumentaron, entre 1991 y 2007, de 5.500 a 80.000, el 45,7 por ciento  con edades comprendidas entre los 15 y los 29 años, y el 23,9 por ciento eran menores de 14 años. Tanto UNICEF como el programa de Desarrollo de Naciones Unidas (PDNU en sus siglas en inglés) creen que esas cifras son muy inferiores a las reales. [24]

En esta década pasada, las provincias iraquíes de al-Munzana y Basora han superado a Angola debido a la alta proporción, respecto a la población total, del número de niños que ha sufrido amputaciones. [25]

Los médicos insisten en que es responsabilidad de Estados Unidos reparar parte del daño que ha causado. “[…] El gobierno estadounidense ha gastado miles de millones en esta guerra, pero no ha solucionado los problemas causados por su peligroso armamento”, exclama indignado el Dr. Bashier Mazim, otro médico de la Universidad de Bagdad. “[…] Puedo asegurar que esos recién nacidos [con malformaciones y cánceres] son el resultado del desastre que se abatió sobre nuestra tierra.” [26]

El aumento de las pruebas sobre los efectos tóxicos químicos y radiológicos del uso de armas de uranio nos obligan a hablar claro y a pedir a nuestros gobiernos nacionales y a las organizaciones internacionales que protejan a sus civiles y soldados y que apliquen el principio de precaución. Esto significa que cuando está en juego la salud humana y el medio ambiente, no debería ser necesario esperar a tener certezas científicas para adoptar medidas de protección. El principio de protección se aplica tanto a la salud humana como al entorno. La asunción ética subyacente en ese principio es que los humanos somos los responsables de proteger, preservar y recuperar los ecosistemas globales de los que depende cualquier vida, incluyendo la nuestra. [27]

 

 

Artículo 24 (Sanidad y servicios sanitarios)

La destrucción de las infraestructuras comunitarias y sanitarias ha provocado muertes de niños que podrían haberse evitado.

Asesinatos intencionados y emigración forzosa de médicos y personal sanitario [28]

Hasta un 75 por ciento de los médicos, farmacéuticos y enfermeras iraquíes tuvieron que abandonar sus puestos de trabajo desde la invasión dirigida por EEUU en 2003. Casi el 70 por ciento de los pacientes heridos gravemente a causa la violencia murieron en unidades de cuidados intensivos y de urgencia debido a la carencia de personal competente, de medicación y de equipamiento. [29] La falta de atención sanitaria, provocó que muriera mucha más gente, incluidos niños, mujeres y ancianos.

La Sociedad del Creciente Rojo Iraquí advierte que las tasas de desnutrición infantil han aumentado del 19 por ciento, antes de la invasión de 2003, al 28 por ciento. Sólo uno de cada tres niños iraquíes menores de cinco años dispone de agua potable y uno de cada cuatro padece desnutrición crónica. [30]

La contaminación y la falta de servicios de saneamiento, así como la escasez de agua potable, afectan al 70 por ciento de la población [31], lo que causó la muerte de “uno de cada ocho niños iraquíes” antes de que cumplieran cinco años. La muerte de los niños en Iraq debe atribuirse a las enfermedades que se transmiten por la ingesta de agua contaminada, tales como la diarrea, el cólera, el tifus, la hepatitis, etc. [32] Los resultados de un estudio realizado por el gobierno de Iraq, en colaboración con la UNICEF y la Unión Europea, demuestran que el 79 por ciento de la población tiene agua potable, lo que deja a uno de cada cinco iraquíes sin agua. En las zonas rurales, el número de personas que no tienen agua potable se duplica y dos de cada cinco iraquíes no tienen agua potable. [33]

La mitad de los colegios iraquíes exponen a los niños a un ambiente poco saludable y no cumplen los niveles mínimos [higiénicos] que aseguren un entorno seguro y saludable para los estudiantes. En el 63 por ciento de los colegios no se lleva a cabo un control de cloro del agua potable, lo que pone a los niños en situación de riesgo de enfermar por el agua. [34]

Artículo 26 (Seguridad Social)

Un informe de la FAO situaba a Iraq entre los 22 países que sufren pobreza extrema y falta de seguridad alimentaria a causa de la guerra y al fracaso de las instituciones gubernamentales a la hora de proporcionar el sustento necesario. [35]

El impacto del conflicto en Iraq se refleja en el aumento de la proporción de personas que viven en barrios de chabolas. La proporción de residentes urbanos que viven en barrios  de chabolas ha aumentado a más del triple: del 17 por ciento en 2000 (2,9 millones de personas) a un estimado 53 por ciento en 2010 (10,7 millones de personas). [36]

La pobreza, debida al colapso económico y a la corrupción, causa desnutrición aguda entre los niños iraquíes. Según el informe OXFAM de julio de 2007, hasta ocho millones de iraquíes necesitaron ayuda de urgencia de manera inmediata, con casi la mitad de la población viviendo en la “absoluta pobreza”.

Dejar morir de hambre a ciudades enteras como castigo colectivo, mediante el bloqueo de la entrega de comida, ayuda y alimentos, incrementaron el sufrimiento de los niños añadiendo más víctimas entre ellos. [37]

A menudo, también los padres se ven obligados a pedir a sus hijos, sobre todo a los chicos, que ayuden a mantener económicamente a la familia en lugar de ir al colegio. UNICEF calcula que uno de cada nueve niños, en edades comprendidas entre los cinco y los 14 años, trabaja. Los niños limpian zapatos o se dedican a la venta callejera con carritos ambulantes. [38]

La situación económica de la mayoría de estas familias está muy por debajo del nivel de vida medio, aunque la mayoría de los padres de esos niños sean universitarios (por ejemplo, profesores, ingenieros, etc.).

Se puede concluir  que la mayoría de esas familias no puede permitirse satisfacer las necesidades más básicas como son una comida de calidad, atención sanitaria y una vivienda saludable y segura. [39]

En diciembre de 2007, el gobierno iraquí anunció el recorte de las raciones alimentarias y los subsidios en casi un 50 por ciento de su presupuesto global para 2008, a causa de la carencia de fondos y del aumento de la inflación. Casi diez millones de iraquíes que viven en la pobreza dependen totalmente del sistema de racionamiento. Los niños son las primeras víctimas y los más perjudicados por la reducción del sistema de racionamiento alimentario.

En 2010, la falta donaciones obligó a Naciones Unidas a reducir su trabajo  humanitarios en Iraq. Sus agencias de ayuda dejaron de distribuir alimentos a cientos de miles de mujeres y niños. Según Edward Kallon, representante para Iraq del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, la suspensión de la ayuda alimentaria afectará a 800.000 mujeres embarazadas y lactantes y a los niños desnutridos, así como a 960.000 escolares. [40]

Artículo 28 (derecho a la educación), artículo 29 (objetivos de la educación)

“Todos los niños tienen derecho a la educación primaria, que deberá ser gratuita.”

La destrucción o el cierre de escuelas y universidades, el desplazamiento de la población y el hecho de que los profesores sean miembros de la clase profesional que más asesinatos sufre y más se ha visto forzada a huir de Iraq, ha provocado la pérdida de la escolarización de niños y jóvenes y, por lo tanto, la pérdida de oportunidades  en la vida. Durante la ocupación, muchos niños se convirtieron en desplazados debido a las políticas sectarias impuestas por los ocupantes, sin disponer de las instalaciones adecuadas para su escolarización. Esa pérdida es muy difícil de reparar, porque no solo a esos niños y jóvenes se les han reducido las posibilidades de su futuro, sino también las de la comunidad y, finalmente, también el Estado también perderá por esa carencia de educación.

Matriculaciones

En la actualidad (2011), la matriculación en la escuela primaria es del alrededor del 87 por ciento, muy lejos del Objetivo de Desarrollo Nacional para el Milenio, que para 2015 se ha establecido en 98 por ciento; una diferencia de unos 700.000 niños en edad escolar que nunca han asistido a la escuela primaria. Además, existen alrededor de 600.000 niños que repiten el primer grado de la escuela primaria, incluidos los que quedan fuera del sistema. Menos del 50 por ciento de los niños que originariamente se matricularon en la escuela primaria lo harán en secundaria y preuniversitaria durante los años de su adolescencia.

Las estadísticas dadas a conocer por el Ministerio de Educación iraquí en octubre de 2006 indicaban que sólo el 30 por ciento de los 3,5 millones de estudiantes acudían a los centros escolares. Antes de la invasión estadounidense, la UNESCO indicaba que la asistencia a los centros educativos en Iraq era cercana al 100 por cien. [41]

La información sobre la educación preescolar indica unas instalaciones muy pobres y unas tasas extremadamente bajas de matriculaciones, lo que confirma la falta de programas de desarrollo preescolar dentro del sistema educativo formal. Únicamente el 3,7 por ciento de los niños entre 3 y 5 años (36 y 59 meses) están matriculados en guarderías o en escuelas infantiles (datos del Ministerio para el año 2000). El 5 por ciento de los niños matriculados tiene entre 4 y 5 años, frente al 2,6 por ciento de los niños más pequeños. La matriculación en preescolar es del 5,2 por ciento en las zonas urbanas, frente al 0,9 por ciento en las zonas rurales. [42]

En la actualidad (2011) es de alrededor del 87 por ciento. La tasa de matriculaciones en la escuela primaria está muy por debajo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015 en Iraq, que es del 98 por ciento, una diferencia de alrededor de 700.000 niños más en edad escolar que cada año no asisten a la escuela primaria. Además, unos 600.000 alumnos repiten el curso de primaria al año siguiente, entre ellos se cuenta aquellos que abandonan el colegio. Menos del 50 por ciento de todos los niños que en un principio se matricularon en la escuela primaria se matriculan después en secundaria y en preuniversitaria durante la adolescencia. [43]

Asistencia a la educación primaria y secundaria

Los resultados hallados por la UNESCO y la UNICEF en 2008 señalaron que uno de cada cinco niños en edad escolar no podían acudir al colegio (cf. Relief-Web/UCHO 2008), lo que está en consonancia con los datos de asistencia del Ministerio para 2006, un 83 por ciento. La proporción de asistencia en las ciudades y en las zonas rurales es del 89 por ciento frente al 75 por ciento, también según datos del Ministerio para 2006. [44]

Instalaciones y calidad

Las degradadas instalaciones escolares están teniendo un impacto muy negativo sobre la calidad de la educación y la tasa de asistencias. El informe del Ministerio de Sanidad de 2004, titulado “Salud en Iraq” (Health in Iraq, MoH 2004) indicaba que el 80 por ciento de las escuelas necesitaban una significativa reconstrucción, alrededor de 1000 necesitaban una reconstrucción completa y otras 4600 escuelas requerían obras mayores.

Estas cifras fueron confirmadas en 2007 por la UNESCO y la UNICEF, que confirmaron que el 70 por ciento de las instalaciones escolares estaban muy deterioradas a causa de la guerra y el abandono (cf. Relief-Web/UCHO 2008). [45]

Según la UNICEF (2011), más de uno de cada seis colegios fueron arrasados, dañados o destruidos durante los años de violencia y existen graves carencias en las instalaciones.

La falta de infraestructura y las clases sobresaturadas obligan a que un tercio de los colegiales de las clases en dos o incluso tres turnos, a lo que hay que añadir las terribles carencias de materiales esenciales para la enseñanza.

La mayoría de los colegios no disponen de agua potable, baños o cubos de basura. La ausencia de instalaciones higiénicas complica especialmente la vida de las niñas. [46]

Además, las tasas de repetidores ha obligado a los alumnos con diferencias de edad de hasta 6 años a permanecer en el mismo aula. En algunas zonas, no hay suficientes escuelas para proporcionar la educación adecuada en la lengua que requieren los niños desplazados de otras zonas (por ejemplo, para los niños de lengua árabe en el norte de Iraq). [47]

Además, los colegios se utilizan con frecuencia para asuntos militares, lo que contraviene la IV Convención de La Haya, y las leyes y costumbres de la guerra por tierra [48]. según el informe de la UNESCO de 2010, solo en la provincia de Diyala el Ministerio del Interior iraquí, el ejército iraquí y las unidades de la policía iraquí ocuparon más de un 70 por ciento de los colegios con fines militares. [49]

Seguridad y sectarismo

La estrategia de apoyo a la educación nacional de la UNESCO, publicada en 2008, estimaba que dos millones de niños de educación primaria no podían asistir a las escuelas debido a la situación de inseguridad. Aunque la situación ha mejorado durante 2010, la educación de los niños sigue comprometida por esta situación. “[…] Continúan llegando muchas amenazas contra los colegios por parte de los supuestos ‘grupos resistentes’, que exigen cambios en los programas educativos o que se niegue la educación a los estudiantes de ciertos grupos perseguidos. El castigo, si no se cumplen esas exigencias, es a menudo la violencia”, según el informe de 2010 del Alto Representante para los Derechos Humanos de la UNAMI. [50] ¿Quiénes son esos “ciertos grupos perseguidos” y que quiere decir exactamente el informe con “grupos resistentes”?

Las políticas sectarias del gobierno de Maliki obstaculizan el derecho a la educación de los niños iraquíes en las zonas de mayoría sunní. Los ataques contra las instituciones educativas por parte del ejército iraquí y de las milicias gubernamentales para intimidar, aterrorizar, secuestrar, arrestar y matar a los estudiantes ocurren de forma regular. Como consecuencia, la asistencia a los colegios ha disminuido de forma drástica. Unos cuantos ejemplos aclararán esto:

El 3 de febrero de 2011, la Brigada Muzana del ejército iraquí impidió que los estudiantes del colegio Isra para chicos y del Instituto Ascensión para chicas, en el área de Haswa del distrito de Abu Ghraib, pudieran ir al colegio a realizar los exámenes semstrales. [51] El miércoles 25 de enero de 2012 por la tarde, en la zona suní situada al este de la ciudad de Tazrib (Tikrit), las fuerzas de seguridad del gobierno iraquí pertenecientes a la LEWA de la IV División del ejército iraquí irrumpieron en el instituto mixto secundario de Medina, atacaron y registraron a los alumnos, y detuvieron con exceso de fuerza a siete estudiantes de octavo y noveno grado, de edades comprendidas entre los 13 y los 14 años. La escuela fue asaltada cuando los estudiantes estaban realizando sus exámenes semestrales. Las fuerzas del gobierno no han explicado la razón o el motivo del asalto.

El sectarismo también penetra “por la puerta de atrás”. Parece que los estudiantes de las provincias de mayoría chií obtuvieron muchos mejores resultados que los de las provincias con población de mayoría sunní. En 2009, en tres ciudades musulmanes sunníes estallaron protestas por el número notablemente más bajo de estudiantes que habían aprobado los exámenes nacionales, lo que aumentó las sospechas de que el gobierno chií de Iraq discrimina a los sunníes y a otros grupos. [52]

Plan de estudios

Las fuerzas ocupantes cambiaron los planes de estudios existentes y ahora el Ministerio de educación es incapaz de reformar los planes de estudio nacionales de forma adecuada debido al sectarismo del gobierno iraquí, a la falta de capacidad y de experiencia del personal. Todo el sistema educativo nacional necesita un refuerzo considerable, en la nación, en las provincias y en los pueblos, para asegurar una educación de calidad. [53]

Aptitudes

La prueba de que es muy probable que una gran parte de los niños en Iraq sufran dificultades de aprendizaje, que hubieran podido evitarrse, y que están relacionadas con la falta de estimulación y el aprendizaje temprano, aumentan. Tal grado de retraso en el lenguaje podría ser el resultado de las muy variadas y generalizadas consecuencias psicosociales de la guerra, lo que incluye la pobreza y el miedo. Sin embargo, las dificultades psicosociales y la pobreza, incluida la preocupación por la supervivencia diaria entre los adultos, les impide poder hablar o estimular a los niños de manera normal.

Además de las dificultades causadas por la falta de estimulación, al desarrollo cognitivo de los niños se ve afectado por la malnutrición. [54]

Según un informe de Oxfam del año 2007, alrededor del 92 por ciento de los niños de Iraq padecen problemas de aprendizaje. [55]

La educación de las niñas

En la educación primaria, las niñas representan el 44,74 por ciento del alumnado. Alrededor del 75 por ciento de las niñas que empezaron el colegio lo han abandonado durante o al final de la escuela primaria y, por lo tanto, no han continuado sus estudios secundarios. Muchas de ellas abandonaron después del primer curso. [56]

Aunque las autoridades estadounidenses e iraquíes creían que durante el año escolar 2007-2008 habría un número mucho mayor de nuevas matrículas escolares, el 76,2 por ciento de las 1.513 iraquíes encuestadas en una investigación de Women for Women International dijeron que a las niñas de sus familias no se les permitía asistir al colegio, y el 56,7 por ciento de las encuestadas dijo que las posibilidades de que las niñas puedan asistir a clase han empeorado durante los últimos cuatro años. Según el equipo iraquí de Women for Women International, las principales razones de esa situación son la pobreza y la inseguridad.[57]

En 2010, un informe de UNICEF describía que el ambiente del aprendizaje en Iraq estaba influido por la escasa seguridad, la pobreza de las familias y la renuencia a permitir que las muchachas adolescentes asistan a clase. El informe citaba las opiniones de las estudiantes que se referían a sus escuelas definiéndolas como “[…] poco acogedoras, desagradables, sucias, con mal mantenimiento, con aseos sucios y sin agua potable” [58].

La carencia endémica de materiales educativos y de formación, así como la reducida capacidad educativa han afectado de forma mucho más grave a las familias que tienen niños con discapacidades, porque ello supone una carga económica añadida.

Muchos de los niños que sufren discapacidades viven en zonas rurales o muy alejadas lo que afecta gravemente su acceso a los servicios disponibles a causa del coste, la ausencia de transporte público y la falta de conocimientos sobre los servicios disponibles. Incluso puede ocurrir que las familias de esas zonas remotas y rurales no lleguen a contactar nunca con profesionales sanitarios. Y aunque esos servicios estuvieran disponibles, el coste de la atención médica resulta prohibitivo para la mayoría de las familias.

Asesinatos y fuga de cerebros

Los asesinatos y las amenazas de muerte contra los educadores han obligado a muchos de ellos a huir del país. Según la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (OCHA en sus siglas en inglés), desde 2006, 180 profesores han sido asesinados, 100 secuestrados y, hasta abril de 2008, 3.250 habían tenido que escapar del país. [59] [60]

El International Medical Corps informó de que la población de profesores de Bagdad se había reducido en un 80 por ciento, y que el personal médico parecía haber abandonado el país en número desproporcionado [61]. Se calcula que a finales de 2006 habían abandonado el país alrededor del 40 por ciento de las clases medias de Iraq [62]. La fuga de cerebros y la destrucción de los colegios y del sistema educativo es parte de la limpieza cultural y de la identidad de la sociedad iraquí [63]. Las clases profesionales y técnicas de Iraq, especialmente los profesores, académicos y profesionales de la salud, huyeron a miles tras el asesinato de sus compañeros, que formaba parte de una campaña selectiva, y que tiene efectos devastadores.

467 académicos universitarios [64] han sido asesinados así como más de dos mil médicos, cientos de abogados, y jueces, 376 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación [65] y miles de profesionales [66]. A esto hay que añadir la salida de profesionales durante los años de sanciones impuestas por Naciones Unidas, lo que ha dejado Iraq ante una inmensa tarea de reconstrucción, no solo de su infraestructura sanitaria y educativa sino de capital humano especializado [67].

Artículo 20 (niños privados de un entorno familiar)

A causa de la guerra y la ocupación se ha producido un aumento drástico en el número de huérfanos en Iraq. Según las estadísticas oficiales del gobierno hay cinco millones de huérfanos iraquíes, el gobierno, el parlamento y las ONG deberían cuidar a los  niños huérfanos de Iraq [68]. Alrededor de 500.000 de estos huérfanos viven en las calles sin los cuidados de una familia ni de institución especializada alguna. [69]

Según la ONG Sponsor Iraqi Children Foundation, aproximadamente uno de cada seis niños iraquíes menores de 18 años es huérfano. Muchos huérfanos mendigan por las calles o venden agua para ayudar a sus madres viudas o a sus hermanos. Son muy vulnerables a las detenciones por mendicidad así como al reclutamiento o a los abusos por parte de delincuentes, extremistas y traficantes de seres humanos. [70]

Artículo 22 (niños refugiados)

Como media, del 75 al 80 por ciento de las personas desplazadas en una crisis [71] son mujeres y niños.

La Sociedad del Creciente Rojo Iraquí calcula que más del 83 por ciento de las personas desplazadas en Iraq son mujeres y niños, y que la mayoría de esos niños son menores de doce años. [72]

Según las cifras publicadas el 22 de enero de 2008 por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), los refugiados iraquíes en Siria sufrían traumas más intensos que los que padecían los refugiados de otros conflictos recientes en otros lugares. Además, se reveló que el 89,5 por ciento sufría depresión, el 81,6 por ciento ansiedad y el 67,6 por ciento trastornos de estrés postraumático. [73]

Los problemas de los niños que se vieron obligados a emigrar suponen un asunto humanitario real debido a que un gran número de familias no cuenta con un vivienda, ni dinero, ni atención sanitaria, ni educación, ni seguridad de ningún tipo. [74]

El estudio de la Dra. Souad al-Azzawi demuestra que en su grupo de estudio el 43,6 por ciento de las familias de los niños del grupo de estudio se marcharon de Iraq y el 12,8% se vieron forzados a dejar sus barrios y el 11,7 por ciento de ellos abandonaron el país. Todo esto debido a la falta de servicios, seguridad y a la ausencia de ley, así como por el temor por sus vidas. Por lo tanto, el 75,5 por ciento de los niños en el grupo de estudio se vieron obligados a emigrar de las zonas donde vivían en Iraq. [75]

Además, el 22,4 por ciento de los niños no podía continuar con sus estudios, debido a las extremadas dificultades económicas [de sus familias]. Otros refugiados iraquíes en Siria no pudieron ofrecer a sus hijos educación gratuita para sus hijos. Otros niños tuvieron que ponerse a trabajar para ayudar al sostenimiento de sus familias.

En 2009, los estudios llevados a cabo por ACNUR, afirmaron que el 20 por ciento de los desplazados en el interior, y el 5 por ciento de los refugiados que retornaron, informaron de tener niños desaparecidos. En noviembre de 2009, el cálculo de los desplazados internos alcanzaba los 2,76 millones de personas (467.517 familias). Un simple cálculo demuestra que más de 93.500 niños de las familias de los desplazados internos han desaparecido. [76]

Artículo 23 (niños con discapacidades) [77]

La distancia a la escuela, el mal estado de los edificios, la carencia de servicios básicos, la falta de empatía de los profesores, la falta de clases de apoyo, el proteccionismo de las familias y la actitud de la sociedad en general son, probablemente, los obstáculos más infranqueables para las niñas con discapacidad. [78]

Los datos fiables sobre los servicios para los niños con discapacidad en Iraq son extremadamente limitados. Los largos años de sanciones de Naciones Unidas produjeron una ausencia crónica de inversiones, y ya, a finales de 1991 las cuatro instituciones de formación especializada e instituciones de coordinación nacional [79] se cerraron.

La ausencia endémica de material educativo y de formación y la reducida capacidad educativa dio como resultado un aumento de la vulnerabilidad de las familias con niños discapacitados, que suponían una carga económica más.

Muchos niños con discapacidad viven en zonas rurales o remotas, lo cual incide gravemente en su capacidad para poder utilizar los servicios disponibles debido al coste, la falta de transporte público y la falta de información sobre la existencia de tales servicios. Es probable que las familias de zonas rurales y alejadas nunca hayan visto a un profesional sanitario. Incluso si hubiera servicios disponibles el coste del servicio médico sería prohibitivo para la mayoría de las familias (Cameron, 2005). [80]

El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales  (MoLSA) es responsable de la atención institucional y de las prestaciones sociales. A pesad de que hay un presupuesto del que dispone el gobierno central para alimentación, transporte y otras instalaciones de atención social, el personal carece de formación y las unidades necesitan instalaciones educativas modernas. Hay unos 200 trabajadores sociales disponibles, pero su falta de experiencia los hace sobretodo ineficaces. [81]

Artículo 33 (uso de drogas)

“Los gobiernos deben utilizar todos los medios posibles para proteger a los niños contra el dañino consumo de drogas y para evitar que se los utilice en el tráfico de drogas”.

Actualmente en Iraq muchos niños no acuden a la escuela ni juegan en la calle, sino que se esconden en las esquinas para consumir drogas o para venderlas. Los expertos afirman que muchos niños, especialmente los huérfanos, han caído presa del abuso de drogas en los últimos años. Según afirma Amir Mouhammad Bayat, psicólogo que trabaja con niños adictos, antes de la invasión liderada por EEUU en 2003 la adicción a las drogas entre los niños era prácticamente inexistente. En muchos casos, afirma Bayat, los niños recurren a las drogas para aliviar el dolor y el sufrimiento infligidos por la guerra. [82].

Los informes de UNICEF advierten que la adicción a la droga se está convirtiendo en algo más que un fenómeno entre los niños iraquíes. Desde 2005 se ha producido un incremento del 30 por ciento de adicción entre los niños y durante el último año el aumento ha sido cercano al 10 por ciento.

Sin embargo, el problema va mucho más allá de la adicción. Muchos niños se encuentran atrapados en el próspero negocio de las drogas en el ‘nuevo Iraq’. Normalmente las bandas de traficantes tienen como objetivo a los niños que han perdido a un familiar o que trabajan en las calles. «[…] Los traficantes ofrecen trabajo y ayuda atrayendo fácilmente a niños inocentes hacia la dependencia de las drogas». [83]

Los expertos se lamentan de que el gobierno ignore la grave situación de consumo de drogas entre niños. Bayat afirma que «[…] El problema se agrava porque el gobierno no se ocupa de la caótica situación en la que viven los niños» y señala que la única ayuda que reciben proviene de organizaciones de apoyo independientes y de voluntarios quienes, por lo general, se enfrentan a una misión dura y, en ocasiones, peligrosa. «[…] Los problemas de inseguridad hacen que sea más difícil para los voluntarios contactar con los niños que padecen  dependencia y poder ofrecerles ayuda, ya que los traficantes armados pueden vengarse en cualquier momento de estos voluntarios que intentan sacar a los niños de las calles». [84]

Artículo 34 (explotación sexual)

“Los gobiernos deben proteger a los niños contra cualquier forma de explotación sexual y abuso”.

La ONG Women’s Freedom in Iraq estima que, en los últimos siete años desde el comienzo de la guerra, alrededor de cuatro mil mujeres, una quinta parte menores de 18 años, han desaparecido.

Niñas inocentes que aún deberían estar disfrutando de su infancia bajo la protección de sus madres han sido encarceladas por delitos de prostitución, un calvario en el que se han visto convertidas en las modernas esclavas de hoy en día. Hasta el momento, incluso ignoramos sí el número de víctimas del tráfico de adolescentes de los últimos años asciende a miles o a decenas de miles. [85].

La organización Women’s Will (La Voluntad de las Mujeres, OWW en sus siglas en inglés) informa de que entre las mujeres prostituidas, el porcentaje de las menores llega al 65 por ciento [86].

La violencia utilizada contra las mujeres y niñas se dirige sobre todo contra las que están embarazadas. Muchos informes aseguran que abortaron a causa de las patadas y las palizas. A las mujeres y las jóvenes que tuvieron un aborto se las obligó a volver al trabajo de manera inmediata. Algunas de las niñas son víctimas de torturas en los casos de violación por las bandas. Los clientes pedófilos venden a los hijos de las mujeres prostituidas y están condenados a un círculo vicioso de encarcelamiento debido a la prostitución forzosa y a desde ese momento no hay otra salida que la vuelta a la prostitución. En pocos casos algunas niñas han llegado a vender sus órganos. [87]

Cuanto más joven es la mujer, más lucrativo es el negocio. Las niñas menores de 16 años son las más demandadas. Se afirma que los traficantes venden niñas de entre 11 y 12 años por hasta treinta mil dólares, mientras que a las mujeres y a las niñas de más edad y ‘usadas’ se las puede comprar por sólo dos mil dólares. Los traficantes cuentan con el apoyo de sofisticadas redes criminales capaces de falsificar documentación y sobornar a funcionarios corruptos para eliminar cualquier tipo de traba. [88] En algunos casos, las mujeres y las jóvenes solicitan que las mantengan en los centros de detención, incluso después de haber cumplido con la sentencia, por temor a que sus familias las asesinen [89] [con el propósito de limpiar el honor de la familia].

Un informe dado a conocer por la ONG Social Change for Education in the Middle East con sede en Londres [90] subraya el padecimiento de las niñas que con 10 o 12 años han sido objeto de tráfico humano en el Iraq de la posguerra hacia otros países como Siria, Jordania, Líbano, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí para su explotación sexual. Otras víctimas del tráfico en el interior de Iraq acaban en clubs nocturnos o en burdeles, con frecuencia en Bagdad. Algunos de esos prostíbulos “[…] se han creado únicamente para satisfacer la demanda creada por el personal al servicio de Estados Unidos”, indica el informe.

Aunque en Iraq existía explotación sexual, como en cualquier parte, mucho antes de que la guerra empezara en 2003, “la invasión y la inestabilidad subsiguiente crearon un entorno en el que las mujeres jóvenes y las adolescentes se hicieron mucho más vulnerables frente al tráfico sexual”.

A algunas de las víctimas jóvenes se las engaña haciéndolas creer en una promesa de matrimonio verdadera, afirma Abu-Atta, pero después son explotadas sexualmente, las divorcian y las lanzan a la calle, donde a los ojos de la conservadora sociedad árabe todo el honor se ha perdido. Así ellas se convierten en fáciles objetos de nuevos abusos.

Otra práctica cruel, particularmente en las ciudades santas chiíes de Nayaf y Kerbala, y también en Siria, es el matrimonio muta, en el que se casa a una adolescente en presencia de una figura religiosa por un precio que se paga al  hombre para un tiempo determinado, que va desde una hora hasta un par de meses. [92]

El gobierno no se hace responsable

Cuando se habla de este asunto con el Imán Abu Atta, investigador clínico, incluso encontramos resistencia. [93]

El gobierno y las autoridades británicas y estadounidenses, cuya presencia de fuerzas en Iraq ha sido un factor que ha contribuido al problema, han hecho poco para combatir el tráfico de mujeres y de adolescentes: no se ha perseguido con éxito a las bandas criminales implicadas en el tráfico de seres humanos, no se ha elaborado un plan integral para abordar el problema ni se ha dado un apoyo considerable a las víctimas. [94]

Organizaciones por los derechos de las mujeres informaron a Human Rights Watch que las mujeres víctimas del tráfico humano (y las mujeres víctimas de violencia sexual) a menudo acaban en la cárcel. El gobierno no proporciona asistencia a las víctimas repatriadas desde el extranjero. Las autoridades iraquíes procesan y condenan a las víctimas del tráfico sexual por cometer actos ilegales como resultado de haber caído en las redes de traficantes. Las víctimas también son encarceladas por prostitución, mientras que el gobierno no castiga a sus agresores. [95]

Artículo 38 (guerra y conflictos armados)

“Los gobiernos deben de hacer todo lo que está en sus manos para proteger y atender a los niños afectados por la guerra” (Problemas psicológicos)

El derrumbe de la economía iraquí, la violencia sectaria, los asaltos de las tropas estadounidenses contra la población civil, y el asesinato los miembros de su familia han privado a los niños iraquíes de una infancia inocente y despreocupada. Los niños tienen que hacer frente a las rupturas familiares, a la pobreza y a una total falta de seguridad; se ven obligados a trabajar y a ganar dinero ya que sus familias padecen hambre y pobreza. Abandonan las escuelas para enfrentarse a los problemas de los adultos, tales como el desempleo, el trabajo manual, etc. La exposición a la violencia diaria ha afectado su desarrollo psicológico y su comportamiento. [96] El 46,8 por ciento de los niños incluidos en el estudio se enfrentan a problemas graves de salud, así como a trastornos psicológicos y mentales. [97]

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cuarta causa de morbilidad entre los iraquíes mayores de cinco años son los trastornos mentales, que llegan a superar el número de enfermedades infecciosas. [98]

Un estudio realizado por la Sociedad Iraquí de Psiquiatras, en colaboración con la OMS, reveló que el 70 por ciento de los niños (de una muestra de diez mil) de la zona Shaab, al norte de Bagdad, padecen síntomas traumáticos. [99]

Algunos estudios sobre la prevalencia de los trastornos mentales de los niños fueron realizados en Bagdad, Mosul y Dahuk. El primer estudio reveló que en los últimos dos años el 47 por ciento de los niños de primaria han estado expuestos a graves hechos traumáticos y el 14 por ciento ha sufrido trastornos de estrés postraumático, en una proporción de un 9 por ciento de niños y un 17 por ciento de niñas. [100]

En el segundo estudio realizado en Mosul se evaluó a adolescentes que padecían trastornos mentales. Un 30 por ciento mostraba síntomas de trastorno de estrés postraumático, en una proporción de un 26 por ciento de niños y un 32 por ciento de niñas. La tasa era más alta entre los adolescentes de mayor edad. El 92 por ciento de estos adolescentes enfermos no ha recibido tratamiento alguno.  [101]

Otro estudio realizado en 2005 por el Departamento de Psiquiatría Infantil del Hospital General Pediátrico de Bagdad reveló que el 22 por ciento casos padecía trastornos de ansiedad; el 18 por ciento problemas de conducta (desórdenes hiperquinéticos); el 15 por ciento enuresis exógena; el 14 por ciento casos de tartamudez; el 10 por ciento epilepsia y el 1,3 por ciento depresión (al-Obaidi at al.).

Los niños han estado expuestos a las batallas en las calles, han visto pasar a su lado cadáveres cuando iban al colegio; han visto a sus familiares y amigos asesinados o heridos y han visto otros actos de guerra y ocupación. Esto no lo han visto una vez, han visto estas cosas muchas veces y durante años y años.

Prácticamente todos los niños son hijos o hijas de víctimas de terribles violaciones de los derechos humanos, tales como tortura, violación o ataques con armas químicas. La mayoría de los padres ni siquiera han tenido la posibilidad de pasar el luto por las pérdidas de los suyos y recuperarse de sus traumáticas experiencias debido a la falta de servicios de ayuda y al reconocimiento social. Los niños que viven en familias de supervivientes, se convierten con frecuencia en víctimas de agresiones físicas y emocionales y de los olvidados efectos del conflicto inter-generacional y de las familias desestructuradas, producto del trauma colectivo. Los niños están expuestos a la violencia tanto dentro como fuera de sus hogares, como consecuencia de lo cual, sufren una amplia variedad de alteraciones de la conducta y de estrés traumático, que se manifiesta en desórdenes del sueño, comportamiento activo e hiperactivo, rechazo social, depresión, ansiedad, así como trastornos en el desarrollo y trastornos alimenticios. Puesto que, con frecuencia, los niños tienen que lidiar con sus padres traumatizados de diversas formas, su propio desarrollo, para convertirse en miembros productivos de una sociedad, se hace imposible.

Las espantosas imágenes de cadáveres despedazados esparcidos en las calles y las escenas de sus padres o de sus familiares asesinados ante sus ojos permanecerán ancladas firmemente en las mentes de estos niños durante muchos años, y les dejará huellas psicológicas negativas en su comportamiento futuro.

“El baño de sangre sin fin y la carencia de ayuda profesional hará que los niños de Iraq crezcan o bien profundamente marcados o bien tan habituados a la violencia que mantendrán ese patrón de comportamiento cuando se conviertan en adultos”.

El Ibn Rushd es el único hospital psiquiátrico de una capital de seis millones de habitantes. [102] Los psiquiatras iraquíes, al igual que la mayoría de los profesionales de la medicina del país, padecen tanto de un déficit formativo como de financiación. No existen centros de psicoterapia ni de atención a las crisis mentales.

De todas las estadísticas que describen la devastación causada por la guerra ilegal en Iraq, las cifras que muestran el sufrimiento de los niños iraquíes son las más preocupantes y las más desgarradoras. Estos niños determinarán el futuro de Iraq. Tanto su bienestar, como la carencia del mismo, tendrán un impacto en las vidas de todos los iraquíes, independientemente de su secta, religión o etnia. [103]

Las fuerzas de ocupación anglo-estadounidense y el gobierno iraquí han sido estrepitosamente incapaces de cumplir con sus más esenciales obligaciones respecto a los niños de Iraq.

Las potencias ocupantes son total y absolutamente responsables de las violaciones de las disposiciones y los convenios relativos a los niños y deben rendir cuenta, sin paliativos, del daño que han infligido a los niños iraquíes.

Las instituciones y los mecanismos iraquíes que deberían asegurar la protección física, social y legal a las mujeres, a los niños y a los jóvenes son disfuncionales e indignas de confianza; como resultado de ello, los más vulnerables están expuestos a la explotación y a abusos tales como el asesinato, el secuestro, la violencia de género, el tráfico de seres humanos, el reclutamiento y la utilización por grupos armados, el trabajo infantil y la privación de libertad. [104]

Exigimos  a la comunidad internacional y a todos los organismos de Derechos Humanos que aborden y discutan estos temas en el Consejo de Seguridad [de Naciones Unidas] y que envíen un relator especial a Iraq.

Notas:
1. Chris Floyd, War Without End, Amen: The Reality of America’s Aggression Against Iraq, Empire Burlesque, 17 diciembre 2011
2. Convenio (IV) relativo a la Protección de Personas Civiles en Tiempo de Guerra. Ginebra, 12 agosto 1949:  
3. El Convenio fue ratificado por 149 países Naciones Unidas, excepto EEUU y Somalia.
4. Reliefweb, “Fallen Off The Agenda? More And Better Aid Needed For Iraq Recovery”, 11 de julio de 2010.
5. Convención de los Derechos del Niño
6. « Iraq Deaths »: http://www.justforeignpolicy.org/iraq
7. El informe “The Weapons That Kill Civilians, Deaths of Children and Noncombatants in Iraq”, se recopiló a partir de una muestra de 60481 muertes sucedidas en 14196 sucesos en un período de cinco años desde la invasión de 2003. No se contabilizaron las víctimas civiles consecuencia de ataques de violencia concentrados, como los dos asedios contra la ciudad de Faluya.
8. Kim Sengupta, “Iraq air raids hit mostly women and children”, The Independent, 16 de abril de 2009.
9. “Iraqi deaths from violence 2003–2011. Analysis and overview from Iraq Body Count”,  2012 .
10. “UN Calls Rights Situation in Iraq ‘Fragile’”, Coomondreams.org, 8 de agosto de 2003.
11. Merrill Singer, G. Derrick Hodge, The war machine and global health: a critical medical anthropological examination of the human costs of armed conflict and the international violence industry, Merry Singer and G. Derrick Hodg editors, Altamira Press, 2010.
12. Informe de la ONG NCCI, “Environmentals Contaminatns for War Remmants in Iraq”, junio de 2011.
13. Diferentes artículos sobre el agua en Iraq disponibles en WaterWebster
14. Malak Hamdan, “Humanitarian Disaster In Fallujah: Unprecedented Numbers of Birth Defects, Miscarriages and Cancer Cases”, 12 de abril de 2010.
15. Nota de prensa del Tribunal Brusslas, “Genetic damage and health in Fallujah Iraq worse than Hiroshima”, 2 de julio de 2010.
16. Chris Bugsbly, et al, nota de prensa del equipo científico que identificó el uranio enriquecido en las nuevas armas utilizadas por Estados Unidos en Iraq,IraqSolidaridad, 18 de octubre de 2011.
17. Samira Alaani, Mozhgan Savabieasfahani, Mohammad Tafash y Paola Manduca, “Four Polygamous Families with Congenital Birth Defects from Fallujah, Iraq”, 4 de enero de 2011.
18. Véase nota 16.
19. Ibídem.
20. Ibídem.
21. Ibídem.
22. Karlos Zurutuza, “Occupation could link to high child cancer rates”, DW-World, 2011.
23. UNAMI, “Moving ahead to improve lives of Iraqis affected by landmines”, 2011
24. Ibídem.
25. Indymedia, “IRAQ – landmines, bombs, depleted uranium – devastation – children amputees”, 4 de diciembre de 201126.
26. Heyet, “Iraq’s War Disfigured Babies”, 2 de marzo de 2009.
27. RiaVerjauw, “The European political landscape regarding the ban on uranium weapons – with focus on Belgium”, ICBUW, Bélgica.
28. Dahr Jamail, “Iraqi Hospitals Ailing under Occupation”, World Tribunal on Iraq, Estambul, Turquía, 2005.
29. Conferencia, organizada por Iraqi Medical Association con la colaboración de Medact, “The Iraq health crisis”, 16 de enero de 2008.
30. Women’s Commission for refugee women and Children, “Women, children and youth in the Iraq crisis: a fact sheet”, enero de 2008.
31. Michael Haas, “Children and Unlamented Victims of Bush’s War Crimes”, ICH, 1 mayo de 2009
32. Souad N. al-Azzawi, “Violations of Iraqi children’s Rights under the American Occupation”, Tribunal BRussells, febrero de 2010.
33. UNICEF, informe “Survey on the state of the environment in Iraq launched”, Bagdad, 22 septiembre de 2011.
34. Las cifras pertenecen a una investigación realizada entre 2007 y 2008 y dirigida por el Ministerio de Sanidad, el Ministerio de Educación y sus homólogos en el gobierno regional del Kurdistán en cooperación con la OMS, Humanitarian Update Iraq Nº. 6, abril de 2009.
35. “Iraqi Trade Ministry Introduces Income-Based Rationing Assessment”, AK News, 18 de noviembre de 2010.
36. Informe de Naciones Unidas sobre los Objetivos para el Desarrollo del Milenio, 2010.
37. Véase nota 32.
38. Véase nota 4.
39. Véase  nota 32.
40. Bedwa Sharma, “UN Forced to Cut Food Aid to Iraqi Women, Children”, United Nations, 19 de Julio de 2010.
41. Véase nota 32.
42. “A Study of Education Opportunities for Disabled Children and Youth and Early Childhood Development (ECD) in Iraq 2010”, CARA, Fase 1, abril de 2010.
43. UNICEF, la UE y el gobierno de Iraq inician un programa de 17 millones de euros cuyo objetivo es la mejora de la educación primaria en Iraq. UNICEF, 17 de marzo de 2010.
44. Véase nota 42.
45. Ibídem.
46. Informe de la UNAMI sobre Derechos Humanos, 2010.
47. Véase nota 4.
48. The Laws of War, Yale Law School [Compendio de las legalidad en tiempo de Guerra d la Universidad de Yale]
49. “Education under Attack 2010 – Iraq”- UNESCO
50. Vése nota 46.
51. Dirk Adriaensens, “Dying education in the ‘blossoming’ Iraqi democracy”, 16 de febrero de 2011.
52. Sahar Issa, “Another legacy of war: Iraqis losing faith in public schools”, McClatchy, 10 de septiembre de 2009
53. Véase nota 4.
54. « Girls Education in Iraq », 2010, Unicef: http://reliefweb.int/sites/reliefweb.int/files/resources/A3F345FEB60FD713C12577AD00341F90-Full_report.pdf
55. Ponencia de Hans von Sponeck en el Seminario de Gante, “Iraq: Un caso de educidio», 9-11 de marzo de 2011.
56. Dr. Mathew Griffiths, Informe de UNICEF, “Girls Education in Iraq”, 2010.
57. Ibídem.
58. Véase nota 55.
59. Informe del Comité International de la Cruz Roja, “Humanitarian implications of the wars in Iraq”, 31 de diciembre de 2007.
60. Azzman, “196 professors killed, more than 100 kidnapped since U.S. invasion”, 16 de marzo de 2007.
61. Elizabeth Ferris, “Iraq Humanitarian issues and politics in Iraq”, RelifWeb, 14 de febrero de 2007.
62. Sumedia Sannayaki, “Iraq: Brain Drain Poses Threat To Future”, Radio Free Europe-Radio Liberty, 16 de noviembrede 2006.  
63.Véase nota 32.
64. Tribunal BRussells, relación de profesores y científicos asesinados en Iraq. Véase además relación IraqSolidaridad, relación de docentes asesinados en Iraq que únicamente incluye personal docente (actualizada a 21 de agosto de 2011).
65. Tribunal Brussells, relación de profesionales de los medios de comunicación asesinados en Iraq
66. Dirk Adriaensens, “The destruction of Iraq’s education”, junio de 2008.
67. Vése nota 42.
68. Voices of Iraq, “Occupation’s Toll: 5 Million Iraqi Children Orphaned”, AlterNet, 18 de diciembre de 2007.
69. Véase nota 32.
70. Sponsor Iraqi Children Foundation, “DC Area Foundation Reopens Baghdad Center for Street Children”, 19 de diciembre de 2011.  
71. Según el Informe de derechos Humanos de la UNAMI para 2010, El gobierno informó que, se calculaba que el número de desplazados internos desde 2006 hasta enero de 2011 era de alrededor de 1.343.568. Bagdad ha alojado al mayor número de desplazados, con cerca de 358.457 personas (62.374 familias). Véase nota 46.
72. Véase nota 30.
73. IRIN News, “SYRIA: UN research indicates high levels of trauma among Iraqi refugees”, 22 de enero de 2008.
74. Véase nota 32.
75 Ibídem.
76. « Always someone’s mother or father, always someone’s child. The missing persons of Iraq »: http://www.brussellstribunal.org/pdf/Disappearances_missing_persons_in_Iraq.pdf
77. Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidades, de Naciones Unidas.
78. Véase nota 55.
79. « Referral Institutions and the National System for Disability Prevention and Early Detection »
80. Véase nota 42.
81. Ibídem.
82. « Iraq’s Children Drug Addicts », Dealers, 25 diciembre 2008 10:01
http://forums.understanding-islam.com/showthread.php?7464-Iraq-s-Children-Drug-Addicts-Dealers
83. Ibídem.
84. Ibídem.
85. Organization of Women’s Freedom in Iraq (OWFI): http://www.equalityiniraq.com/activities/117-prostitution – and-trafficking-of-women-and-girls-in-iraq
86. En 2007, la OWFI asumió el desafío de investigar y documentar el alcance del tráfico y prostitución dentro de Iraq e hicieron un listado de las casas de prostitución y tráfico de personas halladas en 2008 en Bagdad y sus suburbios.
87. Véase nota 85.
88. « At a Crossroads, Human Rights in Iraq Eight Years after the US-Led Invasion »: http://www.hrw.org/sites/default/files/reports/iraq0211W.pdf
89. Ibídem.
90. Laura Smith-Spark, “Silent victims: Iraqi women trafficked for sex”, CNN, 10 de noviembre de 2011.
91. Ibídem.
92. Véase nota 90.
93. Ibídem.
94. Human Rights Watch, “At a Crossroads – Human Rights in Iraq Eight Years after the US-Led Invasion» ,2011.
95. Ibídem.
96. Véase nota 32.
97. Ibídem.
98. WHO Eastern Mediterranean Regional Office, Division of Health System and Services Development, Health Policy and Planning Unit, “Health Systems Profile: Iraq,” 2005.
99. Adnan al-Daini, “The Plight of Iraqi Children”, Dissident Voice, 5 de enero de 2012.
100. Ali H Razokhi , Issam K Taha, Nezar Ismat Taib, Sabah Sadik, Naeema Al Gasseer, “Mental health of Iraqi children”, The Lancet, 2 de septiembre de 2006.
101. Ibídem.
102. James Palmer, “PROTESTERS PLEAD FOR PEACE Civilian toll: Iraqis exhibit more mental health problem”, Chronicle Foreign Service , 19 marzo de 2007.
103. Vése nota 99.
104.Véase nota 4.

*Bie Kentane es activista y miembro del Tribunal BRussells, y está especializada en infancia.

Texto original disponible en inglés.

Sentencia del Tribunal Kuala Lumpur de crímenes de guerra.

13 May, 2012

Tribunal Kuala Lumpur, 11 de mayo de 2012

Traducido para IraqSolidaridad por Paloma Valverde

 

¿Por qué el asesinato de un hombre es considerado un crimen y el asesinato de cientos de miles de personas cometido en una guerra no lo es?
Dr. Mahathir Mohamad

Bush y sus aliados culpables de tortura, ha dictaminado el Tribunal Kuala Lumpur de crímenes de guerra.

El tribunal, compuesto por cinco jueces, ha declarado culpable por unanimidad a George W. Bush, ex presidente de Estados Unidos, y sus colegas, en la sesión que dio comienzo el lunes en el Tribunal de Crímenes de Guerra de Kuala Lumpur (Malasia).

Sobre la acusación de crimen de tortura y crímenes de guerra, el tribunal ha declarado a George W. Bush, ex presidente de Estados Unidos, y a sus colegas Richard Cheney, ex vicepresidente de Estados Unidos; Donald Rumsfeld, ex secretario de Defensa; Alberto Gonzales, ex consejero del presidente Bush; David Addintong, abogado del vicepresidente, William Haynes II, abogado del secretario de Defensa; Jay Bybee, asesor del Fiscal general y John Chooj, viceasesor del Fiscal general, culpables de crímenes de guerra por comisión de tortura, trato cruel, inhumano y degradante en base a las denuncias por crímenes de guerra realizadas por las víctimas.

Proceso judicial

A principios de semana, el tribunal escuchó los testimonios tres testigos [1]: Abbas Abid, Moazzam Begg y Yamila Hamidi. Todos ellos relataron las horrorosas torturas a las que se enfrentaron durante su encarcelamiento. El tribunal escuchó igualmente otras dos declaraciones juradas, la de Ali Salal, ciudadano iraquí, y la de Ruhel Ahmed, ciudadano británico.

Las declaraciones demostraron que a Abbas Abid, de 48 años e ingeniero jefe del Ministerio de Ciencia y Tecnología, le habían arrancado las uñas con unos alicates. A Alí Shalal le ataron con un alambre electrificado, le colgaron del techo y empezaron a darle descargar eléctricas. A Moazzam Begg le dieron una paliza y le encerraron en una celda de castigo. A Yamila lo desnudaron casi por completo y le vejaron y lo utilizaron como escudo humano mientras lo transportaban en un helicóptero. Todos estos testigos aún presentan restos de las heridas que les fueron infligidas.

Esos testigos fueron arrestados y encarcelados en prisiones de Afganistán (Bagram), Iraq (Abú Ghraib y aeropuerto internacional de Bagdad) y a dos de ellos, Moazzam Begg y Rhuhel Ahmed, los transportaron a Guantánamo.

En el alegato que duró un día, la acusación demostró de manera perfectamente articulada, cómo los máximos responsables, el presidente Bush, el vicepresidente Cheney, el secretario de Defensa Rumsfeld, ayudados y aconsejados por sus consejeros legales y otros altos responsables de la CIA, actuaron todos a una. La tortura ha sido aplicada de manera sistemática y se ha convertido en una norma aceptada.

De acuerdo con la acusación, el testimonio de todos estos testigos demuestra un comportamiento sistemático brutal, bárbaro y cruel contra los testigos. Estos crímenes se cometieron para infligir el mayor dolor y el máximo sufrimiento posible a las víctimas.

Tras el alegato de la Defensa de Amicus Curiae y la subsiguiente respuesta de la acusación, el tribunal por unanimidad sentenció que la acusación había establecido un prima facie case.

Tras horas de deliberación, Tan Sri Dato Lamin bin Haji Mohd Yunus Lamin, presidente del tribunal, dio lectura a la sentencia que recoge que la acusación ha establecido, más allá de cualquier duda razonable, que las personas acusadas, a saber: el ex presidente George Bush y los que conspiraron con él en una red de instrucciones, memorándum, directivas y acciones legales, establecieron un plan y un objetivo común, se unieron en una empresa o conspiración común para cometer el crimen de tortura y de crímenes de guerra, y no solo eso, sino que en relación con la guerra contra el terrorismo y las guerras emprendidas por Estados Unidos y otros países en Afganistán e Iraq se cometieron los siguientes crímenes:

a)      Tortura

b)      Creación, autorización y ejecución de un régimen de trato cruel, inhumano y degradante

c)      Violación de la legalidad internacional

d)      Violación de la Convención contra la tortura de 1984

e)      Violación de la III y IV Convención de Ginebra de 1949

f)       Violación del Artículo 3 común de la Convención de Ginebra de 1949

g)      Violación de la Declaración de Derechos Humanos de la carta de Naciones Unidas

El tribunal considera que la acusación ha establecido, más allá de cualquier duda razonable, que las personas acusadas son, de manera individual y conjunta, culpables de todos los crímenes cometidos en la consecución de su plan y objetivos comunes, de acuerdo con los principios establecidos por el artículo 6 de la Carta del Tribunal Internacional Militar (Carta de Nuremberg), el cual establece inter alia que “[…] los dirigentes, organizadores, instigadores y cómplices que participen en la formulación o ejecución de un plan o de una conspiración común para cometer crímenes de guerra son responsables de todos los actos llevados a cabo por cualquier persona para ejecutar dicho plan.”

Naciones Unidas ha adoptado como costumbre en la legalidad internacional los principios de la Carta de Nuremberg y de la Decisión Nuremberg. El gobierno de Estados Unidos está sujeto a la costumbre de la legalidad internacional, a los principios de la Carta de Nuremberg y a la Decisión Nuremberg.

El tribunal ha considerado que la acusación ha establecido, más allá de cualquier duda razonable, que los letrados acusados que dieron el consejo de que “[…] las Convenciones de Ginebra no eran de aplicación (en relación con los sospechosos de pertenecer a Al Qaeda y a los detenidos talibanes); que no se produjeron hechos susceptibles de denominarse tortura de acuerdo con la definición dada en la Convención sobre la tortura, y que las técnicas de mejora de los interrogatorios (tratamiento cruel inhumano y degradante) se permitían”.

La acusación también ha establecido, más allá de cualquier duda razonable, que los letrados acusados “[…] sabían perfectamente que su consejo legal se utilizaría para actuar, y de hecho así sucedió, y tal consejo legal estableció las bases para la violación de la legalidad internacional, las Convenciones de Ginebra y la Convención sobre la tortura.”

El consejo legal aportado por los abogados acusados fue vinculante para los acusados Bush, Rumsfeld y Cheney, cada uno de los cuales confió en el consejo de sus abogados. Otros, como George Tenet, director de la CIA, y Diane Beaver, responsable de Guantánamo, confiaron en el consejo legal de los abogados acusados. La acusación ha establecido, más allá de cualquier duda razonable, que los letrados acusados son responsables criminalmente de sus actos por participar en una empresa criminal.

El presidente indicó que el tribunal ordena que las reparaciones de guerra sean acordes al daño y a las heridas irreparables, así como al dolor y al sufrimiento denunciado y padecido por las víctimas de crímenes de guerra, y que sean indemnizados como víctimas de crímenes de guerra. Debido a que siempre está en la mente de los miembros de tribunal que esta corte es un tribunal de conciencia sin poder real para hacer cumplir la ley, el tribunal considera que en este caso los testigos son sujetos ex justitia para el pago de las reparaciones por las ocho personas acusadas y sus gobiernos.

El tribunal desea que, equipados con las armas de los hechos demostrados en este juicio, la voluntad de los testigos encuentre, en un futuro próximo, un Estado o una entidad judicial internacional con capacidad y voluntad para ejercer la jurisdicción e implementar el veredicto de este tribunal contra las ocho personas acusadas y sus gobiernos. Las reparaciones que el tribunal ha considerado deben remitirse a la Comisión de crímenes de guerra para facilitar la determinación y el total de las reparaciones que se han de entregar a las víctimas de estos crímenes de guerra.

Recomendaciones del tribunal

El presidente Lamin continuó: “[…] Como tribunal de conciencia, esta corte es absolutamente consciente de que su veredicto es meramente declaratorio en su misma naturaleza. El tribunal no tiene poder de hacerlo cumplir, ni poder de imponer ninguna sentencia de privación de libertad a ninguna de las ocho personas sentenciadas.

Lo que sí puede hacer el tribunal, de acuerdo con el artículo 31 del Capítulo VI, parte 2 de la Carta de Nuremberg es recomendar a la Comisión de crímenes de guerra de Kuala Lumpur que remita los resultados de este tribunal, junto con las grabaciones de todo el proceso judicial al Fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, así como al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

El tribunal recomienda además a la Comisión de Crímenes de guerra de Kuala Lumpur, que el nombre de las ocho personas condenadas se incluya en el registro de criminales de guerra de la Comisión para ser debidamente publicado.

El tribunal igualmente recomienda a la Comisión de crímenes de guerra que dé la mayor publicidad internacional a esta sentencia y a las reparaciones, puesto que los crímenes cometidos son universales por lo que es responsabilidad de todas las naciones establecer los mecanismos para encausar a cualquiera de las ocho personas sentenciadas que entren en sus jurisdicciones.

Notas de IraqSolidaridad

1.- Véase en IraqSolidaridad Sesión del Tribunal Kuala Lumpur contra crímenes de guerra: Testimonios de las víctimas, 4 de mayo de 2012.

Texto original en inglés

Sesión del Tribunal Kuala Lumpur contra crímenes de guerra: testimonio de las víctimas

4 May, 2012

Tribunal Kuala Lumpur, 3 de mayo de 2012

Edición IraqSolidaridad

Traducido para IraqSolidaridad y Tribunal Bruselas por Paloma Valverde

 ¿Por qué el asesinato de un hombre es considerado un crimen y el asesinato de cientos de miles de personas cometido en una guerra no lo es?
-D.r Mahathir Mohamad

 

El tribunal de Kuala Lumpur [1] juzgará la segunda acusación de crimen de tortura y crímenes de guerra contra los acusados, cuyas acusaciones están basadas en la violación de la Convención contra la tortura de 1984 y la III Convención de Ginebra de 1949.

La Convención contra la Tortura define el término ‘tortura’ como  “infligir de manera intencionada grave daño o sufrimiento, ya sea físico o mental, con el consentimiento o la aquiescencia de un responsable público”. El término ‘responsable público’ se refiere al “responsable de la tortura” e incluye al jefe del Estado. Excluye el sufrimiento provocado por la imposición de un castigo legal.

Las Convenciones de Ginebra se crearon en 1949 tras la Segunda Guerra  Mundial y cristalizaron en la Ley humanitaria cuyo objetivo es limitar los horrores de la guerra estableciendo unos estándares mínimos de tratamiento humano en los conflictos armados, sean o no de carácter internacional, para todos los seres humanos, sean combatientes o no, y que todo el mundo debe cumplir.

El artículo 3 de la Convención de Ginebra incluye el articulado de conducta civilizada y obliga a tratar de manera humana y bajo cualquier circunstancia a cualquier persona que no esté tomando parte activa en las hostilidades. El tratamiento cruel a las personas y la tortura, así como los ultrajes contra la dignidad persona”, están incluidos en la convención.

Siguiendo las garantías procesales debidas, la Comisión Kuala Lumpur de Crímenes de Guerra (KLWCC, en sus siglas en inglés) presenta estos cargos contra los acusados. Tras recibir quejas de víctimas torturadas en Guantánamo e Iraq, en 2009 la Comisión procedió a llevar a cabo una minuciosa y exhaustiva investigación durante un período de casi dos años. Se establecieron y presentaron dos acusaciones de crímenes de guerra contra las personas antes mencionadas.

El ahora ex presidente Bush buscó opiniones legales para justificar sus acciones y suspender la aplicación de la III Convención de Ginebra contra la tortura. Rumsfeld, el entonces secretario de Defensa autorizó técnicas de interrogatorio muy agresivas y las implementó primero en Guantánamo y después en Afganistán e Iraq.

La brutalidad infligida viola claramente las convenciones internacionales. El consejo legal, aportado por relevantes abogados fue dado de manera voluntaria para servir al objetivo final del ejecutivo. Por esta razón, los abogados que participaron en esto son igualmente culpables de crímenes de guerra. La Comisión recomendó la puesta en marcha de la acusación contra las personas acusadas.

Las víctimas que acudirán a la sesión del Tribunal para testificar contra los acusados jamás han sido acusados de ningún delito y se les negó cualquier representación legal. No se les aplicó las garantías legales de la legalidad internacional.

Las experiencias de lo detenidos, ya sea en Guantánamo o en Abú Ghraib (Iraq) o en Bagram (Afganistán) fueron similares. Los métodos empleados de manera sistemática en esos centros de detención ilegal, revelaron una profunda complicidad y no, tal y como afirma Estados Unidos, los actos de unos pocos soldados gamberros.

Los lamentos de esas víctimas han sido así, mucho más desatendidos por la comunidad internacional. A las víctimas se les ha negado eL derecho humano fundamental a ser escuchado. Estos testigos hablarán sobre la tortura que han padecido durante su encarcelamiento. Los acusados tendrán derecho a réplica como en cualquier vista de un tribunal.

Algunas de las acusaciones de tortura y tratamiento inhumano incluyen, entre otras muchas:

*Haber sido colgados y zarandeados durante largos períodos de tiempo
*Palizas de manera cotidiana
*Haber tenido que soportar música a gran volumen con luz estroboscópica durante horas
*Periodos de aislamiento
*Descargas eléctricas aplicadas en varias partes del cuerpo de las víctimas, especialmente en aquellas más sensibles e íntimas
*Colgar a las víctimas en una pared y golpearlos
*Impedir el sueño a las víctimas
*No alimentarlos y negarles tratamiento médico

El KLWCC está constituido por eminentes personalidades debidamente cualificadas en leyes. Entre los jueces del tribunal, presidido por el Tan Sri Dato Lamin bin Haji Mohd Yunus, juez retirado de la corte federal de Malasia, quien también desempeñó el cargo de juez ad litem en la Corte Penal Internacional para la ex república de Yugoslavia, se encuentran otros nombre destacados, como Alfred Lambremont Webre, titulado en Yale y autor de varios libros políticos, Tunku Sofiah Jewa, abogado en ejercicio y autor de muchas publicaciones de Derecho internacional, el profesor Salleh Buang, ex consejero federal en la sala del fiscal general, y Datuk Mohd Sa’ari Yusof, juez retirado de la Corte de Apelación.

El tribunal juzgará y evaluará las pruebas presentadas, al igual que en cualquier tribunal del mundo. Los jueces del tribunal deben estar seguros de que las acusaciones queden demostradas, más allá de cualquier duda razonable, y dictar un veredicto razonado.

En caso de que el tribunal condene a alguno de los acusados, la única sanción es que el nombre de la persona culpable se incluirá en el Registro de Criminales de Guerra de la Comisión y se publicará en todo el mundo. El tribunal es un tribunal de conciencia y una iniciativa popular.

La acusación durante el proceso estará dirigida por el profesor Gurdial Singh Nijar, un importante catedrático de Derecho y autor de varias publicaciones, y el profesor Francis Boyle, un destacado catedrático estadounidense, y abogado profesional de Derechos humanos. Todos ellos serán asistidos por un equipo de abogados.

El juicio será celebrará como vista pública abierta entre el 7 y el 12 de mayo en la sede de la Fundación Kuala Lumpur para Criminalizar la Guerra (KLFCW, en sus siglas en inglés), sita en Jalan Perdana 88, Kuala Lumpur.

Para más información:
Dato’ Dr. Yaacob Merican, Secretario General de la Secretaría de la KLWCC,
Tel: +6012-227 8680
Sra. Malkeet Kaur, responsable del gabinete de prensa de la KLWCC, malkeet@dbook.com.my, Tel: +6012-3737 886

Notas:
1.- Véase en IraqSolidaridad Tribunal Kuala Lumpur sobre crímenes de guerra

Segunda sesión del Tribunal Kuala Lumpur sobre Crímenes de Guerra en Iraq

26 abril, 2012

Comunicado de prensa
Kuala Lumpur, 12 de abril de 2012

Traducido para IraqSolidaridad por Beatriz Morales

El Tribunal Kuala Lumpur sobre crímenes de guerra celebrará la segunda sesión relativa a la acusación de crimen de tortura y crímenes de guerra contra George W. Bush, ex presidente de Estados Unidos, y sus compañeros,  concretamente Richard Cheney, ex vicepresidente de  Estados Unidos, Donald Rumsfeld, ex secretario de Defensa, Alberto Gonzales, ex consejero del presidente Bush, David Addington, ex consejero general del vicepresidente, William Haynes II, ex consejero general del secretario de Defensa, Jay Bybee, ex asesor del fiscal general, y John Choon Yoo, ex vice-asesor del fiscal general. La acusación está formulada en los siguientes términos:

Las personas acusadas cometieron crímenes de tortura y crímenes de guerra por el hecho de haber participado voluntariamente en dar las órdenes ejecutivas y las directrices para anular la aplicabilidad de todas las convenciones y leyes internacionales, concretamente la Convención contra la Tortura de 1984, la III Convención de Ginebra de 1949, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Carta de las Naciones Unidas, en relación con la guerra emprendida por Estados Unidos y otros países en Afganistán (en 2001) y en Iraq (en marzo de 2003); además, sobre la base de, y como apoyo a las personas acusadas autorizaron, o estuvieron en connivencia con la comisión de actos de tortura y el trato cruel, degradante e inhumano contra las víctimas en violación del derecho internacional, de tratados y convenciones internacionales, incluyendo la Convención contra la Tortura de 1984 y las Convenciones de Ginebra, incluida la Tercera Convención de Ginebra de 1949.

Siguiendo las garantías procesales debidas, la Comisión Kuala Lumpur de Crímenes de Guerra (KLWCC, en sus siglas en inglés) presenta estos cargos contra los acusados. Tras recibir quejas de víctimas torturadas en Guantánamo e Iraq, en 2009 la Comisión procedió a llevar a cabo una minuciosa y exhaustiva investigación durante un período de casi dos años. Se establecieron y presentaron dos acusaciones de crímenes de guerra contra las personas antes mencionadas.

En noviembre de 2011, el KLWCC celebró el juicio de la primera acusación contra los dos encausados, el ex presidente George W. Bush y el ex primer ministro británico Anthony L. Blair, los cuales fueron declarados culpables de crímenes contra la paz tras cuatro días de juicio. Estos dos ex jefes de Estado violaron la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional cuando, el 19 de marzo de 2003, planearon, prepararon e invadieron el Estado soberano de Iraq sin causa justificada.

En la primera sesión celebrada en noviembre de 2011, el tribunal admitió la solicitud de la acusación para juzgar los hechos relativos  a la primera acusación. La vista de la segunda acusación se llevará a cabo ahora, durante los días del 7 al 12 de mayo de 2012.

El KLWCC está constituido por eminentes personalidades debidamente cualificadas en leyes. Entre los jueces del tribunal, presidido por el Tan Sri Dato Lamin bin Haji Mohd Yunus, juez retirado de la corte federal de Malasia, quien también desempeñó el cargo de juez ad litem en la Corte Penal Internacional para la ex república de Yugoslavia, se encuentran otros nombre destacados, como Alfred Lambremont Webre, titulado en Yale y autor de varios libros políticos, Tunku Sofiah Jewa, abogado en ejercicio y autor de muchas publicaciones de Derecho internacional, el profesor Salleh Buang, ex consejero federal en la sala del fiscal general, y Datuk Mohd Sa’ari Yusof, juez retirado de la Corte de Apelación.

Hay que señalar que víctimas de la tortura también testificarán ante el tribunal. La comunidad internacional ha hecho caso omiso de los lamentos de estas víctimas. Se les he denegado el derecho fundamental a ser escuchado; estos testigos darán fe de las torturas que padecieron mientras estuvieron encarcelados. Los acusados tendrán derecho a hacerles a su vez preguntas, como en cualquier vista pública.

El tribunal juzgará y evaluará las pruebas presentadas, al igual que en cualquier tribunal del mundo. Los jueces del tribunal deben estar seguros de que las acusaciones queden demostradas, más allá de cualquier duda razonable, y dictar un veredicto razonado.

En caso de que el tribunal condene a alguno de los acusados, la única sanción es que el nombre de la persona culpable se incluirá en el Registro de Criminales de Guerra de la Comisión y se publicará en todo el mundo. El tribunal es un tribunal de conciencia y una iniciativa popular.
La acusación durante el proceso estará dirigida por el profesor Gurdial Singh Nijar, un importante catedrático de Derecho y autor de varias publicaciones, y el profesor Francis Boyle, un destacado catedrático estadounidense, y abogado profesional de Derechos humanos. Todos ellos serán asistidos por un equipo de abogados.

El juicio será celebrará como vista pública abierta entre el 7 y el 12 de mayo en la sede de la Fundación Kuala Lumpur para Criminalizar la Guerra (KLFCW, en sus siglas en inglés), sita en Jalan Perdana 88, Kuala Lumpur.

Para más información:
Dato’ Dr Yaacob Merican, Secretario General de la Secretaría de la KLWCC,
Tel: +6012-227 8680
Sra. Malkeet Kaur, responsable del gabinete de prensa de la KLWCC, malkeet@dbook.com.my, Tel: +6012-3737 886

Tribunal Kuala Lumpur sobre crímenes de guerra.

24 noviembre, 2011

Segunda y última sesión: George W. Bush y Anthony L. Blair declarados culpables por crímenes contra la paz

Kuala Lumpur, 22 de noviembre de 2011

BRusells Tribunal (www.brussellstribunal.org), noviembre de 2011

IraqSolidaridad (www.iraqsolidaridad.wordpress.com), 24 de noviembre de 2011

Traducido del inglés para IraqSolidaridad por Paloma Valverde

Fiscalía de la Comisión de crímenes de guerra de Kuala Lumpur contra George W. Bush y Anthony L. Blair

Procedimiento penal Nº 1-CP-2011

 Tribunal Kuala Lumpur de Crímenes de guerra. Kuala Lumpur, Malasia

 

Tribunal: Juez Abdul Kadar Sulaiman, juez Salleh Buang, juez Tunku Sofiah Jewa, juez Alfred L. Webre, juez Shad Saleem Faruqi.

 Acusación: Gurdial Singh Nijar, Francis A. Boyle, Avtaran Singh, Usha Kulasegaran, Gan Pei Fern.

Defensa: Jason Kay Kit Leong, Sook Kok Weng, Pan Shan Ping, Mohd Zharif Shafiq, Zyzan Syaidi, Muhammad Khirul.

 Secretario judicial: Musa Ismail.

22 de noviembre de 2011

 

HECHOS PROBADOS POR EL TRIBUNAL POR UNANIMIDAD

Los dos acusados, George W. Bush y Anthony L. Blair, en el momento de los hechos jefes de Estado de Estados Unidos y Reino Unido respectivamente, han sido acusados por el jefe de la Fiscalía General de la Comisión de Crímenes de Guerra de Kuala Lumpur de haber cometido crímenes contra la paz porque planificaron, prepararon y llevaron a cabo la invasión de un Estado soberano el 19 de marzo de 2003, contraviniendo la Carta de Naciones Unidas y la legislación internacional. La acusación particular afirma, inter alia, que el 19 de marzo de 2003, los dos acusados iniciaron una guerra contra Iraq sin que hubiera sido sancionada por Naciones Unidas y sin una causa justa.

Los dos acusados no estuvieron presentes durante el juicio, ni abogados o asesores legales presentes en su representación aunque las partes fueron debidamente notificadas. De acuerdo con el artículo 15 de la Carta de la Comisión de Crímenes de Guerra de Kuala Lumpur y de las normas de procedimiento y pruebas del Tribunal de Crímenes de Guerra de Kuala Lumpur (a partir de este momento nos referiremos a ellos como ‘la Carta’), este tribunal nombró a un mediador (amicus curiae) para asistir al tribunal mediante la presentación de un informe imparcial sobre las acusaciones y las pruebas contra los acusados. El mediador solicitó la absolución para ambos acusados.

1.- Recusación de jueces

Al inicio de los procedimientos, el tribunal estaba formado por siete jueces, no obstante, el juez Niloufer Bhagwat y el juez Dato’ Zakaria Yatim rehusaron por sí  mismos y el tribunal inició el procedimiento con un quórum de cinco jueces.

2.- Objeciones preliminares sobre la jurisdicción

Jason Kay Kit Leong, el amicus curiae, planteó una objeción preliminar respecto a que el Tribunal no tenía jurisdicción para juzgar el caso. Tras escuchar los argumentos esgrimidos por el fiscal general y el amicus curiae, el tribunal determinó que sí tenía jurisdicción y que, por lo tanto, el procedimiento continuaría.

Según el artículo 7 de la parte I de la Carta, el Tribunal tendrá jurisdicción para juzgar no solo los crímenes contra la paz sino también para juzgar los crímenes contra la humanidad, el crimen de genocidio y los crímenes de guerra.

3.- Hechos

Es un hecho indiscutible del caso que el primer acusado ha pergeñado la invasión de Iraq como mínimo desde el 15 de septiembre de 2001 y ha confiado al segundo acusado su intención. En 2002, los dos acusados, sin la sanción del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, bombarderaron Iraq desde el aire con la finalidad de destruir las defensas aéreas del país, preparando así su invasión de 2003. Un memorando del consejo de gobierno británico fechado el 23 de julio (conocido como “Memorando Downing Street”) recoge una reunión entre el segundo acusado y los altos responsables de la inteligencia.

El 8 de noviembre de 2002, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó la resolución 1441. El texto de esta resolución claramente no autoriza el uso de la acción militar para obligar a su cumplimiento. Ambos acusados habrían sido plenamente conscientes de las limitaciones de esta resolución.

El segundo acusado admitió mientras testificaba para la investigación Chilcot el 14 de enero de 2011 que Peter Godsmith, fiscal general, había indicado que una segunda resolución del Consejo de Seguridad no era necesaria a la luz de la legislación internacional para autorizar el uso de la fuerza militar contra Iraq.

Es también un hecho probado que Iraq no poseía armas de destrucción masiva. Los dos acusados admitieron que durante los años de la guerra de Iraq sabía o creían que los informes sobre las armas de destrucción masiva de Iraq eran poco fidedignos. Sin embargo, ambos acusados procedieron a iniciar la guerra contra Iraq basándose en falsas y arteras pruebas.

Más de un millón cuatrocientos mil iraquíes han sido asesinados y continúan siéndolo, como resultado directo y como consecuencia indirecta de la guerra iniciada por los dos acusados contra Iraq.

4.- La ley internacional de la guerra

4.1 Prohibición general contra el uso de la fuerza

La Carta de Naciones Unidas contiene una prohibición general contra el uso de la fuerza como medio para resolver las disputas. La Carta insiste en que la guerra sólo puede ser el último recurso y que la decisión de desatar los horrores de la guerra contra una población inocente solo se puede tomar de acuerdo a la propia ley debidamente establecida al respecto. El Consejo de Seguridad y la Asamblea general han afirmado reiteradamente este principio.

4.2. Circunstancias excepcionales en las que el uso de la fuerza está permitido.

De acuerdo con la Carta, así como con el derecho consuetudinario internacional, hay varias excepciones que legalizan el uso de la fuerza.

Primero, la defensa propia, de acuerdo con el artículo 51 de la Carta.

Segundo, autorización concreta del uso de la fuerza por parte del Consejo de Seguridad como último recurso para mantener la paz y la seguridad, de acuerdo con el capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas.

Tercero, la alegación de la defensa de que el derecho consuetudinario internacional es un principio de defensa propia preventiva o anticipatoria cuando una amenaza o un ataque es inminente.

Cuarto, la alegación de la defensa de que existe un principio de intervención humanitaria o un derecho de protección.

 

5.- ¿Existe caso?

Al cierre de la intervención de la acusación, escuchamos los argumentos de ambas partes. El Tribunal llegó a la conclusión unánime de que sí existía caso, por lo que se citó a la defensa.

6.- Las alegaciones de la defensa

6.1 El caso Nicaragua

Jason Kay Kit Leon, el amicus curiae, afirma que la acusación ha presentado dos puntos contradictorios sobre la catástrofe humana. La defensa afirma: “La ley de la justicia natural requiere que el acusado sepa con claridad de qué se le acusa para comprender la naturaleza de las acusaciones contra él, de forma que tenga la posibilidad de defenderse.”

No obstante, la defensa objetando la argumentación de la acusación sobre el caso Nicaragua ha planteado un punto discutible. Las interpretaciones de ambos abogados de la acusación del caso Nicaragua prohibirían ordenar a Bush y Blair el inicio de una guerra y la invasión de Iraq.

El caso Nicaragua, mediante la interpretación de Gurdial Singh Nijardel, abogado de la acusación prohíbe la invasión de Iraq llevada a cabo por Bush y Blair porque esa invasión no era acorde con la “prevención de una terrible catástrofe humana de la cual se podría hacer responsable a Sadam”. No se ha podido establecer mediante pruebas bien documentadas que tal catástrofe existiera. Había otros muchos medios —incluida una segunda resolución de Naciones Unidas— disponibles para evitar el uso de la fuerza. Las medidas de la guerra tomadas por Bush y Blair contra Iraq fueron desproporcionadas.

El caso Nicaragua, según la interpretación del profesor Frances Boyle, co-asesor de la acusación, niega rotundamente las razones humanitarias como argumento para una intervención utilizando la fuerza.

6.2. Responsabilidad de proteger

De modo similar, la defensa arguye que la responsabilidad de proteger es una doctrina que justifica una intervención mediante el uso de la fuerza en base a argumentos humanitarios y que la doctrina de la responsabilidad de proteger aporta una racionalidad legal a la guerra iniciada por Bush y Blair contra Iraq. Como precedente, la defensa cita la intervención de la OTAN en 1999 en Serbia. No obstante, como señaló el abogado de la acusación Frances Boyle, el presidente estadounidense Bill Clinton no tenía autoridad desde el Congreso de Estados Unidos para invadir Serbia y las resoluciones de Naciones Unidas citadas por la defensa se produjeron después del hecho de la invasión ilegal, mediante un intento de Naciones Unidas para controlar a un presidente estadounidense. La invasión de Serbia en 1999 fue ilegal de acuerdo con el caso Nicaragua, al igual que lo fue la invasión de Iraq en 2003 llevada a cabo por los dos acusados.

6.3. El uso de documentos del gobierno estadounidense y las declaraciones de los acusados

Al argumentar que la situación de Iraq justificaba una intervención humanitaria, la defensa ha presentado documentos oficiales, fundamentalmente de una de las agencias del gobierno estadounidense, de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID). Esos documentos son pruebas parciales y poco fiables, porque están preparados para la invasión y con la finalidad de justificar la invasión de Iraq. Es más, como la acusación demostró, el mismo director de la USAID admitió, su agencia estaba infiltrada de agentes secretos y propagandistas.

6.4. El 11 de septiembre y la invasión de Iraq

La defensa ha presentado los sucesos del 11S en este procedimiento de diferentes maneras.

  1. El 11S y la invasión de Iraq.- La defensa no ha presentado pruebas que establezcan un plan o una conexión operativa entre Sadam Huseín y los acontecimientos del 11S. La acusación estableció que Bush podría haber utilizado el 11S como un pretexto para la invasión de Iraq.El 11S y el Proyecto por un Nuevo Siglo Americano.- La acusación presentó pruebas que demostraron que los responsables clave en el gabinete del primer acusado Bush planificaron la invasión de Iraq ya desde febrero de 1998, bajo el paraguas del Proyecto por un Nuevo Siglo Americano que, al mismo tiempo, preparaba a la opinión pública para un ‘nuevo Pearl Harbor’, un hecho que se materializó el 11S.
  1. El 11S “momento grotiano”.- La defensa arguye que “los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos demuestran un cambio en la naturaleza de las amenazas a las que se enfrenta la comunidad internacional, de modo que se establecen las pautas para el rápido desarrollo de nuevas reglas del derecho consuetudinario internacional”, que podrían autorizar, presumiblemente, la invasión de Iraq. No obstante sigue sin establecerse cuales son las razones para los sucesos del 11 de septiembre.

6.5 Sadam Huseín y los hechos de 1998 a 1991

La defensa presentó pruebas de la limpieza étnica con armas químicas que llevó a cabo Sadam Husein contra los kurdos y la campaña Anfal de 1988, así como el asesinato de los shiíes y de los árabes de las marismas. No obstante la defensa no ha podido explicar por qué el presidente Ronald Reagan y George HW Bush (padre) mediante Donald H. Rumsfeld, que actuó de intermediario, vendió armas químicas a Iraq y permitió su uso, y por qué el presidente George HW Bush (padre) incitó a los árabes de las marismas a la rebelión en 1991 solo para abandonarlos a su suerte sabiendo que se enfrentarían a las represalias del gobierno iraquí.

6.6 Las fuerzas del comando conjunto estadounidense

La defensa presentó un documento preparado por el Centro Conjunto para el Análisis de Operaciones en relación contractual con el Departamento de Defensa como justificación de las relaciones entre Sadam Huseín y el terrorismo internacional. La acusación estableció la parcialidad del documento porque fue generado por los invasores después de la invasión.

6.7 Legitima defensa preventiva

La defensa planteó la doctrina de la defensa propia preventiva de acuerdo con el artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas como una justificación para la invasión de Iraq liderada por los dos acusados, Bush y Blair. La acusación señaló que la oración “si se produce un ataque armado”, en el artículo 51, excluye su aplicación en el caso de Iraq. La acusación señaló además que el ataque de 1981 de Israel contra Iraq, citado por el abogado de la defensa como una justificación de la invasión de Iraq por el acusado, fue condenado por el Consejo de Seguridad y fue llevado a cabo por el primer ministro Begin para mejorar su prestigio de cara a las elecciones de 1981 en Israel.

6.8 Memorias de los acusados Bush y Blair

Tanto la defensa como la acusación presentaron partes relevantes de las memorias de los acusados, Bush y Blair, como pruebas en este caso.

7. Conclusiones del Tribunal en base a los hechos y a la ley

7.1 Derecho de defensa propia según la Carta de Naciones Unidas

El artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas permite a los Estados miembro defender su soberanía y ejercitar el “inherente derecho individual o colectivo a la defensa propia si se produce un ataque armado”. No obstante, el uso unilateral de medidas represivas está sujeto a una serie de limitaciones.

Primero, el derecho se mantiene solo hasta que “[…] el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad”. Una vez que el Consejo de Seguridad formalmente determine que existe una amenaza a la paz y la seguridad, los Estados individuales podrían dejar de ejercitar el derecho a la defensa propia con la aprobación expresa y previa del Consejo de Seguridad.

Algún tiempo después de la invasión aliada, el Consejo de Seguridad deliberó sobre la guerra de Iraq. Expresamente no legalizó la invasión. No obstante, todos sabemos que la ocupación militar de Iraq continúa a día de hoy.

Segundo, el artículo 51 se aplica sólo en el caso de un ataque armado real. Iraq no atacó ni a Estados Unidos ni a Reino Unido. De hecho, desde 1991, no ha atacado a ningún país en absoluto.

A pesar de lo aportado por la defensa, no hay pruebas verosímiles de que Iraq tuviera ninguna relación con el 11 de septiembre de 2001 o con Al-Qaeda. Tampoco existe ninguna prueba de que Iraq preparara atacar o amenazar a alguna nación.

Si de algún modo, hubo tal amenaza, no era inminente y era totalmente evitable. El argumento de la defensa propia es, por lo tanto, no creíble.

Tercero, el Tribunal Penal Internacional [TPI ha declarado en el caso de las armas nucleares que la defensa propia sea legal debe ser “proporcional al ataque armado y la necesaria para responder a él” [Nicaragua, TPI, informes (1986) en 14,94 y 103; Legality of the Threat Or Use of Nuclear Weapons, TPI informes (1996) en párrafo 41].

Puesto que no se produjo ningún ataque desde Iraq, no hubo, por lo tanto, justificación para que Estados Unidos o Reino Unido invocara el artículo 51 sobre defensa propia para atacar, invadir y conquistar Iraq. La justificación, si es que hay una, debe reposar en la discutida doctrina de defensa preventiva o anticipatoria del Consejo de Seguridad, de acuerdo al uso y las costumbres del derecho internacional, lo que desarrollaremos más abajo.

7.2 Autorización del Consejo de Seguridad

Excepto por la limitada excepción de la autodefensa unilateral del artículo 51, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, es la única autoridad con poder, emanado del Capítulo VII, artículos del 39 al 42, para usar la fuerza por aire, mar o tierra contra una nación que sea culpable de “amenazas a la paz, quebrantamiento de la paz o actos de agresión”. Este poder excepcional está sujeto a una serie de limitaciones.

Primero, la acción militar se autoriza para mantener o restaurar la paz y la seguridad internacional. No obstante, en base a la decisión Nicaragua, el cambio de régimen no es una ley objetiva internacional válida. Mantenemos nuestro firme punto de vista de que los poderes excepcionales otorgados por el Capítulo VII no se pueden utilizar para declarar la guerra y emprender acciones militares contra una nación soberana con el objetivo de provocar un “cambio de régimen” o el derrocamiento de un dirigente dictatorial o no electo, sin importar lo indeseable que pueda ser.

Segundo, la acción militar bajo el artículo 42 se debe utilizar como el último recurso. El Consejo debe, en primer lugar, intentar medidas pacíficas, como las sanciones bajo el artículo 41 de la carta. El artículo 41 autoriza “total o parcialmente la interrupción de las relaciones económicas y de cualquier medio de comunicación por ferrocarril, mar, aire, correos, telégrafos, radio y otros posibles medios de comunicación y la ruptura de las relaciones diplomáticas.”

La fuerza solo se puede autorizar cuando el Consejo determine que las medidas pacíficas “serían inadecuadas o se ha demostrado que son inadecuadas” (artículo 42). El Consejo tiene la obligación de agotar las medidas pacíficas antes de autorizar la guerra (artículo 39).

Excepto Estados Unidos y Reino Unido, los otros miembros permanentes del Consejo de Seguridad tenían el punto de vista de que las inspecciones de Naciones Unidas funcionaban y de que Iraq estaba cumpliendo con la orden de desarme. Siguiendo las órdenes de los inspectores de Naciones Unidas, el régimen de Sadam destruyó algunas armas prohibidas. Hans Blix, jefe de los inspectores de armas de Naciones Unidas solicitó cuatro meses para terminar su trabajo y a la mayoría de los miembros del Consejo les pareció adecuado concederle ese tiempo. Sin embargo, Estados Unidos y Reino Unido no apoyaron la ampliación del tiempo solicitado. Cabildearon con dureza para obtener una nueva resolución del Consejo que autorizara de inmediato las operaciones militares contra Iraq. Estados Unidos amañó documentos para acusar a Iraq de intentar comprar materias primas para fabricar armas de destrucción masiva en los mercados internacionales. Reino Unido, por su parte, careciendo de pruebas contra Iraq, plagió la tesis de un estudiante e intentó hacer pasar ese texto por un informe de sus servicios de inteligencia.

Estados Unidos y Reino Unido intentaron forzar una nueva resolución a la que finalmente se opusieron Francia, Alemania, Rusia y China, que deseaban dar a los inspectores el tiempo que habían solicitado para terminar sus inspecciones.

Tras su fracaso para conseguir una nueva resolución del Consejo de Seguridad, Estados Unidos y Reino Unido cambiaron de estrategia y argumentaron que no era necesaria ninguna nueva resolución para autorizar ataques militares puesto que las resoluciones existentes permitían a cualquier miembro del Consejo usar la fuerza de manera unilateral en el caso de que Iraq estuviera incumpliendo sus obligaciones.

Este es el “argumento renovado” que expuso la defensa. El examen de algunas d las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre Iraq entre el 2 de agosto de 1990 y el 8 de noviembre de 2002 demuestran que el argumento esgrimido por Estados Unidos y Reino Unido de la autoridad unilateral para invadir Iraq carece por completo de base.

7.3 Defensa propia preventiva o anticipatoria en el derecho consuetudinario internacional

La Carta de Naciones Unidas no permite de ninguna manera la declaración de guerra por la percepción de amenaza de un ataque inminente. Algunos expertos indican que la Carta pretendió abolir el derecho consuetudinario de la defensa propia preventiva. A pesar de esta duda parece que según el derecho consuetudinario internacional sí existe la doctrina de la defensa propia preventiva. “Según caso Carolina [Caroline case o Carline affair] el legítimo uso de este derecho requiere ‘una necesidad de defensa propia instantánea, imperiosa, que no permite otra opción y que no hay momento para la deliberación”.

La idea de que la seguridad de Estados Unidos y Reino Unido estaba amenazada por la supuesta posesión de armas de destrucción masiva de Iraq, era ridícula e incluso resulta más ridícula hoy en día. A pesar de años de incursiones por aire extremadamente intrusivas de la inteligencia y de más de 550 inspecciones sobre el terreno, llevadas a cabo por inspectores de Naciones Unidas en los cuatro meses anteriores a la invasión no ha aparecido ni una sola prueba verosímil de la existencia de armas de destrucción masiva. Algunos documentos de Naciones Unidas que alegaban intentos de Iraq de comprar armas prohibidas, han resultado ser meras invenciones. Los inspectores de Naciones Unidas no encontraron tales tipos de armas ni tampoco ningún sistema de armas de largo alcance.

En esas circunstancias, la afirmación hecha por la defensa del derecho a iniciar ‘ataques preventivos’ contra Iraq fue una descarada violación de la legislación internacional. Sus argumentos pretendían dar a los Estados poderosos el derecho al uso de la fuerza militar contra otros Estados que consideraban hostiles o que hacían movimientos para comprar armas de destrucción ya fueran nucleares, biológicas o químicas.

Este Tribunal considera que la doctrina de los ataques preventivos es una doctrina sin límites, sin responsabilidad frente a Naciones Unidas o a la legalidad internacional; sin ninguna dependencia de un juicio colectivo o responsabilidad de los gobiernos y, lo que es peor, sin ninguna demostración convincente de la necesidad de su puesta en marcha”. Repudia la idea central de que la Carta de Naciones Unidas que prohíbe el uso de la fuerza salvo en caso de defensa propia o según lo acordado en una decisión del Consejo de Seguridad.

7.4. La intervención humanitaria o el derecho de proteger a las víctimas de las violaciones de los derechos humanos

La Defensa aportó pruebas verosímiles de graves violaciones de los derechos humanos llevadas a cabo por Sadam Huseín. No obstante, hábilmente, evitaron admitir que tanto Estados Unidos como Reino Unido fueron cómplices en la mayoría de esas violaciones de derechos.

La defensa argumentó que en vista de la brutalidad de Sadam, la comunidad internacional tiene el derecho y la obligación de utilizar la fuerza militar con finalidad humanitaria y para compensar las graves violaciones de los derechos humanos. Puesto que hubo pruebas verosímiles de que el régimen no electo de Sadam fue culpable de varias violaciones de derechos humanos, se argumentó que la fuerza militar se podría utilizar para derrocar al régimen de Iraq.

Consideramos que la legislación internacional no es estática. Se ha tomado nota sobre los elocuentes argumentos de la defensa sobre “los momentos Grotiun” en la legalidad internacional. Sin embargo, el desarrollo y el cambio se ha de producir dentro del marco de la Carta de Naciones Unidas, y no fuera de ella.

El peligro del argumento de ‘la intervención humanitaria’ es que permite a Estados miembro eludir los principios y procedimientos perfectamente establecidos de la Carta de Naciones Unidas sobre el uso legítimo de la fuerza. La toma de decisión sobre los temas de la paz y la guerra es ilegal si se trasladan de los mecanismos multilaterales de Naciones Unidas a los Estados individuales. Si nos fiamos de este argumento los Estados miembro pueden traspasar los límites legales usando este excepcional poder y no ser responsables frente a nadie. No existe salvaguardia para evitar que los Estados manipulen este argumento para servir a intereses políticos o estratégicos.

Se ha de recordar que Naciones Unidas ya tiene otorgados todos los poderes de acuerdo al Capítulo VII para responder con la fuerza si en necesario para ratificar los objetivos fundamentales de Naciones Unidas que, en el artículo 1 incluye “potenciar el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales”.

Mantenemos que cuando un país decide por sí mismo derrocar por la fuerza de las armas a un gobierno que desapruebe, esto es una simple y llana agresión y un crimen internacional. A pesar de que tomamos en consideración algunas sabias discusiones al respecto, mantenemos el principio de que la intervención humanitaria tiene una base dudosa. El control vigilante internacional no tiene validez legal. Incluso si la tuviera, tendría que aplicarse al sujeto en las condiciones previas señaladas por la acusación. Ninguna de las condiciones se han cumplido en esta trágica situación

7.5 Posesión de armas de destrucción masiva

Atacar a Iraq porque se supone que posee armas de destrucción masiva no tenía legitimidad bajo la legislación internacional. En primer lugar, las afirmaciones de que Iraq buscaba obtener o tenía armas de destrucción masiva fueron siempre altamente sospechosas.

Segundo, las resoluciones vinculantes de Naciones Unidas contra la supuesta posesión de armas de destrucción masiva de Iraq se deberían haber tomado de acuerdo con la legislación internacional y no en descarado incumplimiento de la misma.

Tercero, Estados Unidos no tiene las manos limpias en el asunto de las armas de destrucción masiva de Iraq porque junto con Reino Unido y con unas 150 empresas occidentales (relacionadas en el listado confeccionado por los inspectores de Naciones Unidas), facilitaron en la década de 1980 el uso de armas de destrucción masiva a Iraq.

7.6 ¿Hubo planes y preparación previa para organizar una operación militar?

La acusación ha presentado pruebas convincentes de que los tambores de guerra ya sonaban mucho antes de la fecha de la invasión. Los hechos se establecieron para ajustarse a la política.

Desgraciadamente la refutación de la defensa se basó en pruebas altamente dudosas del gobierno y el ejército estadounidense que no son verosímiles. Las leyes de Estados Unidos o las resoluciones del Congreso estadounidense tampoco son aceptables porque Estados Unidos, con todo su poder, no tiene derecho de cambiar la legislación internacional.

Es más, muchas de las afirmaciones en los libros escritos por los dos acusados los implican en el diabólico plan. Las memorias de ambos acusados no aportan justificación para la guerra contra Iraq.

8. Sentencia

“La esencia de la legalidad es la aplicación de los principios predecibles y coherentes con una sencilla idea: igual para el fuerte que para el débil. La manipulación selectiva de la legislación internacional por los Estados poderosos minimiza su legitimidad.”

La invasión de 2003 de Iraq fue un acto ilegal de agresión y un crimen internacional. No se puede justificar “bajo ninguna interpretación razonable de la legislación internacional”. Viola “los todos los límites de las leyes que regulan el uso de la fuerza”. Es un asesinato en masa. El uso de la fuerza ilegal contra Iraq “amenaza el regreso a un mundo en el que la ley de la jungla prevalece sobre el imperio de la ley, con consecuencias potencialmente desastrosas para los derechos humanos no solo de los iraquíes sino de las personas de toda la región y del mundo.”

El futuro de Naciones Unidas y de la legalidad internacional de la guerra está en juego. La acción militar no autorizada en Iraq socaba el sistema de seguridad colectiva inserto en la Carta de Naciones Unidas cuya finalidad es proteger a la humanidad de que se vuelva a producir la carnicería de la Segunda Guerra Mundial.

Los dos acusados usaron la ley a su antojo. Actuaron con mentiras y falsedades. Actuaron en flagrante violación de la legislación internacional de la guerra y la paz. En ausencia de pruebas verosímiles, las afirmaciones de la defensa carecen de credibilidad. Los acusados parecen ser hojas de parra para esconder sus desnudas ambiciones políticas y económicas.

El tribunal, por todo lo anterior, consideramos que la imputación contra ambos acusados está demostrada más allá de cualquier duda razonable. Los dos acusados, por lo tanto, son declarados culpables y condenados.

9.- Mandato

1.- El tribunal, de acuerdo con el artículo 31 de nuestra Carta, recomienda a la comisión que presente acusación contra los dos condenados ante la Corte Penal Internacional.

2.- El Tribunal, de acuerdo con el artículo 32 de la Carta, recomienda a la comisión que el nombre de los dos condenados se incluya en el Registro de la Comisión de Criminales de Guerra y se publique debidamente.

10.- Recomendaciones

Primero.– La comisión debe invocar la ley de Núremberg para denuncia a Bush y Blair y a sus cómplices por crímenes contra la paz, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad de acuerdo a la Parte VI de la Carta del Tribunal de Núremberg.

Segundo. La comisión debe denunciar ante la Corte Penal Internacional a los dos acusados por genocidio y crímenes contra la humanidad.

Tercero.- La Asamblea General de Naciones Unidas debe ser proclive a aprobar una resolución para que termine el fin de la ocupación estadounidense de Iraq.

Cuarto.- Las conclusiones de este Tribunal deben comunicarse a todos los países firmantes del Estatuto de Roma que tienen jurisdicción universal.

Quinto.- El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe reafirmarse y asegurarse de que la verdadera soberanía se transfiera al pueblo iraquí lo antes posible con la asistencia de una fuerza de paz de Naciones Unidas. La autonomía del nuevo gobierno de Iraq debe quedar asegurada.

Texto original en inglés en: http://www.brussellstribunal.org/pdf/Extempore_Judgment_KL_War_Crimes_Tribunal.pdf


Tribunal Kuala Lumpur sobre crímenes de guerra. Segunda sesión

23 noviembre, 2011

 

 

Segunda sesión: aceptadas las pruebas de la acusación

Kuala Lumpur, 21 de noviembre de 2011

Traducido del inglés para IraqSolidaridad por Paloma Valverde

El tribunal Kuala Lumpur contra los crímenes de guerra inició su tercer día de sesiones con la acusación contra George W. Bush (ex presidente de Estados Unidos) y Anthony L. Blair (ex primer ministros británico) de crímenes de guerra y crímenes contra la paz. Por primera vez se ha procedido a la acusación de crimen de guerra contra dos ex jefes de Estado según las reglas del Derecho y el debido proceso; se han escuchado los testimonios de las víctimas, y la comisión de Crímenes de guerra e Kuala Lumpur  ha investigado formalmente las acusaciones.

Con el cierre de las alegaciones de la acusación, la defensa abrió los procedimientos para indicar que no existe razón para contestar a la acusación y que el tribunal decidirá si se aceptan las pruebas contra los acusados. Algunos de los argumentos dirimidos se relatan a continuación.

La defensa arguye contra la acusación del caso que los crímenes de guerra son muy difíciles de comprender, especialmente en tierras lejanas; que las personas acusadas de crímenes de guerra son inocentes hasta que se demuestra su culpabilidad y que algunos de los documentos aportados se basan en rumores. El tribunal aseguró que tendría en consideración tales alegaciones y que estudiaría en profundidad la credibilidad y el peso de los documentos aportados por la acusación.

La defensa contestó que no tenía nada que responder. El argumento presentado se basa en la doctrina de la obligación moral y legal de proteger a las personas que se enfrentan a una agresión. En 1999, la intervención de Estados Unidos y la OTAN en Kosovo estuvo precedida por un genocidio que se perpetró sin la aprobación de Naciones Unidas. Las circunstancias requirieron tal acción. La defensa también esgrimió la autodefensa como un argumento permitido por el artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas, y afirmó que los ataques preventivos son admisibles una vez que un Estado está seguro y convencido de que otro Estado está a punto de atacarlo militarmente. Los ejemplos que se citaron en apoyo del uso de esta doctrina fueron el ataque de Israel a Egipto en 1967 y el ataque contra el reactor nuclear de Iraq en 1981.

La defensa preventiva se da cuando la guerra es inevitable, la respuesta debe ser proporcional y la amenaza inmediata. Bush cumplía esas precondiciones, tal y como declara en sus memorias cuando dice que el uso de la fuerza contra Iraq era la última opción y que todas las vías diplomáticas estaban agotadas. Citó actos de hostilidad iraquí, entre ellos los disparos contra los aviones estadounidenses en la zona de exclusión aérea en 2002. El incumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas sobre la inspección de armas y la amenaza inmediata de las armas de destrucción masiva que se creía que poseía Iraq.

Sadam Huseín, continuó  la defensa, realizó actos de agresión contra su propio pueblo. Las resoluciones 660 [1] y 678 [2] de Naciones Unidas, relativas a la invasión de Kuwait, tuvieron como finalidad que Iraq cumpliera con sus obligaciones internacionales. El hecho de que Iraq no cumpliera con esas resoluciones fue la base de la aprobación de la resolución 1441 [3] del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Iraq atacó a su propio pueblo, continuó la defensa, en ataques realizados contra kurdos y shiíes, y utilizó para ello armas químicas, lo que está bien documentado, por lo que la intervención humanitaria está justificada.

La defensa continuó su argumentación de que el ataque contra Iraq estaba justificado en base a las resoluciones 1368 [4] y 1373 [5] que se aprobaron tras los atentados del 11S. Esas resoluciones afirman el derecho de las naciones a defenderse contra actos de terrorismo y a combatirlos con los medios necesarios para acabar con la amenaza terrorista, según la defensa. Basándose en documentos del gobierno estadounidense, la defensa afirmó que Iraq poseía relación con el terrorismo a través grupos terroristas de zonas kurdas que iban en contra las naciones occidentales y de Estados Unidos.

En 1998, arguyó la defensa, el estado Kosovar llevó a cabo una matanza, pero Naciones Unidas no intervino. La intervención unilateral estadounidense se basó en la ayuda humanitaria. Naciones Unidas no condenó esta intervención. Esto es una aprobación tácita, continuó la defensa, de la doctrina de la intervención humanitaria. El régimen de Sadam Huseín utilizó el asesinato como un arma de terrorismo de Estado. La resolución 1483 fue la aprobación tácita de la invasión de Iraq.

La acusación respondió que todos los argumentos expuestos por la defensa no justificaban en modo alguno las acciones realizadas por los acusados. La defensa añadió que los documentos aportados eran esencialmente de las agencias estadounidenses y que no había tal doctrina de obligación moral y legal de proteger a las personas que se enfrentan a una agresión ni tal doctrina de intervención humanitaria. Esas supuestas doctrinas van contra la Carta de Naciones Unidas y, por lo tanto, son ilegales. La conducta de ambos acusados fue iniciar una guerra ilegal con la finalidad de provocar un cambio de régimen en Iraq y esto es un crimen contra la paz. Las pruebas presentadas por la acusación demuestran con claridad una política y una planificación de los hechos que se retrotraen a años antes de la invasión de 2003. En esto no nada relacionado con una intervención humanitaria y ambos acusados han participado en la planificación y la ejecución de la acción. No hay tampoco, continuó la defensa, ninguna teoría de ataques preventivos ni de autodefensa anticipatoria. Iraq no iba a emprender una guerra ni había ninguna amenaza de que la fuera a emprender. Esto es una afirmación demostrada. El 11S fue la excusa utilizada para lanzar la guerra contra Iraq después de haberla iniciado contra Afganistán. Los propósitos de ataque contra Iraq son anteriores al 11S y Bush y Blair siguieron con sus planes de derrocar el régimen iraquí.

En la década de 1980, expuso la defensa, Sadam Huseín llevó a cabo asesinatos contra su pueblo mediante el uso de armas químicas y, sin embargo, no se produce intervención alguna en base a la ayuda humanitaria. Por el contrario, la invasión de 2003 ha dado como resultado la muerte de 1.400.000 iraquíes. Ciertamente, esto no es proteger los derechos de los iraquíes.

No existe ninguna relación entre Iraq y el terrorismo; la defensa no ha aportado pruebas de ello. La acusación sin embargo ha presentado pruebas de que no solo se han podido demostrar los delitos, sino que además los actos de los acusados están probados más allá de cualquier duda razonable.

Tras las deliberaciones, el tribunal, por unanimidad, ha aceptado las pruebas presentadas por la acusación contra ambos acusados. Los acusados inician ahora su defensa. El asunto se aplaza hasta el día siguiente a las 9 de la mañana.

El tribunal lleva reunido en sesión abierta desde el pasado 19 de noviembre en la sede de la Fundación Kuala Lumpur para la Criminalización de la Guerra (KLFCW en sus siglas en inglés), sita en Jalan Perdana, Kuala Lumpur.

Notas de IraqSolidaridad:

1.- El texto completo de la resolución 660 de 2 de agosto de 1990 puede leerse en español en: http://www.cinu.org.mx/temas/iraq/doctos/660.pdf .

2.- El texto íntegro de la resolución 678 de 29 de noviembre de 1990 puede leerse en español en: http://www.cinu.org.mx/temas/iraq/doctos/678.pdf.

3.- El texto íntegro de la resolución 1441 de 8 de noviembre de 2002 puede leerse en español en: http://www.cinu.org.mx/temas/iraq/doctos/1441.pdf.

4.- El texto íntegro de la resolución 1368 de 12 de septiembre de 2011, puede consultarse en español en: http://www.unhchr.ch/Huridocda/Huridoca.nsf/0/a7f346876238b40ac1256e3f00530e33?Opendocument

5.- El texto íntegro de la resolución 1373 de 28 de septiembre de 2001, puede consultarse en español en: http://www.un.org/spanish/docs/comites/1373/scres1373e.htm

6.- El texto íntegro de la resolución 1483 de 23 de mayo de 2003, puede consultarse en español en: http://www.cinu.org.mx/temas/iraq/doctos/1483.pdf.

Texto original en inglés en: http://www.brussellstribunal.org/KLWarCrimes2011.htm#comm

Tribunal Kuala Lumpur sobre crímenes de guerra. Primera sesión

23 noviembre, 2011

Kuala Lumpur, 20 de noviembre de 2011

Traducido del inglés para IraqSolidaridad por Paloma Valverde

El tribunal Kuala Lumpur contra los crímenes de guerra inició su segundo día con la acusación contra George W. Bush (ex presidente de Estados Unidos) y Anthony L. Blair (ex primer ministros británico) de crímenes de guerra y crímenes contra la paz. Por primera vez se ha procedido a la acusación de crimen de guerra contra dos ex jefes de Estado según las reglas del Derecho y el debido proceso; se han escuchado los testimonios de las víctimas, y la comisión de Crímenes de guerra e Kuala Lumpur  ha investigado formalmente las acusaciones.

La acusación sólo dirimió la acusación de crimen contra la paz debido a que la duración del juicio para esta sesión se ha establecido en cuatro días. El tribunal establecerá la fecha para juzgar los delitos de torturas y crímenes de guerra.

Hoy, la acusación sigue presentando sus alegaciones con la entrega al tribunal de documentos públicos y argumentos legales basados en los precedentes y en la legalidad internacional. Durante la sesión, el tribunal formuló preguntas a la acusación en pos clarificar determinadas cuestiones y objeciones presentadas por la defensa.

El fiscal general de Reino Unido manifestó ante el tribunal que el 7 de marzo de 2003 expresó sus reservas al entonces Primer ministro británico, en conformidad con la resolución 1441[1] de Naciones Unidas, al manifestar que ésta no permitía el uso de la fuerza contra Iraq. El fiscal general mantuvo su declaración incluso años después durante la investigación Chilcot [2] en enero de 2011.

No obstante, dos días antes de la invasión de Iraq, el 17 de marzo de 2003, el fiscal general justificó el uso de la fuerza basándose en “la reactivación de la autorización del uso de la fuerza bajo las anteriores resoluciones de Naciones Unidas 678 [3] y 687 [4] interpretadas a la luz de la resolución 1441. Las resoluciones 678 y 687 son relativas al uso de la fuerza para expulsar a Iraq de Kuwait en 1990. Esas resoluciones no autorizan, bajo ningún concepto el uso de la fuerza para el desarme efectivo o el cambio de régimen en Iraq y no existe ninguna doctrina aceptada sobre la ‘reactivación’ que permita la autorización [del uso de la fuerza] en las resoluciones del Consejo de Seguridad.

La acusación argumentó que, además,  Reino Unido junto con Estados Unidos habían presentado que el cambio de régimen sería la base para el uso de la fuerza. Este punto de vista se expresó ya en 1998 cuando el presidente Clinton sugirió que Sadam Huseín tenía que ser derrocado para terminar con lo que suponía de amenaza. La ley de liberación de Iraq, aprobada en 1998 [5] declara como objetivo de la política [exterior] estadounidense [respecto a Iraq] ha de ser el derrocamiento de Sadam Huseín. A partir de entonces esa es la política exterior estadounidense oficial, que Bush y Blair han expresado en diferentes ocasiones.

Dos meses después del 11S Bush pidió a Donald Rumsfeld, el entonces secretario de Defensa, que revisara los planes de guerra establecidos contra Iraq. El 15 de septiembre de 2001, Bush declaró “[…] Una vez que hemos solucionado el asunto con Afganistán, ahora le toca a Iraq”.  Del mismo modo Blair también, tras la invasión de Iraq, afirmó que incluso si no hubiera amenaza de armas de destrucción masiva, el consideraría efectivo un cambio de régimen en Iraq. El fiscal general de Reino Unido ya había advertido el 7 de marzo de 2003 que el cambio de régimen no podría ser el objetivo de una acción militar.

La planificación y preparación siguió adelante con el trabajo dudoso o erróneo de la inteligencia para lograr su objetivo de derrocar al régimen iraquí. Los servicios secretos se centraron en la existencia de armas de destrucción masiva, que tras la invasión ya está demostrado que fue una falsedad. Los servicios secretos recibieron un doctorado sobre los planes y la política de llevar a cabo el cambio de régimen en Iraq.

En la sesión del tribunal se escuchó cómo ya en la segunda mitad de 2002 y a principios de 2003 ya se había emprendido una guerra secreta por aire contra Iraq, período en el que se produjeron 21.736 salidas de aviones que lanzaron alrededor de 125.000 kilos de bombas sobre el sur de Iraq, como medida previa para aniquilar las defensas aéreas de Iraq. Ese fue el principio de la guerra.

Estos planes y acciones de guerra continuaron sin dificultad mientras públicamente ambos acusados mentían al mundo diciendo que estaban buscando una resolución sobre la supuesta amenaza que Iraq suponía con sus armas de destrucción masiva. El proceso culminó con la aprobación de la resolución 1441 [6] para tener una excusa y emprender la invasión total de Iraq. La conducta de ambos acusados indica una clara intención de invadir Iraq para derrocar al régimen iraquí, lo que jamás fue autorizado por la resolución 1441 de Naciones Unidas.

En el caso de Nicaragua contra Estados Unidos, la Corte Internacional de la Justicia de Nicaragua (1986) declaró ilegal la doctrina del cambio de régimen y la doctrina de la intervención humanitaria. Estados Unidos con la aprobación de la Ley de liberación de Iraq va en contra de la sentencia del caso antes mencionado [7].

La responsabilidad de los individuos, incluidos los jefes de Estado por crímenes de guerra ha quedado perfectamente establecida en los juicios de Núremberg tras la Segunda Guerra Mundial. El caso más reciente de Pinochet (1999) refuerza este argumento esencial de que un jefe de Estado está sujeto a las responsabilidades correspondientes si autorizó o perpetró crímenes internacionales. Emprender una guerra internacional jamás puede calificarse de otra cosa más que de crimen.

La arrogancia de ambos acusados para llevar a sus países a una guerra y para que sus soldados asesinaran y murieran, resulta increíble. En mayo de 2011 un millón cuatrocientos mil iraquíes (1.400.000) iraquíes había sido asesinados como resultado de la guerra ilegal contra Iraq, en la que también murieron 4.770 soldados estadounidenses y 2.445 personas de otras fuerzas de coalición.

La acusación pidió al Tribunal que emitirá un veredicto de culpabilidad contra los acusados George W. Bush y Anthony L. Blair y que el Tribunal, en el ejercicio de sus potestades, de acuerdo al artículo 31 de la Carta de Kuala Lumpur de la comisión de crímenes de guerra, remitiera sus conclusiones a la Corte Penal Internacional y a otros cuerpos judiciales para que juzgaran si estos hechos son susceptibles de acciones ulteriores. Del mismo modo se solicitó al tribunal la inclusión de los nombres de los culpables, concretamente de Bush y Blair en el Registro de criminales de guerra y se hicieran públicos. La acusación dio así por terminada su intervención.

La defensa solicitó un aplazamiento para responder a la acusación y el tribunal accedió con la citación de las partes para el día siguiente a las 9:30 de la mañana (hora Malaya).

El tribunal lleva reunido en sesión abierta desde el pasado 19 de noviembre en la sede de la Fundación Kuala Lumpur para la Criminalización de la Guerra (KLFCW en sus siglas en inglés), sita en Jalan Perdana, Kuala Lumpur.

Notas de IraqSolidaridad:

1.- El texto completo de la resolución 1441 de 8 de noviembre de 1991 puede leerse en español en: http://www.cinu.org.mx/temas/iraq/doctos/1441.pdf.

2.- El 15 de junio de 2009, Gordon Brown, ex primer ministro británico,  anunció que se llevaría a cabo una investigación para identificar las lecciones que Reino Unido debía aprender de su aventura en Iraq. Oficialmente la investigación dio comienzo el 30 de julio de 2009. La investigación lleva el nombre del presidente de la comisión, Sir John Chilcot. Sobre la comisión de investigación Chilcot véase en inglés The Iraq Inquiry en:  http://www.iraqinquiry.org.uk/about.aspx.

3.- El texto íntegro de la resolución 678 de 29 de noviembre de 1990 puede leerse en español en: http://www.cinu.org.mx/temas/iraq/doctos/678.pdf.

4.- El texto completo de la resolución 687 de 8 de noviembre de 2002 puede leerse en español en:

http://daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N02/682/29/PDF/N0268229.pdf?OpenElement.

5.- El texto íntegro de la Iraq Liberation Act puede consultarse en inglés en: http://www.iraqwatch.org/government/US/Legislation/ILA.htm.

6.- Véase nota 1.

7.- Respecto a esta sentencia hay abundante documentación que puede consultarse en español en http://www.bibliojuridica.org/libros/6/2927/4.pdf y más completa aún en inglés en: http://www.icj-cij.org/docket/index.php?p1=3&p2=3&code=nus&case=70&k=66

Texto original en inglés en: http://www.brussellstribunal.org/KLWarCrimes2011.htm#comm

Tribunal Kuala Lumpur sobre crímenes de guerra. Inicio de las sesiones

23 noviembre, 2011

Kuala Lumpur, 19 de noviembre de 2011

Resumen del inicio de sesiones*

Traducido del inglés para IraqSolidaridad por Paloma Valverde

El tribunal sobre crímenes de guerra en Iraq juzgará del 19 al 22 de noviembre de 2011, en Kuala Lumpur, a George W. Bush, ex presidente de Estados Unidos, y a Anthony L. Blair (ex primer ministro de reino Unido) por crímenes de guerra. Por primera vez se ha procedido a la acusación de crimen de guerra contra dos ex jefes de Estado según las reglas del Derecho y el debido proceso; se han escuchado los testimonios de las víctimas y la comisión de Crímenes de guerra de Kuala Lumpur ha investigado formalmente las acusaciones.

Al inicio de la sesión dos jueces del tribunal han sido recusados y la mayor parte del día se ha invertido en el estudio de las objeciones preliminares planteadas por el equipo de la defensa contra los jueces recusados.

[…]

Jason Kay planteó dos objeciones preliminares al Amicus Curiae (Defensa) de acuerdo al artículo 15 de la carta de la comisión de Crímenes de guerra:

1.- sobre la jurisdicción del tribunal para juzgar el caso y

2.- que el juez Niloufer Bhagwat no era apto en base a una supuesta parcialidad.

Sobre el asunto de la parcialidad de juicio, la defensa aceptó que la jueza Niloufer Bhagwat actuó de juez en el Tribunal Internacional Penal de Tokio sobre Afganistán en el que George W. Bush fue declarado culpable de crímenes en Afganistán. Además, ha ejercido de acusación en el Tribunal Internacional sobre Iraq en Estambul contra el mismo acusado.

La acusación respondió que el Tribunal sobre Iraq fue una sesión de una ONG y no un tribunal, y que tanto el Tribunal de Tokio como el de Iraq se celebraron en ausencia de Bush. El hecho más importante es que cada caso se decide de manera individual y en base a la ley y a los hechos. Además, la guerra de Iraq y sus atrocidades ha provocado que cada uno tenga sus propios puntos de vista […] El tribunal se retiró a deliberar sobre el asunto.

La jueza Niloufer Bhagwat hizo una declaración en la que afirmaba que desde siempre había estado a disposición del tribunal su participación en los tribunales anteriores. Resaltó que todos los jueces que participaron en los juicios de Núremberg provenían de los poderes aliados y en ningún caso se discutió sobre su parcialidad. Aunque ella no tenía interés en el asunto, voluntariamente dimitió en aras de que “[…] se haga justicia” y que no se produzca la menor sobra de duda sobre la imparcialidad de los procedimientos judiciales.

Sobre el asunto de la jurisdicción del tribunal para dictaminar sobre el caso, la defensa aceptó que el tribunal no tenía jurisdicción al no haber sido sancionado por Naciones Unidas ni tampoco por el Estatuto de Roma puesto que Iraq y Afganistán no son firmantes del mismo.

La acusación admitió que se trata de un tribunal de conciencia y que a pesar de las numerosas demandas por crímenes de guerra contra los dos acusados, la Corte Penal Internacional no ha tomado medidas al respecto. Naciones Unidas igualmente ha sido incapaz de tomar medidas para recomendar la celebración de juicios penales y que es de resaltar subrayar que Estados Unidos y Reino Unido son poderes con derecho de veto en el Consejo de Seguridad.

La Carta de Naciones Unidas establece: “Nosotros, los pueblos…” La Carta de Kuala Lumpur está basada en el derecho de los pueblos. Hoy, el pueblo pide responsabilidades a los poderes. Además, este Tribunal no está usurpando la autoridad a ninguna organización como Naciones Unidas. Como pueblo, tenemos derecho a actuar contra los crímenes de guerra; los crímenes de guerra son universales porque no tienen limitación geográfica y la conciencia no se puede silenciar. Además, hay opiniones que consideran que este tribunal no tiene un objetivo. El tribunal pude tomar en consideración decisiones emitidas por otros órganos judiciales y está formado por personas eminentes [en el mundo del Derecho] que pueden establecer precedentes en la legalidad internacional contra los crímenes de guerra.

Tras la deliberación, se reanudó la sesión […]. El tribunal por unanimidad denegó la objeción preliminar y dictó que sí tiene jurisdicción en base a los siguientes argumentos:

[…]

– El Tribunal es un tribunal de conciencia, que se guía por el principio de justicia natural.

– El Tribunal se guía por los anteriores tribunales de justicia, como el Tribunal Russell Bertrand para la guerra de Vietnam o el Tribunal Tokio para Afganistán.

– El Tribunal es complementario a Naciones Unidas que no ha actuado sobre las demandas por crímenes de guerra contra los dos acusados.

[… ]

La acusación abrió su caso subrayando los motivos por los cuales se ha efectuado la acusación de crímenes contra la paz contra los dos acusados:
1.- Poner de manifiesto que no existe ningún país, por muy poderoso y arrogante que pueda ser, con derecho a cometer un crimen contra la paz, en este caso el ataque contra otro país [Iraq] violando la legalidad internacional.

2.- Poner de manifiesto que existe una responsabilidad individual por la comisión de tales crímenes, lo que incluye a los jefes de Estado que autoricen o permitan la comisión de tales delitos.

3.- Responsabilizar a los jefes de Estado y no solo culpabilizar a los peones ejecutores.

4.- Preservar la integridad de la legalidad internacional de derivas como la actual. […].

5.-Estos dos acusados han engañado a su propio país y a la comunidad internacional en apoyo de sus objetivos demoniacos y criminales.

La acusación continuó ofreciendo al público documentos que demostraban que el ataque a Iraq estaba planificado con anterioridad al 11S y que se trataba de un plan en marcha que finalizó con el ataque a Iraq de 2003.

La resolución 1441[1] de Naciones Unidas, que se emitió a instancias de Estados Unidos y Reino Unido con la finalidad de atacar Iraq, fue analizada en profundidad para demostrar que no había autorización alguna para utilizar la fuerza en base a dicha resolución. […].

Las sesiones del Tribunal se celebraran a puerta abierta durante los días del 19 al 22 de noviembre en la sede de la Fundación Kuala Lumpur para la Criminalización de la Guerra (KLFCW en sus siglas en inglés), sita en Jalan Perdana, Nº 88, Kuala Lumpur. La sesión se celebró hasta el final de la tarde y continuará el 20 de noviembre.

Notas de IraqSolidaridad:
1.- El texto completo de la resolución 1441 de 29 de de 1991 puede leerse en español en: http://www.cinu.org.mx/temas/iraq/doctos/1441.pdf.

*Debido al tecnicismo de esta sesión, en la que no hay declaración de testigos, se ha considerado traducir los puntos esenciales y no el texto en su totalidad, disponible en inglés en: http://www.brussellstribunal.org/KLWarCrimes2011.htm#comm

Texto original en inglés en: http://www.brussellstribunal.org/KLWarCrimes2011.htm#comm

Tribunal Kuala Lumpur sobre crímenes de guerra. Sesión preparatoria

22 noviembre, 2011

 

 

 

Kuala Lumpur, 18 de noviembre de 2011

Traducido para IraSolidaridad por Paloma Valverde

El tribunal sobre crímenes de guerra en Iraq juzgará, del 19 al 22 de noviembre de 2011 en Kuala Lumpur, a George W. Bush, ex presidente de Estados Unidos, y a Anthony L. Blair (ex primer ministro de reino Unido) por crímenes de guerra. Por primera vez se ha procedido a la acusación de crimen de guerra contra dos ex jefes de Estado según las reglas del Derecho y el debido proceso; se han escuchado los testimonios de las víctimas y la comisión de Crímenes de guerra de Kuala Lumpur ha investigado formalmente las acusaciones.

En 2009, las víctimas de guerra testificaron ante la comisión y revelaron detalles absolutamente impactantes. Algunos de ellos los relatamos a continuación:

Uno de los querellantes fue detenido durante seis años en la Bahía de Guantánamo por un error de identificación, hecho que el ejército de Estados Unidos constató días después de su detención. Pese a ello, fue sometido a un tratamiento inhumano y ha sufrido indecibles padecimientos mentales.

El testimonio de una mujer iraquí denunciante fue igualmente aterrador. Esta mujer fue detenida y durante el transporte en helicóptero la utilizaron como escudo humano al colocarla cerca de las puertas abiertas del vehículo por si la resistencia disparaba contra el helicóptero.

Otra de las víctimas reveló que fue amenazada con que si no confesaba ser un terrorista su mujer sería asesinada en la celda contigua. Sufrió indecibles humillaciones durante los tres años que duró su detención.

La comisión resaltó además que ninguna de las víctimas había sido acusada de ningún delito y que se les denegó la preceptiva asistencia de letrado. A la luz de la legalidad internacional no hay ningún procedimiento que se ajuste a este proceder.

Las experiencias de otros detenidos en Abu Graib en Bagdad y en Bagram en Afganistán fueron similares. Los métodos sistemáticos empleados en esos centros de detención ilegal revelan una profunda complicidad [en la cadena de mando] y no unos actos esporádicos ejecutados por soldados indisciplinados, como afirmó el ejército estadounidense.

La comisión está muy satisfecha de se lleven a cabo investigaciones posteriores sobre el caso. Como era de esperar todas las denuncias fueron aceptadas.

En octubre de 2009, después de que la comisión recibiera las demandas de las víctimas de guerra, la comisión pidió asesoramiento legal al tribunal sobre los siguientes aspectos:

1.- ¿Tiene el tribunal jurisdicción para juzgar estos casos de víctimas de guerra?

2.- ¿Un jefe de Estado puede eludir el cumplimiento de cualquier tratado internacional o convención, como las convenciones de Ginebra, ratificadas por el Estado sin antes derogar el tratado o convención en cuestión?

Tras escuchar los informes presentados, el tribunal emitió por unanimidad su veredicto sobre ambos asuntos:

Sobre el primero asunto, el tribunal dictaminó que sí posee jurisdicción para juzgar los casos de crímenes de guerra en virtud del artículo 7.1 de la Carta de la Comisión de Crímenes de guerra de Kuala Lumpur.

En relación con el segundo asunto planteado, el tribunal también fue unánime en mantener que durante los últimos 50 años la ley humanitaria internacional ha desarrollado la postura de que ningún jefe de Estado o nación pueda de forma unilateral renunciar a las convenciones firmadas por su país. Si existe la firma de un tratado éste es vinculante para el sujeto. Incluso si una nación no es firmante de un tratado o afirma haberlo revocado, sigue estando obligado a él por la costumbre de la legalidad internacional.

El tribunal mantiene que en relación con los crímenes contra la ley humanitaria, el estatus de jefe de Estado no supone una salvaguardia. Tampoco es una defensa argüir que se actuó por órdenes de un superior. Esta es la ley desde los Tribunales de Nurember.

La pérdida de la inmunidad y el principio de responsabilidad criminal individual están ahora subsumidos en una plétora de leyes internacionales y decisiones, entre las cuales se cuenta la resolución 95.1 de 11 de diciembre de 1946 de la Asamblea General de Naciones Unidas; el artículo 13 del anteproyecto del código de crímenes contra la paz y la seguridad de la humanidad (1991); el documento  de Naciones Unidas  S/25704 (1993) y el artículo 27 del Estatuto de Roma.

El tribunal de Kuala Lumpur se inspira en el noble principio de que si hay un derecho vulnerado hay una reparación que hacer. Las víctimas de los crímenes de guerra de Iraq que han sido desplazadas no han obtenido ninguna reparación en los tribunales ni nacionales ni internacionales.

En mayo de 2011, la comisión finalizó su investigación y redactó su informe recomendando las acusaciones que se debían iniciar. El grupo acusatorio, dentro de la Comisión, estableció las siguientes imputaciones:

Primera: Crímenes contra la paz contra George W. Bush, ex presidente de Estados Unidos, y Anthony L. Blair, ex primer ministro de Reino Unido. La acusación se ha redactado como sigue:

“Las personas acusadas han cometido crímenes contra la paz ya que los acusados planearon, prepararon e invadieron el Estado soberano de Iraq el 19 de marzo de 2003 en violación de la Carta de Naciones Unidas y de la legalidad internacional.”

Segunda: Crimen de tortura y crímenes de guerra contra ocho ciudadanos estadounidenses, a saber: George W Bush, Donald Rumsfeld, Dick Cheney, Alberto Gonzales, David Addington, William Haynes, Jay Bybee y John Yoo. La acusación se ha redactado como sigue:

“Las personas acusadas han cometido el crimen de tortura y crímenes de guerra por haber participado voluntariamente en la formulación de las órdenes ejecutivas y directivas para excluir la aplicabilidad de todas las convenciones internacionales y leyes, especialmente la Convención contra la tortura de 1984, la III Convención de Ginebra de 1949, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Carta de Naciones Unidas en relación con la guerra emprendida por Estados Unidos y otros en Afganistán en 2001 y en Iraq en marzo de 2003. Además, sobre la base y en apoyo de la misma, las personas acusadas autorizaron o estuvieron en connivencia con la comisión de los actos de tortura y el tratamiento cruel, degradante e inhumano infligido a las víctimas en violación de la legalidad internacional, los tratados y convenciones existentes, incluida la Convención contra la tortura de 1948 y las Convenciones de Ginebra, incluida la III Convención de Ginebra de 1949.”

El juicio tendrá lugar ante este tribunal, que se ha constituido con personalidades eminentes con cualificación legal. El tribunal, presidido por el Juez Dato’ Abdul Kadir Sulaiman, juez retirado de la Corte Federal Malaya, está formado por notables personalidades: Tunku Sofiah Jewa, autor de textos legales [1]; Salleh  Buang, ex consejero federal de la Cámara de fiscales generales; Niloufer Bhagwat, experto en Derecho Constitucional, Derecho Administrativo y Derecho Internacional; Datuk Shad Saleem Faruqi, catedrático emérito y prominente académico en el campo del Derecho; Alfred Lambremont Webre, abogado y autor de varios libros de temática política [2] y Dato’ Zakaria Yatim, juez retirado de la corte federal malaya.

El tribunal enjuiciará y evaluará las pruebas existentes en base a los hechos y a las leyes del mismo modo que se llevaría a cabo en un tribunal ordinario. Los jueces del tribunal deben ratificar que la acusación queda probada más allá de cualquier duda razonable y emitir una sentencia razonada. La sentencia, con los nombres de las personas declaradas culpables, se entregará a la Comisión del registro de criminales de guerra y se dará publicidad en todo el mundo.

La acusación para el juicio estará formada por Gurdial S. Nijar, eminente catedrático de derecho y autor de varias publicaciones de Derecho y por el catedrático de derecho Francis Boyle, abogado y especialista en Derecho Internacional en ejercicio, quienes tendrán como asesor al Sr. Avtaran Singh.

Las sesiones del Tribunal se celebraran a puertas abiertas durante los días del 19 al 22 de noviembre en la sede de la Fundación Kuala Lumpur para la Criminalización de la Guerra (KLFCW en sus siglas en inglés), sita en Jalan Perdana, Nº 88, Kuala Lumpur.

Notas de IraqSolidaridad:
1.- Autor de An Introduction to the Constitution of Malaysia, Pacifica Publications, Malasia, 3ª edición, 2007.

2.- Licenciado en Yale, entre sus libros cabe destacar:  Exopolitics: Politics, Government, and Law in the Universe, y The Levesque Cases.

Texto original en inglés en: http://www.brussellstribunal.org/KLWarCrimes2011.htm#comm