Archive for the ‘Las revueltas de los jóvenes iraquíes// Young Iraqi Revolution’ Category

Hawiya hoy: 150 víctimas entre muertos y heridos

23 abril, 2013

Actualización nota informativa de la CEOSI

IraqSolidaridad, 23 de abril de 2013

Imagen de Hawiya hoy, 23 de abril de 2013, a las 18h hora española

Imagen de Hawiya hoy, 23 de abril de 2013, a las 18h ( hora española)

Sin que aún haya datos contrastados, todo apunta a que ya son 150 las víctimas, entre muertos y heridos, que han sucumbido a los equipos SWAT del gobierno títere de Maliki. Se desconoce si el número de 50 muertos, barajado hasta el momento, ha podido aumentar.

Las tropas especiales de las unidades SWAT [armas y tácticas especiales] han irrumpido en el lugar en el que estaban acampados los manifestantes de Hawiya y han abierto fuego contra los civiles que allí exigían sus derechos.

Los vehículos militares  han atropellado a los heridos que no podían huir, al tiempo que daban caza a quienes sí podían hacerlo, disparando a discreción contra la multitud que huía de la carnicería que se avecinaba.

La resistencia ha intentado repeler el ataque, haciendo honor a su palabra de defender a los civiles si estos eran atacados por las fuerzas iraquíes mientras se manifestaban o llevaban a cabo cualquier tipo de protesta.

En vista de las crecientes olas de manifestaciones de los viernes que se producen en todo el país de norte a sur, a lo que se suman los días de desobediencia civil que se celebraron ayer en muchas ciudades iraquíes, parece que el desproporcionado ataque de hoy no es sino una advertencia de que el gobierno de Maliki no va a tolerar más protestas.

Uno de los mensajes que se han escuchado hoy en Hawiya ha sido: “[… ] Hoy Makili nos ha declarado la guerra, pero nosotros no vamos a parar”.

Por otra parte, la Asociación de Ulemas Musulmanes ha publicado un comunicado en el que expresa “[…] Su máximo pesar por las víctimas del valiente pueblo de Hawiya y el martirio de sus habitantes” y añade: […] Hawija ha actuado como le ha dictado su obligación: protestaron pacíficamente y exigieron sus legítimos derechos, y no se les puede culpar porque el gobierno no entienda otro lenguaje que el de la sangre”.

La CEOSI reitera su máximo apoyo a la legítima resistencia armada iraquí, de acuerdo con la legislación internacional vigente, al tiempo que expresa su firme solidaridad con las protestas de los ciudadanos iraquíes en defensa de sus derechos inalienables, así como su máxima condena de  los asesinatos perpetrados por las fuerzas armadas iraquíes que representan a un gobierno impuesto por la ocupación criminal angló-estadounidense.

Las fuerzas de seguridad iraquíes asesinan a 50 manifestantes en Hawiya

23 abril, 2013

Nota informativa de la CEOSI

 

IraqSolidaridad, 23 de abril de 2013

Nuevos helicópteros Bell 407 SCOUT de la aviación del Ejército Iraquí

Nuevos helicópteros Bell 407 SCOUT de la aviación del Ejército Iraquí

Hoy han resultado muertas Al menos 50 personas  cuando las fuerzas de seguridad han irrumpido en la acampadas de protesta pacífica en Hawiya, cerca de Kirkuk, a unos 170 kilómetros al norte de Bagdad. La resistencia ha defendido con las armas, como ya anunció al inicio de las protestas, a la población civil que pacíficamente se manifestaba.

Según las noticias procedentes del interior, la resistencia habría derribado un helicóptero y capturado dos carros de combate del gobierno títere iraquí.

Se necesitará todo un siglo para la recuperación de Iraq

28 marzo, 2013

Olga Rodríguez entrevista por segunda vez uno de los dirigentes de las revolución iraquí: Uday al-Zeidi

A pesar de que Uday al-Zeidi se dio a conocer por el hecho de que su hermano, periodista de profesión, le lanzara un zapato a Bush, su compromiso político ya venía de lejos y es uno de los principales instigadores de las revueltas de la llamada Revolución de los Jóvenes que se iniciaron el 25 de febrero de 2011. Ese mismo año, durante el mes de mayo, Uday al-Zeidi visitó el Estado Español invitado por la CEOSI. Su estado físico dejaba ver claramente el resultado de las torturas a las que había sido sometido durante su encarcelamiento, como se describe en la entrevista que reproducimos más abajo. Durante esa visita fue entrevistado en Madrid por Olga Rodríguez en Madrid. En enero de este año, Uday fue nuevamente detenidoA continuación reproducimos la entrevista que, publicada por ElDiario.es, realiza Olga Rodríguez a Uday al-Zeidi por segunda vez.

IraqSolidaridad.

El Diario, 27 de marzo de 2013
Edición IraqSolidaridad

El pasado mes de diciembre una mujer recién salida de una prisión iraquí decidió contactar con diversas cadenas de televisión del país para relatar su experiencia en cautiverio. No ahorró en detalles. Relató el maltrato, las torturas, las humillaciones; describió cómo la golpeaban, a ella y al resto de sus compañeras; contó cómo una de las prisioneras, en avanzado estado de gestación, dio a luz a un bebé muerto a causa de las torturas sufridas.“Besábamos los zapatos de los policías para que dejaran de pegarnos”, confesó. Su testimonio impactó a mucha gente. Un grupo de mujeres de la provincia de al-Anbar decidió organizar manifestaciones en varias ciudades para mostrar su solidaridad con las detenidas y exigir un trato digno para ellas.

“Y de ese modo resurgieron las protestas que ya habían nacido en el año 2011, al calor de las revueltas en otros países árabes, pero que se habían apagado poco después”, relata Yaroub Alí, iraquí exiliado que colabora en la Campaña de Solidaridad Internacional con los presos políticos iraquíes. “Y así hasta el día de hoy. No hay semana en la que no se registren grandes protestas en diversas ciudades del país. Los viernes se celebran las más multitudinarias, con tiendas de campaña y todo”, añade.

Es lo que muchos llaman las revueltas iraquíes. Su importancia es tal que incluso el popular clérigo chií Muqtada As-Sáder las apoya públicamente. En ellas los manifestantes demandan la caída del gobierno del primer ministro, Nuri al-Maliki, y reclaman libertad, dignidad, trabajo y electricidad, entre otras cosas.

No son protestas de carácter sectario, y de hecho en ellas participan sunníes y chiíes que denuncian la persecución política de activistas y la existencia de una discriminación oficializada en función de la confesión religiosa. Muchos de los participantes estuvieron presentes también en las manifestaciones que surgieron en 2011.

En las últimas semanas, las fuerzas de seguridad han cortado carreteras para evitar que diversas marchas se unan, han levantado nuevos puestos militares para dividir barrios e incluso han disparado contra grupos de manifestantes, provocando la muerte de al menos diez personas.

Además cientos de iraquíes han sido detenidos por participar en las protestas, entre ellos Uday al-Zeidi, uno de los líderes de estas revueltas, y hermano de Muntader al-Zeidi, célebre por haber arrojado un zapato a Bush en 2008, un gesto por el que sufrió diez meses de prisión y torturas por parte de los agentes de seguridad de George Bush, según denunció posteriormente.

Desde 2011 Uday al Zaidi vive casi en la clandestinidad, cambiando continuamente de vivienda. No duerme más de tres noches seguidas en el mismo sitio. Ha sido arrestado en nueve ocasiones, y ha sufrido tortura por parte de las fuerzas de seguridad. De confesión chií, se ha erigido como uno de los grandes defensores de la comunidad suní iraquí, discriminada por el Gobierno.

Preside el Frente Popular para la Liberación de Iraq, y acaba de ser premiado por el BRussells Tribunal por ser uno de los organizadores de las protestas desde 2011. Cuando su hermano arrojó el zapato a Bush, él fue despedido del Ministerio de Cultura, donde trabajaba como funcionario.

Eldiario.es ha contactado con él a través de Skype.

Uday_al_Zeidi. Iraq, 2013

Uday_al_Zeidi. Iraq, 2013

Pregunta: ¿Cuáles son las demandas de la gente que está participando en estas protestas multitudinarias en Irak?

Respuesta: La gente está pidiendo derechos legítimos: una vida digna, con libertad, con seguridad.  Queremos lo que cualquier pueblo del mundo querría. Queremos un gobierno que represente los intereses del pueblo iraquí, y no queremos a gobernantes que han llegado a través de los ocupantes estadounidenses, como es el caso actual. El Gobierno iraquí llegó de la mano de la ocupación.

P: ¿Cree que estas protestas perdurarán o se irán diluyendo?

R: Seguro que las protestas van a continuar, porque estamos sufriendo mucho, con un líder de gobierno que ejerce prácticas dictatoriales, que dispone de poder sobre todas las instituciones del país, y que cuenta con un fuerte apoyo de EEUU y sobre todo de Irán. El Gobierno controla potentes milicias que cuentan con más armamento que el Ejército y las fuerzas de seguridad. Esas milicias son una herramienta que emplea para golpear a sus enemigos. Este Gobierno es tiránico y opresor, no será fácil deshacerse de él, pero hay mucha gente con voluntad de continuar manifestándose.

P: Hace unas semanas le han vuelto a arrestar de nuevo.

R: No es la primera vez que me arrestan y no será la última, es la novena vez que soy detenido por las fuerzas de seguridad, por el simple hecho de manifestarme pacíficamente. Me han tratado de forma cruel, con insultos, me han esposado, me han golpeado y torturado, me han obligado a prometer que no me manifestaría de nuevo, ignorando así los artículos de la Constitución, escrita por el propio Gobierno, y que indica que «manifestarse es un derecho garantizado por la Constitución». En 2011 llegaron a aplicarme descargas eléctricas, me rompieron la clavícula, me dislocaron una muñeca y me rompieron la pierna izquierda [esta periodista estuvo con él en 2011, cuando aún llevaba la pierna escayolada a causa de los daños sufridos].

P: ¿A quién representa el Gobierno iraquí, cuáles son sus intereses?

R: El Gobierno actúa con arrogancia y fuerza contra cualquier tipo de oposición, ya sea política o social. Quiere dividir Irak. Su objetivo es la partición de Irak y la toma de control de sus riquezas naturales más preciadas, para colocarlas bajo control iraní y de esa forma abrir una puerta trasera para que Irán pueda escapar de la sombra de las sanciones que le ha impuesto la comunidad internacional.

P: Usted ha dicho que de alguna forma la ocupación estadounidense continúa en el país. ¿De qué modo?

R: Quien diga que la ocupación estadounidense ha terminado está muy equivocado. La ocupación está todavía presente, y no exagero cuando digo que es incluso más fuerte, porque es más sutil y con menos que perder, porque ha pasado de ser una ocupación a través de fuerzas militares expuestas a la muerte, a una ocupación a través de los servicios de inteligencia y de colaboradores que trabajan en el terreno.

Cuenta además una fuerza militar que no ha desaparecido en la base de Taji, al sur de Bagdad, al igual que en la Zona Verde, además de decenas de compañías de contratistas que trabajan en Bagdad. Hay también 5.000 trabajadores en la embajada estadounidense con la que excusa de proteger al personal diplomático. Todos estos elementos están preparados para batallar si así se lo ordenan.

P: ¿Cuál es el papel de Irán en Iraq?

R: Irán lleva tiempo ocupando partes de Iraq a través de milicias armadas que han llegado a controlar incluso cárceles. Combina una ocupación sectaria e ideológica con una ocupación logística y de seguridad. Casi todas las instituciones del Gobierno están controladas por Irán. Buena parte de la política y de los políticos son herramientas en manos de Irán. Teherán los lleva por donde quiere cuando quiere.

P: ¿Hay otros países con intereses en Iraq?

R: Desde la ocupación Iraq se ha convertido en un escenario donde diversas potencias ajustan cuentas y echan pulsos de poder, debido a su riqueza, especialmente en petróleo y minerales, además de su influyente posición estratégica en la región. Es objetivo de la avaricia de varios países, especialmente de países occidentales y de algunos vecinos de la región. Se ve afectado por las influencias de Irán, de Turquía, incluso de Kuwait, además de las de EEUU, Reino Unido e Israel. Todos ellos son los jugadores principales en el tablero iraquí.

P: ¿Cómo describiría la situación de Iraq, la vida cotidiana?

R: Iraq es considerado uno de los países más insoportables para vivir, de hecho millones de personas han emigrado, por la falta de empleo y de electricidad, y a causa de la terrible inseguridad que padece la población. Hay cada vez más gente que vive en la extrema pobreza.

A pesar de los enormes ingresos del país, no vemos resultados, porque la corrupción está instalada en la mayor parte de las instituciones. Irak retrocede en todo, en la agricultura, en la industria, en la educación. Se ha convertido en uno de los países del mundo con más problemas a causa del crimen organizado, del narcotráfico y del tráfico de órganos humanos.  Las enfermedades se han extendido de manera dramática, especialmente entre los niños.

P: Proliferan las denuncias por torturas en cárceles de Iraq y la situación de los derechos humanos es terriblemente frágil.

R: Irak se ha convertido en uno de los países con más impunidad del mundo, donde la tortura y las violaciones de los derechos humanos son habituales. La ocupación trajo a delincuentes de otros países para provocar desestabilidad, y recolectó a políticos que eran ladrones y asesinos, la mayoría de ellos pertenecientes a mafias islámicas que vivían en países vecinos. La ocupación impuso la tortura y los arrestos en función de la identidad de las personas, de su religión, de su etnia, de sus creencias, y lo hizo con la bendición del Estado.

P: ¿Hay alguna similitud con las protestas que surgieron en otros países árabes?

R: El contexto es diferente. Pero hay demandas similares: la libertad, la dignidad, una vida digna. Todos los países escenarios de las revueltas tienen en común que luchan contra gobiernos déspotas, gobiernos mafiosos con partidos políticos interconectados que tienen las manos manchados de sangre. Su caída no es fácil, pero no es imposible.

P: ¿Cómo influyen las compañías extranjeras que operan en Iraq?

R: Las compañías petroleras extranjeras tienen un papel influyente en Iraq. Practican una política maliciosa e intrusiva. A veces estas compañías son capaces de presionar a gente, en concreto a personas de los ministerios, del Ministerio del Petróleo. De hecho hay una compañía estadounidense que creó el cargo de viceprimer ministro de Petróleo y Energía e insistió en que el puesto lo ocupara Hussain al Shahristani, por sus servicios prestados.

P: ¿Cuánto tiempo hará falta para que Iraq se recupere de los efectos de la ocupación y la guerra?

R: Las heridas de los iraquíes no cicatrizarán fácilmente. Los trágicos resultados de la invasión afectarán a generaciones enteras, se necesitará todo un siglo para la recuperación de Iraq, las terribles consecuencias durarán todo un siglo, porque nos ha dejado con millones de muertos y heridos, con millones de viudas y huérfanos, con una infraestructura prácticamente destruida, con la ignorancia y el analfabetismo expandiéndose por el país, que se ha quedado sin casi tejido social, sin posibilidad de ofrecer una buena vida a nuestros jóvenes.

Confío en que los medios europeos presten atención al pueblo iraquí, porque algunos países de Europa fueron grandes impulsores de la ocupación y han deseado beneficiarse de ella. Deberían corregir sus errores y pagar por ello. Agradezco por tanto esta entrevista.

Fuente

Un nuevo año y una gloriosa revuelta iraquí

5 enero, 2013

Muzana Abdalá*

Al Quds al Arabi, 3 de enero de 2013

Traducido del árabe por Mónica Carrión para Fundación Al Fanar**

 

Una de las manifestaciones masivas celebradas ayer en Iraq. En la foto manifestantes en el barrio de Adamiya, Bagdad.

Una de las manifestaciones masivas celebradas ayer en Iraq. En la foto manifestantes en el barrio de Adamiya, Bagdad.

Parece seguro que nuestro pueblo ha llegado a un resultado lógico y científico. Einstein decía que no hay nuevos resultados si las causas se repiten. Durante los diez años de ocupación y sus gobiernos se ha falseado la voluntad de un pueblo sometido al más repugnante lavado de cerebro y de conciencia para intentar que aceptase lo que se le imponía en las elecciones locales y legislativas y en el referéndum de una Constitución bomba; para que aceptase una representación sectaria, étnica y doctrinal sobre la que se han erigido las instituciones del Estado y de la sociedad. A pesar de lo temerario de este comportamiento para el destino de la nación y el futuro de sus ciudadanos, el pueblo iraquí esperaba llegar a un resultado que le sacase de la desesperación para poder ver la luz al final del túnel en el que se apretujaba después de que sus hermanos y amigos se desentendieran de él y lo convirtieran en el botín de todos los planes contra Iraq.

Si este periodo se hubiera aprovechado bien,  se podría haber mejorado la situación, pero en Iraq sólo hay más pobreza, analfabetismo y hambre a pesar de unas rentas cada vez mayores y de unos presupuestos astronómicos gracias al incremento del precio del petróleo y de sus exportaciones. Lo de que el pobre es cada día más pobre y el rico cada día más rico es una norma que rige la vida cotidiana en todo el país desde que el poder lo acapara quienes dicen representar a sus sectas, nacionalidades y religiones, desde que los recursos del país están siendo monopolizados por aquéllos, sus acólitos o sus parientes. Quienes adaptan la ley a sus intereses para obtener ilícitamente licitaciones y contratos estatales, que tienen por objeto el bien público, y además de ello roban el dinero destinado a esos proyectos, han creado grandes emporios comerciales, empresariales o de representación de empresas árabes o extranjeras. Todo ello es posible por la ausencia total del control parlamentario, que debería ser el verdadero representante del pueblo, y por la inacción de la justicia. Los pactos de silencio son los que perpetúan la corrupción cuya única víctima, material y moral, es el ciudadano.

El desprecio hacia los iraquíes y la especulación con el pueblo iraquí han llegado a niveles indescriptibles. Tal es el caso de la anulación de la cartilla de abastecimiento, que permitía al ciudadano tener acceso a algunos alimentos básicos. La justificación que ha esgrimido el gobierno para ello ha sido la de impedir la corrupción de aquellos que gestionan los contratos de compra de los alimentos. El resultado es que en lugar de castigar al culpable se castiga al ciudadano al que se priva de su propio pan.

Debido a la destrucción del Estado, la ausencia de justicia y la falta absoluta de coordinación entre los poderes actuales, en lucha constante entre ellos ya que los gobernantes representan intereses regionales e internacionales, en Iraq han aparecido nuevas autoridades y dirigentes religiosos o tribales. Además aprovechando la carencia de seguridad y la necesidad de protección del ciudadano, las milicias han tomado el control de las calles y esgrimiendo esa necesidad de seguridad, chantajean al ciudadano para que los vote y así asegurarse el poder.

Algunos dirigentes tribales, una vez aupados en el poder  se convirtieron brazos ejecutores del gobierno, glorificándolo y disfrutando de sus dádivas. También ha habido dirigentes religiosos que se han alineado con el poder para glorificar valores religiosos, apareciendo ante las cámaras de televisión según disponen quienes gobiernan mientras asesinan a su gente y violan a sus mujeres encarceladas. Estos dirigentes, que forman parte de las comisiones de investigación no hacen sino  ocultar los crímenes de guerra cometidos y conceder indultos a sus perpetradores. Así,  el ciudadano queda completamente desprotegido.

Ante esta situación, al pueblo solo le queda enfrentarse a pecho descubierto a toda esa vergüenza, humillación, muerte, éxodo y violaciones, apoyándose en las verdaderas fuerzas patrióticas, en los símbolos religiosos y tribales honrados que no dieron tregua ni a la ocupación ni a sus gobiernos y que convirtieron su servicio hacia el pueblo y a la nación en su estrategia desde 2003 hasta la fecha.

Desde la invasión anglo-estadounidense de Iraq, el tiempo se ha detenido para el ciudadano iraquí. El paso de los años ya no significa nada para él porque el día y la noche son iguales y el día de hoy es igual al de ayer. La tragedia es mayor cada día, y sufre por igual la injusticia miliciana y partidista como la injusticia institucional de los aparatos del Estado y sus altos mandatarios que actúan al amparo de la nueva Constitución y la ley. Hasta en los peores momentos durante la época de las sanciones el ciudadano iraquí soñó con un futuro; creyó que sus sufrimientos terminarían, pero ha perdido el presente y el futuro bajo la ocupación y sus autoridades impuestas, que han establecido de facto una alternancia de poder entre grupos políticos que no creen en absoluto en los derechos del pueblo,  y que acaparan los recursos y las riquezas del país para ponerlos al servicio de un sector minoritario.

La marginación, el desarraigo, el aislamiento y la exclusión han contribuido en gran medida al sentimiento general de que en Iraq todos los ciudadanos no son iguales en derechos y deberes, lo que ha generado el clima necesario para que se produzca un levantamiento: el ciudadano que lo ha perdido todo ya no tiene nada que perder. El constante hostigamiento contra el ciudadano: persecución, corrupción, discriminación, etc. ha terminado por estallar  de golpe en la revuelta de Al Anbar, que empieza a extenderse hasta Saladino y Mosul. Esto implica que la población ha comenzado a ser consciente de lo que tiene que hacer para desembarazarse de esta situación porque se niega a seguir sometida a las autoridades  gubernamentales y a los partidos sectarios y milicias  que han impedido el desarrollo de todos los ámbitos de la vida. Es una rebeldía sana y valiente porque acabará con la injusticia y garantizará la dignidad para todos. El hecho de que los protagonistas de la revuelta hayan insistido en que ésta no tiene que ver con ninguna fuerza política, partidista o sectaria, es una muestra de su conciencia. En primer lugar, son conscientes de que todas las fuerzas políticas que participan en el sistema, aunque pertenezcan a su entorno social, han contribuido al empobrecimiento y a la persecución de los ciudadanos y se han hecho ricas a su costa. En segundo lugar, los protagonistas de las revueltas son conscientes de que la etapa que está atravesando el país no requiere debates políticos sobre la forma de gobierno o sobre la naturaleza del sistema político, sino que exige un gobierno transparente capaz de garantizar unos mínimos servicios económicos, sociales, educativos y de seguridad; un gobierno que pueda combatir la pobreza e impedir las violaciones de los Derechos Humanos.

Todos los iraquíes ven con claridad que el poder actual y las fuerzas políticas que lo sustentan son incapaces de ofrecer ningún servicio real porque nacieron del útero de una crisis política que repartió cargos políticos en función de la fuerza de cada formación, y no con el fin de ofrecer servicios al ciudadano. El cargo público únicamente sirve para reforzar y financiar a la fuerza política a la que pertenece, una trinchera de lucha en primera línea contra el resto de las fuerzas políticas. Esto no ayuda a crear un sentimiento de responsabilidad hacia el cargo que se desempeña y, por otra parte, es incapaz de convencer al ciudadano de que el Estado es su Estado; una institución que pierde su legitimidad —si es que alguna vez la tuvo—,  por lo que las revueltas se asientan en una responsabilidad legítima y legal. Las autoridades no van a analizar lo que sucede, porque su destino y su modelo de corrupción y riqueza están en juego, por lo que es lógico esperar que vayan a utilizar el aparato del Estado y sus recursos para influir en los protagonistas de la revuelta, utilizando, en primer lugar, la fuerza y la represión contra los grupos de ciudadanos y, en segundo lugar, intentaran utilizar  las fuerzas políticas y las personalidades religiosas y tribales afines al poder que pertenezcan al mismo tejido social que los manifestantes con el objetivo de hacer fracasar las manifestaciones y dispersar a los participantes para que renuncien a sus verdaderas demandas. Eso fue precisamente lo que sucedió cuando enviaron a Saleh al Mutlaq para que convenciera a los manifestantes de  poner fin a la protesta sin que se hubiera dado respuesta a ni una sola de las demandas populares.

Sea cual sea el resultado, la situación no volverá a ser la misma y la fecha de la revuelta será un punto de inflexión entre el pasado y lo que está por suceder. La responsabilidad de proteger a la población protagonista de la revuelta y de demostrar el valor histórico de esa acción heroica es un deber nacional de todos los intelectuales, escritores y periodistas árabes y locales, para que la protesta se extienda a otras plazas en todas las provincias, ciudades y pueblos de Iraq hasta convertirse en una revuelta generalizada equiparable a una acción histórica que levante Iraq y a los iraquíes y que devuelva al país su unidad nacional.

* Muzana Abdalá es politólogo iraquí.

**Texto cedido a IraqSolidaridad por gentileza de Fundación Alfanar

Fuente original en árabe

Más penas de muerte en Iraq

2 septiembre, 2012

Nota informativa de la CEOSI

3 de septiembre de 2012

El gobierno iraquí ha retomado las ejecuciones de condenados a muerte después de que el ajusticiamiento de varios grupos de condenados en los primeros dos meses del año levantase una ola de protestas de las organizaciones de derechos humanos iraquíes e internacionales.

El pasado 27 de agosto, el abogado Badie Aaref Ezzat denunciaba la vuelta a las ejecuciones masivas; ese mismo día fueron ejecutadas 21 personas, entre ellas tres mujeres. Según este abogado “[…] La mayoría de ellos presentaban distintos tipos de marcas por torturas físicas y psicológicas que se documentaron en informes médicos”. Distintas fuentes, entre ellas el propio Badie Aaref o el periódico Al Mustaqbal alertaron de la inminente ejecución de hasta 275 acusados. En un comunicado recogido por el periódico Al Sharq al Awsat el Ministerio de Justicia de Iraq anunciaba el 29 de agosto que “[…] La ejecución de cinco  civiles más condenados por terrorismo, por lo que el total de civiles ejecutados entre ayer y hoy asciende a 26”. Al mismo tiempo negó que se fuese a llevar a cabo la denunciada ejecución masiva de más de 200 condenados. En lo que va de año, contando estas últimas 26 personas ajusticiadas, el número de muertos en la horca en Iraq asciende a 96.

Estas ejecuciones han provocado que la comisión de Derechos Humanos del parlamento iraquí se reuniese para buscar mayores garantías para los condenados, e incluso, según declaraciones del diputado Ashuaq al Yaf, miembro de esta comisión, al diario Al Mustaqbal: “[…] Se está estudiando cómo detener las ejecuciones de forma definitiva y convertirlas en condenas en suspenso”. El propio Ministerio de Derechos Humanos del gobierno iraquí se ha apresurado a defender en un comunicado que Iraq aplica los mismos protocolos internacionales para las ejecuciones que el resto del mundo.

Las denuncias ante estas ejecuciones no se han hecho esperar. En el interior, un comunicado la Asociación de Ulemas Musulmanes en Iraq acusa al gobierno de ejecutar a “[…] detenidos que no han tenido la oportunidad de un juicio justo en el que hayan podido defenderse”. En el exterior Amnistía Internacional también ha publicado un comunicado de condena exigiendo que se ponga fin a las ejecuciones. Christof Heyns, relator especial de naciones Unidas para las ejecuciones extrajudiciales, ha urgido al gobierno iraquí a detener las ejecuciones y revisar los casos de los reos que están en el corredor de la muerte. Heyns defiende que la pena capital solo se puede aplicar en países donde “[…] Se cumplan todos los requerimientos procesales”. Advirtió al gobierno iraquí de que: «Las ejecuciones arbitrarias, incluso cometidas tras una cortina de humo de un proceso legal que carece de legalidad, no es solo una cuestión de preocupación nacional […] Irak debe tener en cuenta que la comunidad internacional se opondrá a esta continúa violación flagrante de la legalidad aplicable a la protección del derecho a la vida”.

Algunas claves sobre la primavera iraquí

6 julio, 2012

Entrevista a la activista Sawsan Ismail al-Assaf

Nadia Hindi*

Edición: IraqSolidaridad

Académica y activista iraquí, Sawsan Ismail al-Assaf es una de las voces independientes que se vieron obligadas a emigrar de Iraq a finales de la década pasada. En 2006 , obtuvo su doctorado en Ciencias Políticas y Estudios Internacionales y Estratégicos por la Universidad de Bagdad, donde fue profesora hasta 2010. Actualmente es investigadora en el Centre for Gender Studies de la School of Oriental and African Studies de London University (SOAS). Es también miembro de la junta de Peace Building-Academy for Middle East y responsable del Political Department del Centre of Dar al-Iraq for Future Studies. Asimismo es miembro fundador del Committee for Solidarity with Iraqi Academics y de Iraqi Women Solidarity, entre otros.

Ha escrito varios libros, como War in American foreign policy behavior and its effects on the international system o The strategy of deterrence: New American military thinking and the international stability, y ha colaborado en numerosas publicaciones sobre Iraq, entre las que están Beyond Educide: Sanctions, occupation and the struggle for higher education in Iraq [1] y Searching for peace in Iraq. Desde Londres nos habla del movimiento de la primavera iraquí, del sectarismo político y de la crisis nacional que asola su país desde la invasión anglo-estadounidense en 2003.

Nadia Hindi [N. H.]: El movimiento 25 de Febrero [2] o la llamada Primavera iraquí, comenzó hace ya más de un año pese a un silencio mediático casi absoluto y a la represión del régimen de al-Maliki. A pesar de que la situación en Iraq, después de nueve años de ocupación liderada por EEUU, reúne multitud de motivos para que se produzca un levantamiento popular de largo alcance, las protestas no han logrado el impacto que hemos visto en otros países de la región ¿Cuáles son las razones en tu opinión?

Sawsan Ismail al-Assaf [S.A]: Antes de hablar de los motivos que han marginado al movimiento 25 de febrero, permíteme decir que, en sus comienzos, esas manifestaciones han inquietado al gobierno, que las ha considerado una seria amenaza. Por eso ha acusado a los manifestantes de ser seguidores del antiguo régimen. En respuesta a estas acusaciones los manifestantes desviaron sus actividades hacia protestas en contra de la alegación de ser seguidores del antiguo régimen y se concentraron en las condiciones y en el sufrimiento bajo el cual vive el pueblo iraquí. Como análisis final podríamos decir que estas protestas, aunque no hayan obtenido resultados tangibles, han supuesto un buen comienzo y se pueden reemprender en cualquier momento y con mayor intensidad si continúa el sufrimiento de los iraquíes y su marginación por parte del gobierno. En este sentido, debemos recordar y mencionar que algunos jóvenes líderes del movimiento prometieron continuar las protestas hasta alcanzar todos sus objetivos [3].

De vuelta a tu pregunta sobre las razones que han impedido al movimiento 25 de Febrero alcanzar sus objetivos, hay varias:

En primer lugar, la influencia de las instituciones religiosas, sobre todo las chiíes, que o bien no han apoyado el movimiento o bien, han aconsejado no formar parte de él. Han visto en el movimiento un paso hacia el debilitamiento de los partidos sectarios y conservadores que gobiernan el país.

En segundo lugar, el movimiento ha limitado sus reivindicaciones a cuestiones en cierto modo personales, como las demandas de los familiares de los presos por su puesta en libertad, el aumento de algunos salarios y la mejora de los servicios básicos en el país. Dentro del movimiento, hay dos tendencias principales, una que representa estas cuestiones “personales” y otra que representa mejoras y reformas políticas. Falta una tendencia que exija cambios políticos fundamentales, como el cambio de todo el sistema político, como ha ocurrido en Túnez y en Egipto […]. Los manifestantes no han logrado entender que todos los problemas son el resultado de la ocupación, de las políticas de EEUU y del Gobierno de políticos corruptos y fallidos a los que EEUU ha dado poder. Por ejemplo, el país vivió una profunda crisis política que supuso un obstáculo para la formación de gobierno. Las luchas políticas deterioraron y siguen deteriorando, aún más, la seguridad, la economía, los servicios públicos y las relaciones sociales. Sin embargo, un resultado positivo de las manifestaciones del 25 de Febrero (de 2011), que tenemos que reconocer, es que el primer ministro se ha visto obligado a establecer un plazo de 100 días para que el gobierno mejore sus políticas [4]. Esa decisión pacificó el ánimo de los manifestantes, lo cual le otorgó al primer ministro tiempo para reprimir las protestas. Vale la pena mencionar que pasados esos 100 días, no ha ocurrido nada que pueda indicar alguna mejora en la situación de Iraq. Eso provocó se retomaran las protestas pero con mucha menos intensidad.

En tercer lugar, la brutal forma con la que se ha tratado el movimiento unida al completo desinterés por parte de los medios de comunicación iraquíes, regionales e internacionales significa que la aniquilación, las detenciones y la represión del movimiento han pasado prácticamente desapercibidos y no se han cuestionado. Al final, estas medidas han servido para intimidar a aquellos que han formado parte del movimiento.

Y en cuarto lugar, el gobierno, al mismo tiempo, ha llevado a cabo acciones para debilitar las protestas, como ofrecer privilegios o cargos dentro del proceso político a los líderes del movimiento a condición de que se aparten de él.

[N. H.]: Uno de los problemas más serios a los que el país se enfrenta es el reparto de poder con criterios étnicos y sectarios que las fuerzas de ocupación y los políticos iraquíes en el poder han institucionalizado a través de la Constitución. Aunque las protestas en Iraq no han sido tan masivas como las de Egipto y Túnez, las grandes marchas que hemos visto en 2011 a lo largo del país han sido como un soplo de aire fresco cargado de sentimientos patrióticos. Sin embargo, ¿han influido de algún modo las políticas sectarias en la cohesión de un movimiento popular unificado?

[S.A]: Permíteme decir antes de nada que la lucha en Iraq es claramente política. Eso significa que socialmente no existen divisiones entre sunníes y chiíes, aunque políticamente sí, ya que el legado cultural y social de los iraquíes es contrario a las divisiones sectarias. Sin embargo, después de 2003 se ha desarrollado una nueva cultura, la de algunos grupos que sienten que su participación no es equitativa. Estos sentimientos han sido alentados por las fuerzas de ocupación y por algunas fuerzas regionales. Por otro lado, los sucesivos gobiernos han aumentado las políticas de división sectaria y el sistema de cuotas (étnico-sectaria) ha afectado enormemente a la política y a la sociedad iraquí entre 2003 y 2010. A pesar de todo, hay indicadores que señalan que esa tendencia y el gran apoyo que tales políticas tuvieron durante los años anteriores están perdiendo terreno. Esto puede mostrarse en los resultados de las últimas elecciones, las de 2010. Por supuesto, haría falta más de una ronda de elecciones para restaurar el daño causado durante los últimos diez años. Pero cada vez es más obvio que aumenta el número de personas que se oponen a las políticas sectarias y las desprecian.

Las manifestaciones del 25 de febrero de 2011 fueron el testimonio de la participación de todos los sectores del pueblo iraquí. No fueron ni étnicas ni sectarias. Los eslóganes en Basora, Nasiriya y Misán han sido similares a los de Faluya, al-Anbar, Saladín y Mosul. Todos criticaban al gobierno por la falta de servicios básicos, de trabajo y por la propagación de la corrupción. Además, las manifestaciones en Erbil y Suleimaniya criticaban al gobierno regional del Kurdistán por las mismas deficiencias. Estas manifestaciones han demostrado no ser sectarias. El sectarismo ha estado integrado en el gobierno y en los políticos que han tomado parte en el proceso político. Algo parecido ocurre hoy día cuando algunos políticos (sunníes y chiíes por igual) llaman a la expansión del sistema federal por razones sectarias o personales apoyados por políticos que buscan sacar provecho de ese sistema.

[N. H.]: Las mujeres han desempeñado un importante papel en la Primavera Árabe. Los nueve años de ocupación de Iraq han tenido un efecto devastador, particularmente sobre la vida de mujeres y niños. Hay millones de huérfanos y viudas y las mujeres han perdido sus derechos y libertades a lo largo de estos últimos años. Teniendo en cuenta que en Iraq existen alrededor de 200 organizaciones de mujeres, ¿cómo ves la participación de las mujeres en las protestas?

[S.A]: Desafortunadamente, la gran mayoría de las organizaciones de mujeres han sido creadas o patrocinadas por EEUU tras la ocupación o por los partidos que participan en el proceso político. Por lo tanto, las ONG de mujeres en Iraq pueden dividirse, en función de sus programas políticos, talleres, cursos de formación, seminarios y conferencias, en tres tipos: El primero son ONG religiosas y sectarias. Su objetivo principal es atender los aspectos religiosos de las mujeres y los problemas sociales que sufren. Estas ONG generalmente están dirigidas por mujeres con creencias religiosas y sectarias, y sus programas se limitan a asistir a las mujeres como deber religioso. La mayoría de esas organizaciones se establecieron como reacción a la formación de otras no religiosas. El segundo tipo lo constituyen ONG lideradas por mujeres laicas, en su mayoría parlamentarias o ex ministras. Su objetivo principal es combatir la marginalización de las mujeres, reivindicar los derechos políticos y defender la falsa democracia bajo la cual vive el país. El tercer tipo son ONG que se proclaman independientes, contrarias a la ocupación y al gobierno. Éstas intentan cambiar la situación de las mujeres, sin embargo, también son débiles y sin capacidad efectiva de ayudar a las mujeres o de hacer algo constructivo.

En definitiva, ni las ONG establecidas fuera de Iraq, ni aquellas con sedes en el interior, ni las establecidas recientemente han logrado mejorar significativamente la situación de las mujeres en el país. Su papel está limitado a sus intereses; por eso no representan a las mujeres iraquíes ni a las viudas ni a los huérfanos.

De todos modos, debemos mencionar que aparte del papel de las mujeres en el proceso político, algunas mujeres independientes, aunque su número es muy pequeño, salieron a las calles a mostrar su descontento con las políticas del gobierno. Estas han reclamado la mejora de las condiciones económicas de las mujeres, los servicios básicos del país, la lucha contra la corrupción, el empleo y la liberación de los detenidos. Entre sus demandas, sin embargo, no está la participación política.

[N. H.]: Parece ser que lo que se espera es el resultado del estancamiento político en Iraq al igual que en el resto de la región, especialmente en Siria. Varios analistas apuntan que estamos asistiendo a una lucha sectaria regional entre el bloque chií, encabezado por Irán, y el bloque sunní encabezado, por un lado, por Turquía y, por otro lado, por Arabia Saudí mientras que EEUU e Israel se sonríen y aplauden ¿Qué piensas de todo esto?

[S.A]: Históricamente, durante la lucha entre los otomanos (sunníes) y los safawíes (chiíes), Iraq, que constituía el amortiguador entre los dos imperios, se convirtió en el campo de batalla. Esto dio la impresión de que había una lucha entre sunníes y chiíes. Alí al-Wardi, reconocido sociólogo iraquí, escribió en su libro Lamhat iytima’iyya min tarij al-‘Iraq al-hadit (Atisbos sociológicos de la historia moderna de Iraq) que los orígenes de la lucha entre sunníes y chiíes en Iraq era, de hecho, una lucha política entre el Estado otomano (turcos) y el safawí (persas). Sin embargo, ninguno de los dos Estados se consideraban religiosos (al-Wardi los describe como entidades dictatoriales y opresivas muy alejadas de lo que predicaba el profeta Muhammad y sus descendientes y del Estado islámico establecido por el profeta o sus sucesores). Los otomanos y los safawíes utilizaron a los iraquíes para sus fines políticos. Cada Estado reclamaba tener el apoyo de la secta a la que pertenece. El pueblo de Iraq no se dio cuenta de que ellos eran las víctimas de esta lucha que los ha utilizado y dominado.

La ocupación produjo el estancamiento político en Iraq y los poderes regionales, si no lo cultivaron, se aprovecharon de ello. Claro que la influencia extranjera es dañina para cualquier nación, especialmente si la nación es débil e indefensa, como Iraq. De todos modos, el papel y la influencia de estas potencias extranjeras difieren. Por supuesto, desde el primer momento ha quedado claro que la acción de EEUU en 2003 buscaba, básicamente, eliminar una amenaza para Israel (para algunos este ha sido el segundo objetivo principal mientras que el petróleo ha sido el primero). De hecho, Israel es la principal potencia regional que se ha beneficiado de la invasión y la destrucción del Estado iraquí. La segunda potencia ha sido Irán y los Estados vecinos del Golfo que estaban amenazados por la potencia iraquí. Para continuar su influencia en la división de Iraq, estas fuerzas regionales han cubierto sus objetivos políticos con discursos étnicos, sectarios y religiosos. A esto habría que sumar que Irán representa un peligro mayor ya que tiene una influencia muy grande sobre políticos iraquíes y una mayor presencia sobre el terreno [5]. Los países del Golfo, especialmente Arabia Saudí, están aumentando su influencia ya que piensan que tienen el deber de contrapesar la influencia iraní. A otras fuerzas, como Israel y Kuwait, les gustaría ver un Iraq débil y desunido para que deje de representar una amenaza para ellos. Tanto Siria como Irán temen lo que EEUU vaya a tramar contra ellos. Turquía teme el creciente poder de los kurdos en Iraq y su posible efecto sobre su propia numerosa comunidad kurda. En pocas palabras, todos estos elementos están haciendo de Iraq un campo de batalla para sus propios fines. Así que, sin un gobierno y un Estado iraquíes reales y fuertes, todas esas fuerzas continuaran sus injerencias en la política iraquí y seguirán alentando las diferencias y beneficiándose de las divisiones políticas internas, que empujan a los políticos iraquíes a buscar apoyo en elementos y Estados extranjeros. A propósito, es cierto que Israel y EEUU están muy satisfechos por lo que sucede en Iraq, pero deberíamos recordar que Israel estaba aún más satisfecho en la década de 1970 con lo que estaba pasando en El Líbano, pero al final los planes de Israel y la invasión de Beirut se convirtió en un desastre para Israel, por el que siguen sufriendo.

[N. H.]: ¿Qué pasos habría que seguir en Iraq y en qué medida pueden ayudar los iraquíes en el exilio para acabar con el prolongado padecimiento de su pueblo?  

[S.A]: Es muy difícil para los iraquíes en la diáspora ayudar a poner fin a la situación que se sufre dentro del país. Los que gobiernan ahora eran exiliados hace diez años y se beneficiaron del momento histórico cuando países como EEUU, Reino Unido y otras potencias europeas y regionales decidieron cooperar con ellos en la eliminación del antiguo régimen. A pesar de que se llevó a cabo a través de una coalición de grandes potencias, a los representantes de los iraquíes exiliados se les dio la oportunidad de gobernar Iraq bajo el paraguas de EEUU y Reino Unido. Esta oportunidad no existe para los exiliados de hoy en día, ya que la situación de Iraq ya sirve a los intereses de esas potencias y la gran mayoría de los iraquíes en el extranjero representan la oposición a la política de tales potencias en Iraq o a la de los partidos a los que estas les han entregado el poder. Por lo tanto, el rol de la diáspora iraquí sigue siendo mínimo. No hay soluciones mágicas, y aún así creo que el gobierno, ya sea este o el siguiente, debe llevar a cabo varias cosas: La más importante y urgente es nombrar personas capaces y limpias de antecedentes para los puestos principales y dejar así de depender de elementos sectarios en las fuerzas armadas y en la policía: llevar ley y orden a la sociedad; poner fin a la corrupción y que los corruptos rindan cuentas ante los tribunales; y, finalmente, mejorar la situación económica de la población.

Seré un poco optimista, para finalizar, Iraq seguirá viviendo en un caos por un período, que durará años, pero al final se mantendrá un Estado unido y con la posibilidad de convertirse en un ejemplo para los demás países de Oriente Próximo. Inshallah.

Notas de IraqSolidaridad:
1.- La publicación de este libro, auspiciado por el Tribunal Brussells dio lugar a una página web, que lleva por título Beyond Educide, cuyo contenido está dedicado exclusivamente a los académicos.
2.- La CEOSI publicó el comunicado que con motivo del primer aniversario de la revolución emitió el movimiento 25 de Febrero.
3.- Véase en IraqSolidaridad la visita al Estado español de Uday Al-Zeidy, uno de sus dirigentes y sus afirmaciones al respecto.
4.- Muzna Abdalá, Iraq: 100 días de gobierno y nada ha cambiado, IraqSolidaridad, 11 de junio de 2011.
5.- Sobre la influencia de Irán en Iraq véase Pedro Rojo, El fracaso de un proyecto imperialista o cómo Estados Unidos ha salido derrotado de Iraq, IraqSolidaridad, 16 de enero de 2012.

*Nadia Hindi es hispano-iraquí y miembro de la CEOSI.
Reproducimos este artículo por gentileza de Aish

Oficina de comunicación conjunta de la Gran Revolución Iraquí y de la Alianza de la Revolución del 25 de Febrero

12 febrero, 2012

Al pueblo iraquí con motivo del aniversario de la Revolución de Febrero

Hijos de nuestro pueblo iraquí:

Nos dirigimos a vosotros con motivo del primer aniversario de la Gran Revolución, que tuvo lugar el día 25 de febrero de 2011. El trabajo de formación de los primeros grupos de jóvenes revolucionarios en Bagdad, a los que luego se unieron muchos grupos y fuerzas que creen en la liberación de Iraq y en la revolución como vía hacia ella, fue lo que propició que en menos de veinte días se pudiese englobar a todas las provincias hasta converger el veinticinco de febrero, día que deseamos que se convirtiera en un titular del cambio pacífico pero que el gobierno con sus aparatos represores tiñó de rojo con la sangre de los mártires caídos en diversas partes de la nación, la cual ha sido nuevamente engañada por aquellos que la ocupación impuso en nombre de la democracia.

Hoy nos dirigimos a vosotros cuando nuestra situación difiere de la de aquellos días. Hoy tenemos más experiencia y conocimiento y estamos más decididos que nunca a lograr el objetivo del cambio que queremos. Nos hemos beneficiado de una larga experiencia de enfrentamiento a las argucias del proceso político, empezando por sus llamamientos para que la gente no saliera a manifestarse ¾aduciendo pretextos irrisorios¾, pasando por las dos treguas de 100 días que pidió Maliki o la compra de algunos jefes tribales a los que utilizó para reprimir a los manifestantes o el asesinato de los dirigentes de las manifestaciones, y terminando por comprar a algunos débiles de espíritu a quienes considerábamos amigos y personas con razón y principios.

Hoy dirigimos a vosotros cuando se ya se ha retirado la mayor parte de las tropas ocupantes, las cuales apoyaron al gobierno durante los últimos años y contribuyeron con éste a reprimir las manifestaciones pacíficas mediante cobertura aérea u otras formas de ayuda. Ese objetivo, la retirada de las tropas, que fue el primero por el que salimos, ya se ha cumplido.

Nos dirigimos a vosotros hoy, cuando la revolución de la Primavera Árabe ha llamando a las puertas de la nación y sus vientos han llegado a la hermana Siria, cuyo pueblo busca, además de libertad, un pueblo libre que recoja la bandera de la lucha contra la injusticia, una bandera teñida con la sangre de los mártires de todos los países árabes  y, en primer lugar por la de los casi dos millones de mártires que han caído en Iraq por la ocupación y lo que ha provocado la ocupación.

Pueblo del orgulloso y paciente Iraq, nos dirigimos a vosotros en un día distinto a aquel del año pasado, porque se han producido cambios locales y regionales que ayudarán a culminar la revolución si su fuego vuelve a prender en Iraq. Ahí está la profunda división de un proceso político que muestra hondas diferencias a pesar de una aparente situación de reconciliación. Ahí está Eyad Alawi, uno de los fundadores y destacado participante de ese proceso político, que tacha de fracaso; un proceso en el que no tiene cabida ni el pueblo ni sirve a los propios políticos para gestionar el país.

Estas declaraciones hablan de la situación de nuestros políticos que nos han hecho sufrir y que son como una banda de forajidos que cuando están unidos nos roban y cuando discrepan nos matan.

 Pueblo fiel y paciente de Iraq:

 Tomemos las riendas de la iniciativa de cambio y volvamos a salir a manifestarnos el próximo día 25 para honrar la sangre de quienes cayeron el año pasado, y culminar todo aquello por lo que entonces nos manifestamos. Salgamos a manifestarnos para que nuestra presencia en las calles sea un revés para el proceso político y una respuesta popular a quien ha dicho que Iraq le pertenece y contra quien pretende formar un movimiento político utilizando a los manifestantes para entrar en el proceso político, como si quienes salimos a la calle tuviéramos fe en ese proceso para participar en él.

Hacemos un llamamiento a nuestros hermanos de la valiente resistencia iraquí, con sus diversas facciones y personalidades para que apoyen a sus hermanos manifestantes y para que estén a la altura de la responsabilidad que asumieron desde la ocupación de Iraq en la defensa  de la nación y de su pueblo para que si, nuevamente, se repiten los ataques de las tropas gubernamentales contra nosotros y se nos reprime sin tener en cuenta el carácter pacífico de nuestra movilización, al igual que sucedió el año pasado, la resistencia asuma su deber de proteger al pueblo y su revolución pacífica. Sabed, hermanos de las facciones de la resistencia, que nuestra sangre y nuestras almas son una responsabilidad vuestra y os comprometemos ante Dios a defenderlas de cualquier ataque.

Por último, queremos manifestar  que los hermanos árabes deben prestar atención a lo que sucede en Iraq y no excusarse con lo que esté pasando en un lugar o en otro del mundo árabe. Los disculpamos si se han mostrado un poco indiferentes, pero no aceptaremos jamás que contribuyan a consolidar una situación de represión dictatorial en Iraq y a legitimarla celebrando una cumbre en Bagdad sobre los cadáveres y la sangre de los iraquíes, que inunda sus calles cual asfalto. Unas calles que se han vuelto intransitables, a excepción de aquellas que rodean la “zona negra” donde pretenden celebrar dicha cumbre, por el simple motivo de poder recibir el equipamiento; una cumbre que ha dilapidado miles de millones de los iraquíes, millones que les son bien necesarios.

Primer aniversario de la Gran Revolución Iraquí.

 7 de febrero de 2012

النص العربي

Comunicado en arabe 25F12

La revolución iraquí continuará hasta el logro de sus objetivos.

18 noviembre, 2011

Harez al Dari
Al Quds al Arabi, 11 de noviembre de 2011

Traducido del árabe por Pedro Rojo*

Extracto de las declaraciones de Harez al-Dari, secretario de la Asociación de Ulemas Musulmanes


El pasado día 11 de noviembre, Harez al-Dari, a propósito del artículo de Abdel Halim Qandil “A la espera de la revolución iraquí”, publicado en Al Quds al Arabi el 7 noviembre 2011 hace unas reflexiones sobre la revolución iraquí y la salida de las tropas ocupantes en una entrevista realizada para el mismo diario Al Quds al Arabi [1]

En primer lugar, quisiera saludar a los pioneros del despertar iraquí, a los artífices de una revolución que empezó a finales de 2010 pero que se afianzó el pasado 25 de febrero del año en curso, durante el llamado Viernes del Comienzo, cuando 16 de las 18 provincias iraquíes se manifestaron para exigir su derecho a la liberación y a vivir en paz y en las que murieron 25 iraquíes y muchos de ellos fueron detenidos con total impunidad.

Entre las citas más destacadas están el Viernes de los Mártires (4 de marzo), el Viernes de la Primavera del Honor (1 de abril), el Viernes de la Unidad Nacional (22 de abril) hasta el viernes más reciente el 4 noviembre que llevó por lema “Sí a la Unidad de Iraq, no a las autonomías”.

La represión ha sido constante y las fuerzas de seguridad del gobierno actual y las milicias que dependen del mismo han asesinado y amenazado a los activistas [2].  

La revolución iraquí no ha tenido la suerte de las revoluciones tunecina o egipcia que fueron una prioridad para los medios de comunicación, lo que, entre otras razones, se puede explicar porque el régimen iraquí forma parte de un engranaje que ancla sus raíces en la propia ocupación estadounidense, que le proporciona todo el apoyo no solo en la represión que se lleva a cabo sino en el control de los medios de comunicación del mundo.

A pesar de todo, la revolución iraquí continúa. Tenemos que tener en cuenta que con la retirada estadounidense, aspecto nada desdeñable a pesar de las udas que planean sobre su veracidad, Iraq va a entrar en una nueva dinámica.

El balance de fuerzas va a ser distinto y el pueblo iraquí se encontrará ante el reto de enfrentarse al actual régimen, el cual va a buscar refugio en su vecino iraní quien parece, muy a nuestro pesar, que no ha tenido suficiente con haber usurpado a los iraquíes todos los derechos a lo largo de estos años de la ocupación, ni con el dominio y la influencia que ha logrado sobre el terreno.

Irán se está preparando para llenar cualquier vacío que se produzca en Iraq. Por ello, será indispensable que el mundo árabe preste su apoyo a esta movilización popular, y que potencie la movilización pacífica, para que el pueblo iraquí se enfrente al gobierno más represivo que ha tenido Iraq en toda su historia.

Sobre el proyecto de unidad de las facciones de la resistencia, mencionado en el artículo de Abdel Halim Qandil, considero que la mayoría de los grupos de la resistencia iraquí están de acuerdo sobre cómo debe ser el futuro de Iraq. Las diferencias son nimias y se reducen a algunos detalles. Esto es fruto de las medidas tomadas por la Asociación de Ulemas Musulmanes y por el resto de fuerzas patrióticas que rechazan la ocupación y su proyecto político.

Cuando los árabes sean conscientes de la importancia de ayudar a Iraq en esta etapa y de apoyar su causa, se empezarán a producir una serie de cambios en la realidad iraquí. A partir de ese momento se trabajará en la construcción de todas las instituciones mediante elecciones —como pide el mismo señor Qandil—, y así poder comenzar a redactar la nueva constitución de un Iraq libre y plural para sustituir a la constitución de la ocupación estadounidense.

La movilización popular pacífica será la columna vertebral de la próxima etapa del país y las fuerzas patrióticas, entre ellas la resistencia iraquí, se alineará con esta movilización hasta lograr todos los objetivos. Y ese día está próximo.

Notas de IraqSolidaridad:

1.- El texto completo está disponible en español en: http://www.boletin.org/control/product/~category_id=ESP_ROOT/~product_id=QU-4011-11-11

2.- Sobre el asesinato de activistas, véase Patrick Corburn, “El régimen iraquí intenta silenciar a quienes denuncian la corrupción”, disponible en español en IraqSolidaridad en:  https://iraqsolidaridad.wordpress.com/2011/10/04/el-regimen-iraqui-intenta-silenciar-a-quienes-denuncian-la-corrupcion/

Fuente original en árabe en: http://alquds.co.uk/index.asp?fname=today\11qpt475.htm&arc=data\2011\11\11-11\11qpt475.htm

*Pedro Rojo es arabista,  miembro de la CEOSI y director de ‘Al-Fanar, Boletín de Prensa Árabe’ (www.boletin.org).

Las protestas estallan en Iraq

11 septiembre, 2011

The Common Ills, 9 de septiembre de 2011

Traducido para IraqSolidaridad por Paloma Valverde

Hoy [viernes 9 de septiembre] se han producido protestas en todo Iraq. La imagen de abajo es una toma del video que ha colgado The Great Iraqi Revolution [1] de las protestas de Ramadi. Este viernes se ha llamado “el alba de los liberadores”. TGIR informa de que al menos 50 manifestantes fueron detenidos en la provincia de Wasit [2], mientras que en Bagdad la policía cargó duramente contra manifestantes [3].


Manifestación en Tahrir Square, Bagdad, 9 de septiembre de 2011. Foto: The Great Iraqi Revolution.

Las fotos que los manifestantes de Bagdad portaban eran las de Hadi al-Mahdi, el periodista asesinado. The Great Iraqi Revolution señala: “Nuestro corresponsal en Bagdad afirma que ‘las fuerzas gubernamentales se negaron a entregar el cuerpo de Hady Mahdy, el periodista asesinado, para que se pudieran organizar los funerales públicos. No permitieron siquiera que se celebrara un funeral simbólico. Hadi Mahdi, ¡qué grandeza! Te temen vivo o muerto’.”

El New York Times, con un breve de 113 palabras sobre la noticia no dice ni una sola palabra sobre que Haidi fue uno de los periodistas implicado en las manifestaciones del 25 de febrero ni de que fue torturado por las fuerzas iraquíes. No hay nada que diga que Haidi llamó a Nouri al Maliki, o de que las fuerzas comandadas por Maliki torturaron a Haidi.

La organización Human Rights Watch ha declarado desde Beirut que “ […] Las autoridades iraquíes deben llevar a cabo de manera inmediata una investigación completa y transparente sobre el asesinato del Haidi al-Mahdi —popular periodista de la radio y habitualmente crítico con el gobierno— perpetrado el pasado 8 de septiembre en su casa en Bagdad, y juzgar a los culpables”.

Joe Stork, responsable de Human Rights Watch en Oriente Próximo ha declarado que “[…] El asesinato de Haidi al-Mahdi subraya tristemente que el periodismo en Iraq sigue siendo una profesión mortal” y añade que “[…] tras más de seis años de democracia, los iraquíes que expresan públicamente sus opiniones corren un gran peligro”.

Los testigos del crimen declararon a Human Rights Watch que no vieron señales de lucha o de intento de robo, lo que indica que el asesinato fue deliberado. El móvil, el portátil y otros objetos de valor de al-Mahdi permanecen en su casa.

Haidi al-Mahdi, un periodista freelance y director de teatro, era abiertamente crítico con la corrupción del gobierno y la desigualdad en Iraq. Su popular programa de radio, “To Whoever Listens” [A quien escuche], se emitía en Bagdad tres días por semana, antes de que él lo dejara, hará unos dos meses. El atractivo de la emisión era su audacia y mordacidad, unido a su sentido del humor, afirma Human Right Watch. Tras las masivas protestas por la democracia y contra la corrupción del llamado Día de la Ira del 25 de febrero, se fue implicando cada día más en la organización del nuevo movimiento de protestas en Bagdad.

Human Rights Watch habló con al-Mahdi durante la manifestación del 25 de febrero y él resaltó la importancia de una protesta pacífica. Cuando la policía empezó a actuar violentamente contra grupos de manifestantes y estos empezaron a lanzar piedras contra la policía, Human Rights Watch vio a al-Mahdi, en su papel de organizador, haciendo una cadena humana para impedir que la policía y la multitud exaltada se enfrentara e intentando que la paz se mantuviera. Muchos de los que formaron parte de la cadena humana resultaron heridos, bien por la policía o por las piedras que algunos manifestantes lanzaron a la policía.

Acabadas las protestas, las fuerzas de seguridad le detuvieron junto a otros tres periodistas en un restaurante de Bagdad. La policía los golpeó, les tapó los ojos y los amenazó con torturarlos en el subsiguiente interrogatorio [4]. Cuando al día siguiente fueron puestos en libertad, al-Mahdi indicó a Human Right Watch que durante los interrogatorios le habían obligado, estando con los ojos tapados, a firmar lo que le dijeron era una confesión de su crimen y además la renuncia a volver a participar en futuras protestas. Mostró los cardenales y las marcas de golpes en la cara, el cuello, los hombros, las piernas y el abdomen.

Al-Mahdi siguió yendo y organizando muchas de las manifestaciones de los viernes celebradas en la plaza Tahrir de Bagdad. Dijo a Human Right Watch que el pasado 4 de marzo, durante una de las manifestaciones se le acercó un desconocido y de modo intimidatorio y le dijo que las fuerzas de seguridad le estaban vigilando y tras ello leyó la lista de todas las personas con las que al-Mahdi había hablado por teléfono ese día. El día 11 de marzo, al-Mahdi dijo que la semana anterior había recibido muchas amenazas por teléfono y mediante mensajes para que no se acercara a la plaza Tahrir. Al-Mahdi era, además, uno de los más destacados organizadores de la gran manifestación del viernes 9 de septiembre, la primera tras el ramadán.


Otro momento de las manifestaciones del 9 de septiembre en Bagdad. Foto: The Great Iraq Revolution.

En su Facebook estaba el anuncio de la manifestación y además describió las amenazas que había recibido horas antes de su muerte:
“Basta… durante los últimos tres días he vivido en un estado de terror. Alguien mi llama y me amenaza con asaltos y detenciones masivas de manifestantes. Hay alguien que dice que el gobierno hará esto y lo otro. Hay alguien con un nombre falso que entra en Facebook y me amenaza. Participaré en las manifestaciones porque soy uno de los que las apoyan. Creo firmemente que el proceso político [actual] es un fracaso nacional económico y político. Merecemos un cambio y un gobierno mejor. En resumen, no represento a ningún partido político u otra organización, sino a la espantosa situación en la que vivimos. Me enferma ver a nuestras madres mendigando por las calles y me asquea ver la gula y el saqueo de las riquezas de Iraq a manos de los nuevos políticos”.

El asesinato de al-Mahdi es el resultado de años de violencia contra los periodistas en Iraq. Muy recientemente —el pasado 29 de agosto— en Suleimaniya Asos Hardi [5], un prominente periodista, sufrió una paliza a golpe de pistola, lo le supuso 32 puntos de sutura y hospitalización.

Desde el inicio de las protestas del pasado mes de febrero contra la extendida corrupción y la falta de servicios públicos en Iraq, los periodistas han padecido una escalada de ataques y amenazas llevada a cabo, entre otros, por miembros de las fuerzas de seguridad del gobierno.

“[…] En Iraq, los periodistas estamos acostumbrados a que nos ataquen pero esto se pasa de castaño oscuro” ha declarado a Human Rights Watch Amaral Shahbander, director del Instituto de Guerra y Paz en Iraq y amigo de al-Mahdi, después de ver el cadáver de su amigo tirado en la cocina de su casa. “[…] Este ataque ha sido distinto porque normalmente a los periodistas los asesinan mientras trabajan y de alguna forma se pueden esperar bajas en zonas de guerra, pero que te asesinen mientras estás sentado en tu casa es demasiado”.

Emad al-Ebadi, otro amigo de al-Mahdi, dijo a Human Rights Watch que al-Mahdi confesó que estaba recibiendo amenazas de muerte diarias a través de las redes sociales y en el móvil con llamadas con número oculto. “[…] Vino muy preocupado y enfadado y me enseñó las llamadas recibidas. Siempre intentaba calmarlo y decirle que no se preocupara mucho por esas llamadas y le advertía de que, al mismo tiempo, tuviera cuidado y estuviera alerta”.

Al-Ebadi, un periodista de la televisión que con frecuencia había criticado a parlamentarios y miembros del gobierno, sobrevivió a un atentado el pasado 23 de noviembre de 2009, cuando unos atacantes desconocidos le dispararon en el cuello y en la cabeza.

Al-Shahbander expresó esperanza de que el asesinato de al-Mahdi no impidiera que los periodistas de Iraq siguieran informando de los acontecimientos en el país. “Han sido muchos los periodistas secuestrados, intimidados y asesinados en Iraq, pero no importa, continuarán haciendo su trabajo”, afirmó. “Este asesinato simplemente demuestra el grado de desesperación de los enemigos de la democracia”, concluyó Al-Sahbander.


Baghdad, protestas del 9 de septiembre. Foto de Rami al-Hayali para the Great Iraqi Revolution

Otra cuestión que se ha de señalar es la reflejada en el artículo de Al Mada [6] en el que Hoshnyar Zebari declara que el gabinete de Nuri y el Parlamento deben decidir cuántas tropas estadounidenses permanecerán en Iraq después de 2011, mientras las negociaciones continúan Nuri mantiene que un acuerdo solo puede realizarse bajo la jurisdicción del consejo de ministros y que no necesita el respaldo del Parlamento. Esta postura de Maliki no es nueva, lo que es nuevo es que Zebari no sea consciente de ello.

Notas:
1.- Véase su página en Facebook: https://www.facebook.com/Great.Iraqi.Revolution.
2.- Véase eninglés: TGIR reports that at least 50 demonstrators were arrested in Wasit Province
3.- Iraqi protesters document the attack of the government thugs on the peaceful protesters who chanted «We come in peace» , disponible en la página de Facebook de The Great Iraqi Revolution: http://www.facebook.com/Great.Iraqi.Revolution/posts/245118405531207
in Baghdad (below), the protesters were attacked by the police (watch Samir al-Iraq’s video of screen snap until the end and you’ll see the protesters running as the forces advance).
4.- Human Rights Watch “Iraqi Kurdistan: Prevent Attacks on Protesters”, 7 de marzo de 2011, disponible en: http://www.hrw.org/news/2011/03/07/iraqi-kurdistan-prevent-attacks-protesters
5.- Human Rights Watch “Iraqi Kurdistan: Prominent Journalist Assaulted”, 30 de agosto de 2011, disponible en ingles en: http://www.hrw.org/news/2011/08/30/iraqi-kurdistan-prominent-kurdish-journalist-assaulted
6.- Al Mada, 9 de septiembre de 2011, disponible en árabe en: http://www.almadapaper.net/news.php?action=view&id=48355

Texto original en inglés en: http://www.uruknet.info/?p=81263

Comunicado de los Jóvenes de la revolución iraquí al gran pueblo de Iraq y a sus jóvenes

7 septiembre, 2011

9 de agosto de 2011
Traducido para IraqSolidaridad por Pedro Rojo

Durante los pasados siete meses, las protestas y las concentraciones en las que hemos participado han logrado mucho más en Iraq de lo logrado en otras naciones que padecen circunstancias similares. Uno de los mayores logros de estas movilizaciones ha sido generar un espíritu de protesta contra la injusticia, un espíritu que lleva ausente mucho tiempo de la sociedad iraquí.

Nuestras protestas constantes también han supuesto un éxito en la concienciación de la comunidad internacional sobre lo que está ocurriendo en Iraq después de un largo bloqueo informativo, debido esencialmente a los intereses o a la reluctancia de la mayoría de los gobiernos y corporaciones de la industria de las comunicaciones que no quieren molestar al poder ocupante en Iraq.
Gracias a nuestro activismo, hemos logrado lanzar una piedra contra la sumisión y la indiferencia internacional respecto a Iraq. Durante este mes sagrado de Ramadan tenemos que preparar un nuevo comienzo de la revolución iraquí a partir del próximo 9 de septiembre, primer viernes tras la fiesta del Eid al Fitr.

Apelamos a nuestro querido pueblo iraquí, a los jóvenes de la revolución y a las masas indignadas para iniciar una campaña de movilizaciones públicas que convergerán el próximo día 9 de septiembre en la plaza de Tahrir en Bagdad y en las plazas de las todas las ciudades de nuestro país.

Apelamos a todos los iraquíes para que utilicen cualquier oportunidad que se les presente para hablar con las familias y con la gente en general, ya sea en los encuentros propios de ramadán, o en los rezos de las mezquitas o en los acontecimientos públicos para animarles a participar en este acontecimiento del 9 de septiembre.

La responsabilidad del cambio atañe a cada iraquí que quiera vivir en un país del que pueda estar orgulloso, un país en el que la corrupción no exista, un país en el que sus ciudadanos tengan derecho a tener electricidad y otros servicios, que quiera ver renacer a su país, en el que los detenidos salgan de la oscuridad de las cárceles secretas donde son torturados

Para todos aquellos que aspiren a esos derechos fundamentales, salir a la calle es la única vía para recuperar nuestros derechos perdidos y exigir las compensaciones como ciudadanos. A corto plazo, no hay esperanza más que por este camino.

Los Jóvenes de la Gran Revolución Iraquí

Texto original en árabe en: https://www.facebook.com/media/set/?set=a.229921400376239.48117.179025415465838&type=1