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El secuestro de menores crece en Iraq: Otro legado de la ocupación anglo-estadounidense

20 diciembre, 2012

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[audio http://www.iraqsolidaridad.org/audio/secuestro_menores_en_Iraq.mp3]

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Dirk Adriaensens, 28 de noviembre de 2012

Traducido para IraqSolidaridad y Tribunal BRussells por Paloma Valverde

“Los niños, además, son secuestrados para el lucrativo negocio de tráfico de órganos humanos”

Casi un año después de la ‘retirada’ de las tropas del ejército estadounidense, la seguridad no ha mejorado en Bagdad; las familias viven sumidas en el miedo debido al dramático incremento del número de secuestros de niños. Esos secuestros tienen distintos objetivos: algunos sirven para financiar a grupos terroristas pero a los niños, además, se les secuestra para el lucrativo negocio de tráfico de órganos humanos.

El 6 de noviembre 21 niños fueron secuestrados en diferentes lugares de Bagdad.El 6 de noviembre, 21 niños fueron secuestrados en diferentes lugares de Bagdad.

Una fuente de seguridad reveló que en un solo día, el 6 de noviembre, 21 niños resultaron secuestrados en diferentes lugares de Bagdad. “[…] Recientemente se ha producido un incremento en el número de secuestros de menores en todos los barrios bagdadíes”, afirma la fuente, que añadió que no hay números precisos, pero que en las dos últimas semanas se han producido hasta 30 secuestros de niños. Además, precisó que la mayoría de los secuestros los han perpetrado bandas de organizaciones criminales. Algunos grupos armados secuestran niños para financiar sus operaciones, especialmente Al Qaeda, porque últimamente las fuerzas de seguridad han tenido bastante éxito en despojarlos de sus recursos al evitar las donaciones desde el exterior de Iraq.

Parece que no solo los niños de las familias acaudaladas son objeto de los secuestros; muchos de ellos se han producido en los barrios periféricos y en las zonas pobres de la capital, como los barrios de al-Ubaidi, Ciudad Sáder, Bagdad al-Jadida y Abú Dishir; también en la zona de al-Kar en los distritos de al-Dura, al-Baya, al-Furat, al-Raduaniya, Abú Ghraib, al-Taji, al-Shula y Al-Hurriya.

Jamil Hasan, mando policial, declaró que de agosto a septiembre cerca de 20 niños fueron secuestrados en Bagdad, pero añadió que no se dispone de cifras concretas. Muchos de los casos no se dan a conocer porque sus familiares temen la represalia de los secuestradores.

Las sumas que abonan las familias varían entre los 20.000 [unos 15.000 euros] y los 100.000 dólares [más de 75.000 euros] en función de la situación económica de la familia, que los secuestradores conocen de antemano. Hasan aseguró que este exceso de secuestros ha convertido el hecho de un acto criminal en un fenómeno social. En algunos casos los secuestros están relacionados con las drogas.

Desde 2003, los niños han padecido secuestros en Iraq. Los niños son muchos más fáciles de mantener en cautividad, y los miembros de sus familias —e incluso las comunidades más amplias— están mucho más dispuestos a ayudar económicamente a la familia directa del niño para pagar el rescate. Dada la relativa facilidad que supone secuestrar a un niño en comparación con el secuestro de un adulto, la táctica criminal es probable que continúe.

Algunos secuestradores asesinan a la víctima inmediatamente y piden un rescate a continuación. Maulud Muhammad, un niño secuestrado, apareció en las inmediaciones del río en la zona sur de Bagdad después de que su familia pagara un rescate de 50.000 dólares [unos 35.000 euros].

Sawan al-Ubaidi, investigador social, afirma que las niñas secuestradas son violadas primero y luego asesinadas, incluso después de que la familia haya pagado el rescate. Uno de esos casos es el de Hana al-Husaini, de 12 años, secuestrada en la puerta de su casa, en el barrio bagdadí de al-Karrada. Su cuerpo fue hallado abandonado en la calle después de haber sido violada.

Algunos políticos y muchos ciudadanos creen que el secuestro de niños no es una actividad ‘espontánea’, que hay un plan político detrás de los secuestros. Asli Shubar, miembro de la comisión de derechos humanos del parlamento iraquí, está convencido de que las organizaciones terroristas están detrás de estos crímenes recurrentes y de que debe de haber un plan de elementos extranjeros detrás de este fenómeno. Esta sospecha queda reforzada por los falsos intentos y amenazas de secuestro, que ocurren de manera muy frecuente y que provocan un ambiente de terror.

Una fuente anónima del Ministerio del Interior aseguró que el asunto es mucho más grave que el hecho de unos secuestros para cobrar un rescate porque las bandas organizadas que actualmente operan en Iraq están controladas por traficantes de seres humanos y por personas que trabajan en el negocio de la prostitución. No se trata sólo de vender a las niñas para prostituirlas, es más por el negocio de órganos o bien secuestran a las niñas para dejarlas embarazadas y vender a los bebes en el mercado internacional.

Sea cual sea el motivo de los secuestradores, las consecuencias se pueden prever con facilidad: un descenso en la asistencia al colegio; los niños tienen que estar encerrados en casa; los padres viven en constante estado de temor y tienen que acompañar a los niños a cualquier sito, etc. En tales circunstancias es imposible devolver a la normalidad la vida comunitaria, y a toda una generación de niños y adolescentes les resulta imposible recibir una educación decente, pero quizás sea exactamente ésta la intención: mantener a toda la población iraquí en un constante estado de miedo y caos.

Los huérfanos iraquíes son extremadamente vulnerables y un objetivo fácil para las bandas criminales. Un reciente estudio en Iraq, publicado por la BBC el pasado 28 de noviembre, revela que entre 800.000 y un millón de niños iraquíes han perdido a sus dos progenitores. Según los trabajadores sociales, esta cifra es un cálculo conservador respecto a los cientos de niños que han crecido a la sombra de la violencia. El tremendo aumento del número de niños huérfanos ha generado una crisis social en un país en el que hay menos de 200 trabajadores sociales y psiquiatras para una población que antes era de 30 millones y que carece de leyes de protección de los menores. Responsables políticos afirman que la tan necesitada legislación al respecto está retenida por las peleas sectarias en el parlamento. Mientras tanto, esos huérfanos siguen siendo secuestrados por los traficantes de órganos o vendidos por sus órganos. Los grupos terroristas que secuestran niños los obligan a trabajar para ellos.

Los secuestros con la finalidad de obtener un rescate son moneda común en diversas partes del mundo, y algunas ciudades y países se las califica como “la capital o el país mundial del secuestro”. En 2007 ese título correspondió a Iraq (en 2006 Iraq ocupaba el segundo lugar del ranking), con una cifra estimada de 1.500 extranjeros secuestrados. En 2004, el título lo ostentó México y en 2001 Colombia, pero a pesar de que los secuestros suceden en todas partes del mundo, este fenómeno era inexistente en Iraq antes de la invasión de 2003, por lo que el gobierno estadounidense es el responsable absoluto de los secuestros que suceden en el Iraq tras la ocupación.

El secuestro es también una táctica común en la guerra contraterrorista en América latina. La reputación de la Escuela Estadounidense del Ejército de las Américas (SOA en sus siglas en inglés) quedó permanentemente manchada después de la publicación en 1996 de documentos relativos a manuales de entrenamiento. Estos manuales aportan pruebas documentadas de que los instructores de la SOA habían enseñado y defendido métodos de tortura, extorsión, secuestro y ejecución en las guerras contraterroristas. El Pentágono afirmó que los manuales contenían algunos pasajes aislados ‘reprobables’ y siguió una larga pauta de negación de los hechos argumentando que los manuales no habían sido debidamente publicados y que no representaban la política del gobierno estadounidense. Tomando en cuenta los datos históricos, esos argumentos no fueron creíbles.

En la década de 1980, la SOA se convirtió en un símbolo de la política exterior estadounidense en América Latina. Por entonces, muchos de los que se licenciaron en la SOA ya eran considerados indeseables en sus propios países por sus dirigentes o por su implicación en salvajes campañas de contrainsurgencia y violaciones atroces de los derechos humanos. La SOA era conocida en la región como la Escuela de asesinos o la Escuela de los golpistas de Estado. Los nombres de los licenciados resultan muy conocidos en América Latina: el dictador Hugo Banzer de Bolivia, quien tomó el poder en un golpe de Estado sangriento; Leopoldo Galtieri, general argentino y miembro de la Junta en la década de 1980; Roberto d’Aubuisson, dirigente de los escuadrones de la muerte salvadoreños; el general Efraín Ríos Montt, el organizador de las masacres de campesinos indígenas como dictador de Guatemala; el chileno Miguel Krassnoff, oficial de la DINA y torturador, y la lista continúa.

La Comisión de la Verdad de Naciones Unidas sobre El Salvador llegó a la conclusión de que 60 oficiales salvadoreños eran los responsables de las peores atrocidades cometidas en su país durante la guerra sucia; más de 60.000 oficiales latinoamericanos habían sido entrenados en la SOA y, como todos sabemos, muchas de esas personas fueron enviadas a Iraq a partir de 2003. Muchos miembros de las milicias iraquíes, que fueron entrenadas y armadas por esos criminales, siguen todavía paseándose libremente por las calles iraquíes. Como sus pagadores estadounidenses han abandonado el país, se han quedado sin fondos, así que ¿Por qué no conseguir algo de dinero secuestrando niños? Después de todo durante estos años de actividad salvaje de los escuadrones de la muerte se han olvidado de su moralidad.

Desde 2003, los iraquíes están aterrorizados por los secuestros de niños puesto que los invasores estadounidenses organizaron el caos y un Estado sin ley de manera deliberada con el desmantelamiento de la policía y el ejército iraquí. En octubre de 2003, Oliver Burch, director para Iraq del programa cristiano de ayuda de emergencia, afirmó que muchos iraquíes le habían informado de un alarmante incremento del número de secuestros: “[…] El desempleo es el mayor problema y la situación económica empuja a la gente a cometer crímenes. La reciente policía que se ha creado no cuenta con el respeto de la población porque está asociada con los estadounidenses que cada vez tienen un mayor rechazo en el Iraq de hoy”, afirmó y añadió que: “[…] Los llamados libertadores deberían, como mínimo, haber traído seguridad. Fueron ellos quienes hicieron posible que los ladrones se apoderaran de todo. No hicieron nada para detener el pillaje. Todo el mundo intentaba no salir de casa; si poseías un coche decente, eso podría costarte la vida”. Como consecuencia de ello, alrededor de un 50% de los niños no iban al colegio, según datos del portavoz de Save the Children en Reino Unido.

Desde entonces la prensa ha publicado mucha información sobre los secuestros, pero no se ha hecho nada para solucionar el problema y, desde luego, las fuerzas de la ocupación no han hecho nada: No se han resuelto muchos casos de secuestro, a pesar de que las autoridades iraquíes afirman que sus fuerzas de seguridad aumentan de forma gradual su capacidad para resolver el problema.

No obstante, no cabe duda de que el problema no se resolverá jamás mientras el gobierno de Iraq esté dirigido por Maliki y sus milicias. En octubre de 2010, Al Jazeera publicó algunos documentos secretos. Uno de ellos era muy revelador:
“[…] En octubre de 2006, una unidad del ejército iraquí  robó reiteradamente a una serie de vecinos de un barrio sunní del oeste de Bagdad. La unidad fue detenida el 11 de octubre y afirmaron ante quienes los detuvieron que actuaban bajo el mando del primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki.

En los documentos filtrados por Wikileaks se puede leer: “La patrulla 1/5/6 detiene a 2X IA M1114s y a una camioneta ocupada por 17X LN con uniformes y equipamiento de la IA. Las órdenes de detención de los 17 individuos y vehículos se deben a los informes de días atrás que informaba que la patrulla 2X IA M1114 perpetraba robos en las zonas de Mansur y Washash por la lucha por el espacio del 5/6 […] Los detenidos afirmaron pertenecer a las fuerzas de seguridad bajo mando directo del primer ministro.”

La unidad parecía ser un tipo de ‘escuadrón de detenciones’ que actuaba bajo la autoridad de Maliki. Un responsable del Ministerio de Defensa apareció varias horas después y apeló a Estados Unidos para que soltaran a los hombres, afirmando que su acción estaba “[…] dirigida por el primer ministro Maliki”.

Esto es una prueba suficiente de la naturaleza criminal de las fuerzas de seguridad de Maliki y de ello hay constancia en un documento oficial.

Leila Zerrougui, representante especial para los niños en situación de conflicto armado, debe investigar con toda urgencia el incremento de los secuestros infantiles en Iraq y determinar quién es el responsables de estas gravísimas violaciones de la Convención de los Derechos del Niño de Naciones Unidas. Estados Unidos, por supuesto, no ha firmado esta Convención: para ellos los niños iraquíes son seres humanos insignificantes, pero para Iraq esos niños son el futuro.

Texto original en inglés

Los niños de Iraq: ¿mereció la pena?

16 May, 2012

Bie Kentane*
Tribunal BRussells, 7 de mayo de 2012
Traducido para IraqSolidaridad y Tribunal BRussells por Paloma Valverde

El texto que presentamos a continuación es la conferencia dada por Bie Kentane dentro de las sesiones de debate de la sesión final del Tribunal de crímenes de guerra de Kuala Lumpur celebrado en la primera quincena de mayo de 2012.

“…Alineen los cuerpos de los niños, de los miles de niños (de los bebés, de los más pequeños, de los colegiales) cuyos cuerpos acabaron desmembrados, quemados vivos o acribillados a balazos durante la invasión y ocupación estadounidense de Iraq. Colóquenlos en fila en la arena del desierto, pasen ante ellos, kilómetro tras kilómetro, ante todos esos cadáveres destrozados,  ante esos jirones de carne desgarrada y vísceras secas, ante esos rostros lívidos, ante esos ojos que mirn fijamente y para siempre a la nada. Esa es la realidad de lo que ha sucedido en Iraq; no hay ninguna otra realidad…” (Chris Floyd, 17 diciembre 2011) [1].

Soy más una trabajadora humanitaria que política o analista, pero al trabajar y observar la situación de los niños iraquíes cada vez estoy más convencida de que ambos aspectos han de ir unidos.

Detrás de todos estos datos, cifras y números que voy a presentarles, hay niños con nombre y apellidos, niños con su personalidad; son hermanas y hermanos, hijos, nietos y amigos. Lamento tener que poner a cada uno de ellos en tablas y categorías, tan vulnerables y frágiles, convertidos en víctimas de la avaricia y del ansia de poder y de petróleo; no se merecían este trato.

Durante dos décadas los niños iraquíes, junto con el resto de la población, llevan padeciendo espantosas violaciones de los derechos humanos causadas por las guerras, la ocupación extranjera y las sanciones internacionales.

Iraq se ha convertido en uno de los peores lugares de todo Oriente Próximo y de África del Norte para los niños, con alrededor de tres millones y medio que viven en la pobreza. Un millón y medio, que no alcanzan los cinco años padecen desnutrición y mueren cien bebés al día.

Este informe se centrará en las violaciones, cometidas por las fuerzas ocupantes y el gobierno iraquí, de la Cuarta Convención de Ginebra relativo a la protección de los civiles en tiempo de guerra, firmado el 12 de agosto de 1949 [2], y de la Convención de los Derechos de la Infancia de Naciones Unidas.

Desde la invasión de 2003, las fuerzas de ocupación anglo-estadounidenses y el gobierno iraquí incumplieron completamente sus obligaciones respecto a los niños de Iraq, de acuerdo con la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Niños, Resolución 25/sesión 44, de noviembre de 1989. [3]

Los principios de la Convención subrayan la necesidad de proteger los derechos de los niños a la vida y al desarrollo físico, mental, moral y espiritual en un ambiente seguro.

Las potencias ocupantes son totalmente responsables de las violaciones de estas disposiciones y convenciones sobre los niños. Se les debe exigir total responsabilidad por todo el daño infligido a los niños de Iraq. Deliberadamente han modificado la estructura social del país, han utilizado la limpieza étnica para romper la unidad del país, han destruido el sistema de tratamiento del agua, las instalaciones sanitarias y educativas y han bombardeado indiscriminadamente zonas densamente pobladas, dejando a los niños en una situación de extremada vulnerabilidad en todos los aspectos. Vivir en un país en guerra provoca, además, problemas mentales a prácticamente todos los niños y agudiza la ansiedad y la depresión, cuando no las psicosis, en un número considerable.

Las instituciones iraquíes y los mecanismos que deberían asegurar la protección física, social y legal de mujeres, de los niños y de los jóvenes son disfuncionales y nada fiables. Como consecuencia de ello, los más débiles están expuestos a la explotación y a la violencia: asesinatos y mutilaciones, secuestro, violencia de género, tráfico humano, reclutamiento y utilización por grupos armados, trabajo infantil y privación de libertad. [4]

La comunidad internacional y los organismos internacionales de Derechos Humanos tienen, igualmente, una considerable responsabilidad en esta alarmante situación, porque han sido incapaces de solucionar adecuadamente las graves violaciones infligidas a los jóvenes y a las personas más débiles de la sociedad iraquí, y no se han preocupado de identificar a los auténticos culpables.

Artículo 6 (supervivencia y desarrollo) [5]

Asesinatos directos
Las cifras oficiales y los cálculos de los medios iraquíes, como Iraq BodyCount, han olvidado entre el 70 y el 95 por ciento de todas las muertes. Los datos más realistas y científicos respecto a las muertes debidas a la guerra están recogidos en JustForeign Policy.org, organización que afirma que en enero de 2011 había 1.455.590 víctimas [6].

Los análisis [7] llevados a cabo por el grupo de investigación de Iraq BodyCount hallaron que el 39 por ciento de las personas que murieron a causa de los ataques aéreos de la coalición dirigida por EEUU eran niños. Entre las bajas causadas por los morteros utilizados por las fuerzas estadounidenses e iraquíes y también por la resistencia, el 42 por ciento eran niños [8].

De las 45.779 muertes violentas de las que Iraq BodyCount pudo obtener datos de edades, 3.911 (8,54 por ciento) eran niños menores de 18 años. De las víctimas civiles asesinadas por las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos, de las que se pudo disponer de datos de edad, el 29 por ciento eran niños [9].

Asesinatos indirectos

Muchos más niños han sido víctimas indirectas debido a las enfermedades, la desnutrición o la inanición.

La pobreza generalizada, el estancamiento económico, la falta de oportunidades, la degradación del medio ambiente y la ausencia de servicios básicos, constituyen “silenciosas” violaciones de los derechos humanos que afectan a grandes sectores de la población, según concluye un informe de Naciones Unidas publicado el 8 de agosto de 2011 [10].

La OMS, el Programa de Naciones Unidas para el medio ambiente, la Real Sociedad Británica y la Academia Nacional de Ciencias de EEUU han publicado algunos estudios generales sobre los efectos del uranio empobrecido en la salud, los cuales sugieren que los mayores riesgos para la salud los padecen los niños en las zonas de postconflicto bélico (Harper 2008), como es el caso de Iraq [11].

Medio ambiente tóxico

La destrucción bélica de la infraestructura militar e industrial ha liberado metales pesados y otras sustancias peligrosas en el aire, en el suelo y en las aguas subterráneas. En los lugares donde se han acumulado los residuos de los municipios y los residuos sanitarios hay riesgo de epidemia. Existen firmes sospechas de que la contaminación por uranio empobrecido y otras sustancias relacionadas con la industria militar están causando un gran incremento en las malformaciones congénitas y en los casos de cáncer en Iraq [12] y convertido al país en un lugar en el que es imposible vivir. Los niveles tan bajos de agua en los lagos y en los ríos auguran un desastre para los sistemas de tratamiento del agua que, al mismo tiempo, envenenan el agua, lo que hace que no sea adecuada para el consumo humano y animal. Los suministros de agua procedentes de los ríos Éufrates y Tigris se han reducido brutalmente, lo que afecta a las tierras agrícolas fértiles, y a los suministros de agua provenientes de las aguas subterráneas, las cuales no muestran indicios de recuperación. En consecuencia, la sequía se ha convertido en un problema nacional. [13]

Los médicos de Faluya (2010) han sido testigos de unas cifras sin precedentes de malformaciones congénitas, abortos y casos de cáncer. Según los ginecólogos, pediatras y neurólogos de Faluya, las cifras de esos casos han aumentado vertiginosamente a partir de 2005, menos de un año después de que se produjera la atroz campaña de bombardeos de las fuerzas ocupantes en Faluya en 2004. [14] [15] [16]

Recién nacidos con malformaciones

Los datos de que se disponía con anterioridad, documentados en 2010, muestran que la tasa de cardiopatías en Faluya es trece veces superior a la de Europa, y en cuanto a las malformaciones genéticas que afectan al sistema nervioso, la tasa es 33 veces superior a la hallada en Europa para el mismo número de nacimientos. [17]

Los médicos japoneses creen que las malformaciones congénitas son las mismas que las de Hiroshima y Nagasaki. Allí las tasas fueron de entre el 1 y el 2 por ciento. Los casos de malformaciones congénitas relacionadas con la radiación procedente de las bombas nucleares estadounidenses aumenta hasta una tasa del 14,7 por ciento de todos los bebés nacidos en Faluya; más de 14 veces la incidencia en las zonas afectadas en Japón. [18]

Cáncer

El incremento en los casos de cáncer, leucemia y anomalías congénitas en Iraq (2010) se ha achacado a los agentes mutágenos y carcinógenos (como el uranio empobrecido), empleados en las guerras de 1991 y 2003. Recientemente se ha investigado el aumento de casos de leucemia infantil en Basora (Busby, Hamdam, Ariabi, 2010) y los resultados confirman que desde 1991 se ha producido un aumento significativo de los mismos. [19]

El aumento de los casos de cáncer y de la mortalidad infantil es alarmantemente alto. La notable reducción en la ratio de sexos en la cohorte de los nacidos un año después de las batallas de 2004, identifica ese año como el momento de la contaminación medioambiental. [20]

La exposición al uranio enriquecido es o bien la causa primaria o es una causa relacionada con las anomalías congénitas y con el aumento de los casos de cáncer. Por lo tanto, se plantean muchos interrogantes en relación con las características y la composición de las armas que hoy en día se despliegan en los campos de batalla modernos. [21]

Un estudio conjunto publicado por la Universidad de Washington y la Universidad de Basora concluyó  que las tasas de leucemia en los niños de Basora habían aumentado en más del doble durante un período de quince años. El estudio señaló que la incidencia del cáncer era significativamente más alta en la provincia de Basora que en otras zonas de Iraq. [22]

Bombas de racimo y minas terrestres

Las minas terrestres y los residuos explosivos de la guerra tienen un efecto devastador para los niños de Iraq; alrededor del 25 por ciento de todas las víctimas son menores de 14 años (datos para 2011). [23]

El número de víctimas de la submunición incluida en las bombas de racimo que quedan sin explotar aumentaron, entre 1991 y 2007, de 5.500 a 80.000, el 45,7 por ciento  con edades comprendidas entre los 15 y los 29 años, y el 23,9 por ciento eran menores de 14 años. Tanto UNICEF como el programa de Desarrollo de Naciones Unidas (PDNU en sus siglas en inglés) creen que esas cifras son muy inferiores a las reales. [24]

En esta década pasada, las provincias iraquíes de al-Munzana y Basora han superado a Angola debido a la alta proporción, respecto a la población total, del número de niños que ha sufrido amputaciones. [25]

Los médicos insisten en que es responsabilidad de Estados Unidos reparar parte del daño que ha causado. “[…] El gobierno estadounidense ha gastado miles de millones en esta guerra, pero no ha solucionado los problemas causados por su peligroso armamento”, exclama indignado el Dr. Bashier Mazim, otro médico de la Universidad de Bagdad. “[…] Puedo asegurar que esos recién nacidos [con malformaciones y cánceres] son el resultado del desastre que se abatió sobre nuestra tierra.” [26]

El aumento de las pruebas sobre los efectos tóxicos químicos y radiológicos del uso de armas de uranio nos obligan a hablar claro y a pedir a nuestros gobiernos nacionales y a las organizaciones internacionales que protejan a sus civiles y soldados y que apliquen el principio de precaución. Esto significa que cuando está en juego la salud humana y el medio ambiente, no debería ser necesario esperar a tener certezas científicas para adoptar medidas de protección. El principio de protección se aplica tanto a la salud humana como al entorno. La asunción ética subyacente en ese principio es que los humanos somos los responsables de proteger, preservar y recuperar los ecosistemas globales de los que depende cualquier vida, incluyendo la nuestra. [27]

 

 

Artículo 24 (Sanidad y servicios sanitarios)

La destrucción de las infraestructuras comunitarias y sanitarias ha provocado muertes de niños que podrían haberse evitado.

Asesinatos intencionados y emigración forzosa de médicos y personal sanitario [28]

Hasta un 75 por ciento de los médicos, farmacéuticos y enfermeras iraquíes tuvieron que abandonar sus puestos de trabajo desde la invasión dirigida por EEUU en 2003. Casi el 70 por ciento de los pacientes heridos gravemente a causa la violencia murieron en unidades de cuidados intensivos y de urgencia debido a la carencia de personal competente, de medicación y de equipamiento. [29] La falta de atención sanitaria, provocó que muriera mucha más gente, incluidos niños, mujeres y ancianos.

La Sociedad del Creciente Rojo Iraquí advierte que las tasas de desnutrición infantil han aumentado del 19 por ciento, antes de la invasión de 2003, al 28 por ciento. Sólo uno de cada tres niños iraquíes menores de cinco años dispone de agua potable y uno de cada cuatro padece desnutrición crónica. [30]

La contaminación y la falta de servicios de saneamiento, así como la escasez de agua potable, afectan al 70 por ciento de la población [31], lo que causó la muerte de “uno de cada ocho niños iraquíes” antes de que cumplieran cinco años. La muerte de los niños en Iraq debe atribuirse a las enfermedades que se transmiten por la ingesta de agua contaminada, tales como la diarrea, el cólera, el tifus, la hepatitis, etc. [32] Los resultados de un estudio realizado por el gobierno de Iraq, en colaboración con la UNICEF y la Unión Europea, demuestran que el 79 por ciento de la población tiene agua potable, lo que deja a uno de cada cinco iraquíes sin agua. En las zonas rurales, el número de personas que no tienen agua potable se duplica y dos de cada cinco iraquíes no tienen agua potable. [33]

La mitad de los colegios iraquíes exponen a los niños a un ambiente poco saludable y no cumplen los niveles mínimos [higiénicos] que aseguren un entorno seguro y saludable para los estudiantes. En el 63 por ciento de los colegios no se lleva a cabo un control de cloro del agua potable, lo que pone a los niños en situación de riesgo de enfermar por el agua. [34]

Artículo 26 (Seguridad Social)

Un informe de la FAO situaba a Iraq entre los 22 países que sufren pobreza extrema y falta de seguridad alimentaria a causa de la guerra y al fracaso de las instituciones gubernamentales a la hora de proporcionar el sustento necesario. [35]

El impacto del conflicto en Iraq se refleja en el aumento de la proporción de personas que viven en barrios de chabolas. La proporción de residentes urbanos que viven en barrios  de chabolas ha aumentado a más del triple: del 17 por ciento en 2000 (2,9 millones de personas) a un estimado 53 por ciento en 2010 (10,7 millones de personas). [36]

La pobreza, debida al colapso económico y a la corrupción, causa desnutrición aguda entre los niños iraquíes. Según el informe OXFAM de julio de 2007, hasta ocho millones de iraquíes necesitaron ayuda de urgencia de manera inmediata, con casi la mitad de la población viviendo en la “absoluta pobreza”.

Dejar morir de hambre a ciudades enteras como castigo colectivo, mediante el bloqueo de la entrega de comida, ayuda y alimentos, incrementaron el sufrimiento de los niños añadiendo más víctimas entre ellos. [37]

A menudo, también los padres se ven obligados a pedir a sus hijos, sobre todo a los chicos, que ayuden a mantener económicamente a la familia en lugar de ir al colegio. UNICEF calcula que uno de cada nueve niños, en edades comprendidas entre los cinco y los 14 años, trabaja. Los niños limpian zapatos o se dedican a la venta callejera con carritos ambulantes. [38]

La situación económica de la mayoría de estas familias está muy por debajo del nivel de vida medio, aunque la mayoría de los padres de esos niños sean universitarios (por ejemplo, profesores, ingenieros, etc.).

Se puede concluir  que la mayoría de esas familias no puede permitirse satisfacer las necesidades más básicas como son una comida de calidad, atención sanitaria y una vivienda saludable y segura. [39]

En diciembre de 2007, el gobierno iraquí anunció el recorte de las raciones alimentarias y los subsidios en casi un 50 por ciento de su presupuesto global para 2008, a causa de la carencia de fondos y del aumento de la inflación. Casi diez millones de iraquíes que viven en la pobreza dependen totalmente del sistema de racionamiento. Los niños son las primeras víctimas y los más perjudicados por la reducción del sistema de racionamiento alimentario.

En 2010, la falta donaciones obligó a Naciones Unidas a reducir su trabajo  humanitarios en Iraq. Sus agencias de ayuda dejaron de distribuir alimentos a cientos de miles de mujeres y niños. Según Edward Kallon, representante para Iraq del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, la suspensión de la ayuda alimentaria afectará a 800.000 mujeres embarazadas y lactantes y a los niños desnutridos, así como a 960.000 escolares. [40]

Artículo 28 (derecho a la educación), artículo 29 (objetivos de la educación)

“Todos los niños tienen derecho a la educación primaria, que deberá ser gratuita.”

La destrucción o el cierre de escuelas y universidades, el desplazamiento de la población y el hecho de que los profesores sean miembros de la clase profesional que más asesinatos sufre y más se ha visto forzada a huir de Iraq, ha provocado la pérdida de la escolarización de niños y jóvenes y, por lo tanto, la pérdida de oportunidades  en la vida. Durante la ocupación, muchos niños se convirtieron en desplazados debido a las políticas sectarias impuestas por los ocupantes, sin disponer de las instalaciones adecuadas para su escolarización. Esa pérdida es muy difícil de reparar, porque no solo a esos niños y jóvenes se les han reducido las posibilidades de su futuro, sino también las de la comunidad y, finalmente, también el Estado también perderá por esa carencia de educación.

Matriculaciones

En la actualidad (2011), la matriculación en la escuela primaria es del alrededor del 87 por ciento, muy lejos del Objetivo de Desarrollo Nacional para el Milenio, que para 2015 se ha establecido en 98 por ciento; una diferencia de unos 700.000 niños en edad escolar que nunca han asistido a la escuela primaria. Además, existen alrededor de 600.000 niños que repiten el primer grado de la escuela primaria, incluidos los que quedan fuera del sistema. Menos del 50 por ciento de los niños que originariamente se matricularon en la escuela primaria lo harán en secundaria y preuniversitaria durante los años de su adolescencia.

Las estadísticas dadas a conocer por el Ministerio de Educación iraquí en octubre de 2006 indicaban que sólo el 30 por ciento de los 3,5 millones de estudiantes acudían a los centros escolares. Antes de la invasión estadounidense, la UNESCO indicaba que la asistencia a los centros educativos en Iraq era cercana al 100 por cien. [41]

La información sobre la educación preescolar indica unas instalaciones muy pobres y unas tasas extremadamente bajas de matriculaciones, lo que confirma la falta de programas de desarrollo preescolar dentro del sistema educativo formal. Únicamente el 3,7 por ciento de los niños entre 3 y 5 años (36 y 59 meses) están matriculados en guarderías o en escuelas infantiles (datos del Ministerio para el año 2000). El 5 por ciento de los niños matriculados tiene entre 4 y 5 años, frente al 2,6 por ciento de los niños más pequeños. La matriculación en preescolar es del 5,2 por ciento en las zonas urbanas, frente al 0,9 por ciento en las zonas rurales. [42]

En la actualidad (2011) es de alrededor del 87 por ciento. La tasa de matriculaciones en la escuela primaria está muy por debajo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015 en Iraq, que es del 98 por ciento, una diferencia de alrededor de 700.000 niños más en edad escolar que cada año no asisten a la escuela primaria. Además, unos 600.000 alumnos repiten el curso de primaria al año siguiente, entre ellos se cuenta aquellos que abandonan el colegio. Menos del 50 por ciento de todos los niños que en un principio se matricularon en la escuela primaria se matriculan después en secundaria y en preuniversitaria durante la adolescencia. [43]

Asistencia a la educación primaria y secundaria

Los resultados hallados por la UNESCO y la UNICEF en 2008 señalaron que uno de cada cinco niños en edad escolar no podían acudir al colegio (cf. Relief-Web/UCHO 2008), lo que está en consonancia con los datos de asistencia del Ministerio para 2006, un 83 por ciento. La proporción de asistencia en las ciudades y en las zonas rurales es del 89 por ciento frente al 75 por ciento, también según datos del Ministerio para 2006. [44]

Instalaciones y calidad

Las degradadas instalaciones escolares están teniendo un impacto muy negativo sobre la calidad de la educación y la tasa de asistencias. El informe del Ministerio de Sanidad de 2004, titulado “Salud en Iraq” (Health in Iraq, MoH 2004) indicaba que el 80 por ciento de las escuelas necesitaban una significativa reconstrucción, alrededor de 1000 necesitaban una reconstrucción completa y otras 4600 escuelas requerían obras mayores.

Estas cifras fueron confirmadas en 2007 por la UNESCO y la UNICEF, que confirmaron que el 70 por ciento de las instalaciones escolares estaban muy deterioradas a causa de la guerra y el abandono (cf. Relief-Web/UCHO 2008). [45]

Según la UNICEF (2011), más de uno de cada seis colegios fueron arrasados, dañados o destruidos durante los años de violencia y existen graves carencias en las instalaciones.

La falta de infraestructura y las clases sobresaturadas obligan a que un tercio de los colegiales de las clases en dos o incluso tres turnos, a lo que hay que añadir las terribles carencias de materiales esenciales para la enseñanza.

La mayoría de los colegios no disponen de agua potable, baños o cubos de basura. La ausencia de instalaciones higiénicas complica especialmente la vida de las niñas. [46]

Además, las tasas de repetidores ha obligado a los alumnos con diferencias de edad de hasta 6 años a permanecer en el mismo aula. En algunas zonas, no hay suficientes escuelas para proporcionar la educación adecuada en la lengua que requieren los niños desplazados de otras zonas (por ejemplo, para los niños de lengua árabe en el norte de Iraq). [47]

Además, los colegios se utilizan con frecuencia para asuntos militares, lo que contraviene la IV Convención de La Haya, y las leyes y costumbres de la guerra por tierra [48]. según el informe de la UNESCO de 2010, solo en la provincia de Diyala el Ministerio del Interior iraquí, el ejército iraquí y las unidades de la policía iraquí ocuparon más de un 70 por ciento de los colegios con fines militares. [49]

Seguridad y sectarismo

La estrategia de apoyo a la educación nacional de la UNESCO, publicada en 2008, estimaba que dos millones de niños de educación primaria no podían asistir a las escuelas debido a la situación de inseguridad. Aunque la situación ha mejorado durante 2010, la educación de los niños sigue comprometida por esta situación. “[…] Continúan llegando muchas amenazas contra los colegios por parte de los supuestos ‘grupos resistentes’, que exigen cambios en los programas educativos o que se niegue la educación a los estudiantes de ciertos grupos perseguidos. El castigo, si no se cumplen esas exigencias, es a menudo la violencia”, según el informe de 2010 del Alto Representante para los Derechos Humanos de la UNAMI. [50] ¿Quiénes son esos “ciertos grupos perseguidos” y que quiere decir exactamente el informe con “grupos resistentes”?

Las políticas sectarias del gobierno de Maliki obstaculizan el derecho a la educación de los niños iraquíes en las zonas de mayoría sunní. Los ataques contra las instituciones educativas por parte del ejército iraquí y de las milicias gubernamentales para intimidar, aterrorizar, secuestrar, arrestar y matar a los estudiantes ocurren de forma regular. Como consecuencia, la asistencia a los colegios ha disminuido de forma drástica. Unos cuantos ejemplos aclararán esto:

El 3 de febrero de 2011, la Brigada Muzana del ejército iraquí impidió que los estudiantes del colegio Isra para chicos y del Instituto Ascensión para chicas, en el área de Haswa del distrito de Abu Ghraib, pudieran ir al colegio a realizar los exámenes semstrales. [51] El miércoles 25 de enero de 2012 por la tarde, en la zona suní situada al este de la ciudad de Tazrib (Tikrit), las fuerzas de seguridad del gobierno iraquí pertenecientes a la LEWA de la IV División del ejército iraquí irrumpieron en el instituto mixto secundario de Medina, atacaron y registraron a los alumnos, y detuvieron con exceso de fuerza a siete estudiantes de octavo y noveno grado, de edades comprendidas entre los 13 y los 14 años. La escuela fue asaltada cuando los estudiantes estaban realizando sus exámenes semestrales. Las fuerzas del gobierno no han explicado la razón o el motivo del asalto.

El sectarismo también penetra “por la puerta de atrás”. Parece que los estudiantes de las provincias de mayoría chií obtuvieron muchos mejores resultados que los de las provincias con población de mayoría sunní. En 2009, en tres ciudades musulmanes sunníes estallaron protestas por el número notablemente más bajo de estudiantes que habían aprobado los exámenes nacionales, lo que aumentó las sospechas de que el gobierno chií de Iraq discrimina a los sunníes y a otros grupos. [52]

Plan de estudios

Las fuerzas ocupantes cambiaron los planes de estudios existentes y ahora el Ministerio de educación es incapaz de reformar los planes de estudio nacionales de forma adecuada debido al sectarismo del gobierno iraquí, a la falta de capacidad y de experiencia del personal. Todo el sistema educativo nacional necesita un refuerzo considerable, en la nación, en las provincias y en los pueblos, para asegurar una educación de calidad. [53]

Aptitudes

La prueba de que es muy probable que una gran parte de los niños en Iraq sufran dificultades de aprendizaje, que hubieran podido evitarrse, y que están relacionadas con la falta de estimulación y el aprendizaje temprano, aumentan. Tal grado de retraso en el lenguaje podría ser el resultado de las muy variadas y generalizadas consecuencias psicosociales de la guerra, lo que incluye la pobreza y el miedo. Sin embargo, las dificultades psicosociales y la pobreza, incluida la preocupación por la supervivencia diaria entre los adultos, les impide poder hablar o estimular a los niños de manera normal.

Además de las dificultades causadas por la falta de estimulación, al desarrollo cognitivo de los niños se ve afectado por la malnutrición. [54]

Según un informe de Oxfam del año 2007, alrededor del 92 por ciento de los niños de Iraq padecen problemas de aprendizaje. [55]

La educación de las niñas

En la educación primaria, las niñas representan el 44,74 por ciento del alumnado. Alrededor del 75 por ciento de las niñas que empezaron el colegio lo han abandonado durante o al final de la escuela primaria y, por lo tanto, no han continuado sus estudios secundarios. Muchas de ellas abandonaron después del primer curso. [56]

Aunque las autoridades estadounidenses e iraquíes creían que durante el año escolar 2007-2008 habría un número mucho mayor de nuevas matrículas escolares, el 76,2 por ciento de las 1.513 iraquíes encuestadas en una investigación de Women for Women International dijeron que a las niñas de sus familias no se les permitía asistir al colegio, y el 56,7 por ciento de las encuestadas dijo que las posibilidades de que las niñas puedan asistir a clase han empeorado durante los últimos cuatro años. Según el equipo iraquí de Women for Women International, las principales razones de esa situación son la pobreza y la inseguridad.[57]

En 2010, un informe de UNICEF describía que el ambiente del aprendizaje en Iraq estaba influido por la escasa seguridad, la pobreza de las familias y la renuencia a permitir que las muchachas adolescentes asistan a clase. El informe citaba las opiniones de las estudiantes que se referían a sus escuelas definiéndolas como “[…] poco acogedoras, desagradables, sucias, con mal mantenimiento, con aseos sucios y sin agua potable” [58].

La carencia endémica de materiales educativos y de formación, así como la reducida capacidad educativa han afectado de forma mucho más grave a las familias que tienen niños con discapacidades, porque ello supone una carga económica añadida.

Muchos de los niños que sufren discapacidades viven en zonas rurales o muy alejadas lo que afecta gravemente su acceso a los servicios disponibles a causa del coste, la ausencia de transporte público y la falta de conocimientos sobre los servicios disponibles. Incluso puede ocurrir que las familias de esas zonas remotas y rurales no lleguen a contactar nunca con profesionales sanitarios. Y aunque esos servicios estuvieran disponibles, el coste de la atención médica resulta prohibitivo para la mayoría de las familias.

Asesinatos y fuga de cerebros

Los asesinatos y las amenazas de muerte contra los educadores han obligado a muchos de ellos a huir del país. Según la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (OCHA en sus siglas en inglés), desde 2006, 180 profesores han sido asesinados, 100 secuestrados y, hasta abril de 2008, 3.250 habían tenido que escapar del país. [59] [60]

El International Medical Corps informó de que la población de profesores de Bagdad se había reducido en un 80 por ciento, y que el personal médico parecía haber abandonado el país en número desproporcionado [61]. Se calcula que a finales de 2006 habían abandonado el país alrededor del 40 por ciento de las clases medias de Iraq [62]. La fuga de cerebros y la destrucción de los colegios y del sistema educativo es parte de la limpieza cultural y de la identidad de la sociedad iraquí [63]. Las clases profesionales y técnicas de Iraq, especialmente los profesores, académicos y profesionales de la salud, huyeron a miles tras el asesinato de sus compañeros, que formaba parte de una campaña selectiva, y que tiene efectos devastadores.

467 académicos universitarios [64] han sido asesinados así como más de dos mil médicos, cientos de abogados, y jueces, 376 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación [65] y miles de profesionales [66]. A esto hay que añadir la salida de profesionales durante los años de sanciones impuestas por Naciones Unidas, lo que ha dejado Iraq ante una inmensa tarea de reconstrucción, no solo de su infraestructura sanitaria y educativa sino de capital humano especializado [67].

Artículo 20 (niños privados de un entorno familiar)

A causa de la guerra y la ocupación se ha producido un aumento drástico en el número de huérfanos en Iraq. Según las estadísticas oficiales del gobierno hay cinco millones de huérfanos iraquíes, el gobierno, el parlamento y las ONG deberían cuidar a los  niños huérfanos de Iraq [68]. Alrededor de 500.000 de estos huérfanos viven en las calles sin los cuidados de una familia ni de institución especializada alguna. [69]

Según la ONG Sponsor Iraqi Children Foundation, aproximadamente uno de cada seis niños iraquíes menores de 18 años es huérfano. Muchos huérfanos mendigan por las calles o venden agua para ayudar a sus madres viudas o a sus hermanos. Son muy vulnerables a las detenciones por mendicidad así como al reclutamiento o a los abusos por parte de delincuentes, extremistas y traficantes de seres humanos. [70]

Artículo 22 (niños refugiados)

Como media, del 75 al 80 por ciento de las personas desplazadas en una crisis [71] son mujeres y niños.

La Sociedad del Creciente Rojo Iraquí calcula que más del 83 por ciento de las personas desplazadas en Iraq son mujeres y niños, y que la mayoría de esos niños son menores de doce años. [72]

Según las cifras publicadas el 22 de enero de 2008 por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), los refugiados iraquíes en Siria sufrían traumas más intensos que los que padecían los refugiados de otros conflictos recientes en otros lugares. Además, se reveló que el 89,5 por ciento sufría depresión, el 81,6 por ciento ansiedad y el 67,6 por ciento trastornos de estrés postraumático. [73]

Los problemas de los niños que se vieron obligados a emigrar suponen un asunto humanitario real debido a que un gran número de familias no cuenta con un vivienda, ni dinero, ni atención sanitaria, ni educación, ni seguridad de ningún tipo. [74]

El estudio de la Dra. Souad al-Azzawi demuestra que en su grupo de estudio el 43,6 por ciento de las familias de los niños del grupo de estudio se marcharon de Iraq y el 12,8% se vieron forzados a dejar sus barrios y el 11,7 por ciento de ellos abandonaron el país. Todo esto debido a la falta de servicios, seguridad y a la ausencia de ley, así como por el temor por sus vidas. Por lo tanto, el 75,5 por ciento de los niños en el grupo de estudio se vieron obligados a emigrar de las zonas donde vivían en Iraq. [75]

Además, el 22,4 por ciento de los niños no podía continuar con sus estudios, debido a las extremadas dificultades económicas [de sus familias]. Otros refugiados iraquíes en Siria no pudieron ofrecer a sus hijos educación gratuita para sus hijos. Otros niños tuvieron que ponerse a trabajar para ayudar al sostenimiento de sus familias.

En 2009, los estudios llevados a cabo por ACNUR, afirmaron que el 20 por ciento de los desplazados en el interior, y el 5 por ciento de los refugiados que retornaron, informaron de tener niños desaparecidos. En noviembre de 2009, el cálculo de los desplazados internos alcanzaba los 2,76 millones de personas (467.517 familias). Un simple cálculo demuestra que más de 93.500 niños de las familias de los desplazados internos han desaparecido. [76]

Artículo 23 (niños con discapacidades) [77]

La distancia a la escuela, el mal estado de los edificios, la carencia de servicios básicos, la falta de empatía de los profesores, la falta de clases de apoyo, el proteccionismo de las familias y la actitud de la sociedad en general son, probablemente, los obstáculos más infranqueables para las niñas con discapacidad. [78]

Los datos fiables sobre los servicios para los niños con discapacidad en Iraq son extremadamente limitados. Los largos años de sanciones de Naciones Unidas produjeron una ausencia crónica de inversiones, y ya, a finales de 1991 las cuatro instituciones de formación especializada e instituciones de coordinación nacional [79] se cerraron.

La ausencia endémica de material educativo y de formación y la reducida capacidad educativa dio como resultado un aumento de la vulnerabilidad de las familias con niños discapacitados, que suponían una carga económica más.

Muchos niños con discapacidad viven en zonas rurales o remotas, lo cual incide gravemente en su capacidad para poder utilizar los servicios disponibles debido al coste, la falta de transporte público y la falta de información sobre la existencia de tales servicios. Es probable que las familias de zonas rurales y alejadas nunca hayan visto a un profesional sanitario. Incluso si hubiera servicios disponibles el coste del servicio médico sería prohibitivo para la mayoría de las familias (Cameron, 2005). [80]

El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales  (MoLSA) es responsable de la atención institucional y de las prestaciones sociales. A pesad de que hay un presupuesto del que dispone el gobierno central para alimentación, transporte y otras instalaciones de atención social, el personal carece de formación y las unidades necesitan instalaciones educativas modernas. Hay unos 200 trabajadores sociales disponibles, pero su falta de experiencia los hace sobretodo ineficaces. [81]

Artículo 33 (uso de drogas)

“Los gobiernos deben utilizar todos los medios posibles para proteger a los niños contra el dañino consumo de drogas y para evitar que se los utilice en el tráfico de drogas”.

Actualmente en Iraq muchos niños no acuden a la escuela ni juegan en la calle, sino que se esconden en las esquinas para consumir drogas o para venderlas. Los expertos afirman que muchos niños, especialmente los huérfanos, han caído presa del abuso de drogas en los últimos años. Según afirma Amir Mouhammad Bayat, psicólogo que trabaja con niños adictos, antes de la invasión liderada por EEUU en 2003 la adicción a las drogas entre los niños era prácticamente inexistente. En muchos casos, afirma Bayat, los niños recurren a las drogas para aliviar el dolor y el sufrimiento infligidos por la guerra. [82].

Los informes de UNICEF advierten que la adicción a la droga se está convirtiendo en algo más que un fenómeno entre los niños iraquíes. Desde 2005 se ha producido un incremento del 30 por ciento de adicción entre los niños y durante el último año el aumento ha sido cercano al 10 por ciento.

Sin embargo, el problema va mucho más allá de la adicción. Muchos niños se encuentran atrapados en el próspero negocio de las drogas en el ‘nuevo Iraq’. Normalmente las bandas de traficantes tienen como objetivo a los niños que han perdido a un familiar o que trabajan en las calles. «[…] Los traficantes ofrecen trabajo y ayuda atrayendo fácilmente a niños inocentes hacia la dependencia de las drogas». [83]

Los expertos se lamentan de que el gobierno ignore la grave situación de consumo de drogas entre niños. Bayat afirma que «[…] El problema se agrava porque el gobierno no se ocupa de la caótica situación en la que viven los niños» y señala que la única ayuda que reciben proviene de organizaciones de apoyo independientes y de voluntarios quienes, por lo general, se enfrentan a una misión dura y, en ocasiones, peligrosa. «[…] Los problemas de inseguridad hacen que sea más difícil para los voluntarios contactar con los niños que padecen  dependencia y poder ofrecerles ayuda, ya que los traficantes armados pueden vengarse en cualquier momento de estos voluntarios que intentan sacar a los niños de las calles». [84]

Artículo 34 (explotación sexual)

“Los gobiernos deben proteger a los niños contra cualquier forma de explotación sexual y abuso”.

La ONG Women’s Freedom in Iraq estima que, en los últimos siete años desde el comienzo de la guerra, alrededor de cuatro mil mujeres, una quinta parte menores de 18 años, han desaparecido.

Niñas inocentes que aún deberían estar disfrutando de su infancia bajo la protección de sus madres han sido encarceladas por delitos de prostitución, un calvario en el que se han visto convertidas en las modernas esclavas de hoy en día. Hasta el momento, incluso ignoramos sí el número de víctimas del tráfico de adolescentes de los últimos años asciende a miles o a decenas de miles. [85].

La organización Women’s Will (La Voluntad de las Mujeres, OWW en sus siglas en inglés) informa de que entre las mujeres prostituidas, el porcentaje de las menores llega al 65 por ciento [86].

La violencia utilizada contra las mujeres y niñas se dirige sobre todo contra las que están embarazadas. Muchos informes aseguran que abortaron a causa de las patadas y las palizas. A las mujeres y las jóvenes que tuvieron un aborto se las obligó a volver al trabajo de manera inmediata. Algunas de las niñas son víctimas de torturas en los casos de violación por las bandas. Los clientes pedófilos venden a los hijos de las mujeres prostituidas y están condenados a un círculo vicioso de encarcelamiento debido a la prostitución forzosa y a desde ese momento no hay otra salida que la vuelta a la prostitución. En pocos casos algunas niñas han llegado a vender sus órganos. [87]

Cuanto más joven es la mujer, más lucrativo es el negocio. Las niñas menores de 16 años son las más demandadas. Se afirma que los traficantes venden niñas de entre 11 y 12 años por hasta treinta mil dólares, mientras que a las mujeres y a las niñas de más edad y ‘usadas’ se las puede comprar por sólo dos mil dólares. Los traficantes cuentan con el apoyo de sofisticadas redes criminales capaces de falsificar documentación y sobornar a funcionarios corruptos para eliminar cualquier tipo de traba. [88] En algunos casos, las mujeres y las jóvenes solicitan que las mantengan en los centros de detención, incluso después de haber cumplido con la sentencia, por temor a que sus familias las asesinen [89] [con el propósito de limpiar el honor de la familia].

Un informe dado a conocer por la ONG Social Change for Education in the Middle East con sede en Londres [90] subraya el padecimiento de las niñas que con 10 o 12 años han sido objeto de tráfico humano en el Iraq de la posguerra hacia otros países como Siria, Jordania, Líbano, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí para su explotación sexual. Otras víctimas del tráfico en el interior de Iraq acaban en clubs nocturnos o en burdeles, con frecuencia en Bagdad. Algunos de esos prostíbulos “[…] se han creado únicamente para satisfacer la demanda creada por el personal al servicio de Estados Unidos”, indica el informe.

Aunque en Iraq existía explotación sexual, como en cualquier parte, mucho antes de que la guerra empezara en 2003, “la invasión y la inestabilidad subsiguiente crearon un entorno en el que las mujeres jóvenes y las adolescentes se hicieron mucho más vulnerables frente al tráfico sexual”.

A algunas de las víctimas jóvenes se las engaña haciéndolas creer en una promesa de matrimonio verdadera, afirma Abu-Atta, pero después son explotadas sexualmente, las divorcian y las lanzan a la calle, donde a los ojos de la conservadora sociedad árabe todo el honor se ha perdido. Así ellas se convierten en fáciles objetos de nuevos abusos.

Otra práctica cruel, particularmente en las ciudades santas chiíes de Nayaf y Kerbala, y también en Siria, es el matrimonio muta, en el que se casa a una adolescente en presencia de una figura religiosa por un precio que se paga al  hombre para un tiempo determinado, que va desde una hora hasta un par de meses. [92]

El gobierno no se hace responsable

Cuando se habla de este asunto con el Imán Abu Atta, investigador clínico, incluso encontramos resistencia. [93]

El gobierno y las autoridades británicas y estadounidenses, cuya presencia de fuerzas en Iraq ha sido un factor que ha contribuido al problema, han hecho poco para combatir el tráfico de mujeres y de adolescentes: no se ha perseguido con éxito a las bandas criminales implicadas en el tráfico de seres humanos, no se ha elaborado un plan integral para abordar el problema ni se ha dado un apoyo considerable a las víctimas. [94]

Organizaciones por los derechos de las mujeres informaron a Human Rights Watch que las mujeres víctimas del tráfico humano (y las mujeres víctimas de violencia sexual) a menudo acaban en la cárcel. El gobierno no proporciona asistencia a las víctimas repatriadas desde el extranjero. Las autoridades iraquíes procesan y condenan a las víctimas del tráfico sexual por cometer actos ilegales como resultado de haber caído en las redes de traficantes. Las víctimas también son encarceladas por prostitución, mientras que el gobierno no castiga a sus agresores. [95]

Artículo 38 (guerra y conflictos armados)

“Los gobiernos deben de hacer todo lo que está en sus manos para proteger y atender a los niños afectados por la guerra” (Problemas psicológicos)

El derrumbe de la economía iraquí, la violencia sectaria, los asaltos de las tropas estadounidenses contra la población civil, y el asesinato los miembros de su familia han privado a los niños iraquíes de una infancia inocente y despreocupada. Los niños tienen que hacer frente a las rupturas familiares, a la pobreza y a una total falta de seguridad; se ven obligados a trabajar y a ganar dinero ya que sus familias padecen hambre y pobreza. Abandonan las escuelas para enfrentarse a los problemas de los adultos, tales como el desempleo, el trabajo manual, etc. La exposición a la violencia diaria ha afectado su desarrollo psicológico y su comportamiento. [96] El 46,8 por ciento de los niños incluidos en el estudio se enfrentan a problemas graves de salud, así como a trastornos psicológicos y mentales. [97]

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cuarta causa de morbilidad entre los iraquíes mayores de cinco años son los trastornos mentales, que llegan a superar el número de enfermedades infecciosas. [98]

Un estudio realizado por la Sociedad Iraquí de Psiquiatras, en colaboración con la OMS, reveló que el 70 por ciento de los niños (de una muestra de diez mil) de la zona Shaab, al norte de Bagdad, padecen síntomas traumáticos. [99]

Algunos estudios sobre la prevalencia de los trastornos mentales de los niños fueron realizados en Bagdad, Mosul y Dahuk. El primer estudio reveló que en los últimos dos años el 47 por ciento de los niños de primaria han estado expuestos a graves hechos traumáticos y el 14 por ciento ha sufrido trastornos de estrés postraumático, en una proporción de un 9 por ciento de niños y un 17 por ciento de niñas. [100]

En el segundo estudio realizado en Mosul se evaluó a adolescentes que padecían trastornos mentales. Un 30 por ciento mostraba síntomas de trastorno de estrés postraumático, en una proporción de un 26 por ciento de niños y un 32 por ciento de niñas. La tasa era más alta entre los adolescentes de mayor edad. El 92 por ciento de estos adolescentes enfermos no ha recibido tratamiento alguno.  [101]

Otro estudio realizado en 2005 por el Departamento de Psiquiatría Infantil del Hospital General Pediátrico de Bagdad reveló que el 22 por ciento casos padecía trastornos de ansiedad; el 18 por ciento problemas de conducta (desórdenes hiperquinéticos); el 15 por ciento enuresis exógena; el 14 por ciento casos de tartamudez; el 10 por ciento epilepsia y el 1,3 por ciento depresión (al-Obaidi at al.).

Los niños han estado expuestos a las batallas en las calles, han visto pasar a su lado cadáveres cuando iban al colegio; han visto a sus familiares y amigos asesinados o heridos y han visto otros actos de guerra y ocupación. Esto no lo han visto una vez, han visto estas cosas muchas veces y durante años y años.

Prácticamente todos los niños son hijos o hijas de víctimas de terribles violaciones de los derechos humanos, tales como tortura, violación o ataques con armas químicas. La mayoría de los padres ni siquiera han tenido la posibilidad de pasar el luto por las pérdidas de los suyos y recuperarse de sus traumáticas experiencias debido a la falta de servicios de ayuda y al reconocimiento social. Los niños que viven en familias de supervivientes, se convierten con frecuencia en víctimas de agresiones físicas y emocionales y de los olvidados efectos del conflicto inter-generacional y de las familias desestructuradas, producto del trauma colectivo. Los niños están expuestos a la violencia tanto dentro como fuera de sus hogares, como consecuencia de lo cual, sufren una amplia variedad de alteraciones de la conducta y de estrés traumático, que se manifiesta en desórdenes del sueño, comportamiento activo e hiperactivo, rechazo social, depresión, ansiedad, así como trastornos en el desarrollo y trastornos alimenticios. Puesto que, con frecuencia, los niños tienen que lidiar con sus padres traumatizados de diversas formas, su propio desarrollo, para convertirse en miembros productivos de una sociedad, se hace imposible.

Las espantosas imágenes de cadáveres despedazados esparcidos en las calles y las escenas de sus padres o de sus familiares asesinados ante sus ojos permanecerán ancladas firmemente en las mentes de estos niños durante muchos años, y les dejará huellas psicológicas negativas en su comportamiento futuro.

“El baño de sangre sin fin y la carencia de ayuda profesional hará que los niños de Iraq crezcan o bien profundamente marcados o bien tan habituados a la violencia que mantendrán ese patrón de comportamiento cuando se conviertan en adultos”.

El Ibn Rushd es el único hospital psiquiátrico de una capital de seis millones de habitantes. [102] Los psiquiatras iraquíes, al igual que la mayoría de los profesionales de la medicina del país, padecen tanto de un déficit formativo como de financiación. No existen centros de psicoterapia ni de atención a las crisis mentales.

De todas las estadísticas que describen la devastación causada por la guerra ilegal en Iraq, las cifras que muestran el sufrimiento de los niños iraquíes son las más preocupantes y las más desgarradoras. Estos niños determinarán el futuro de Iraq. Tanto su bienestar, como la carencia del mismo, tendrán un impacto en las vidas de todos los iraquíes, independientemente de su secta, religión o etnia. [103]

Las fuerzas de ocupación anglo-estadounidense y el gobierno iraquí han sido estrepitosamente incapaces de cumplir con sus más esenciales obligaciones respecto a los niños de Iraq.

Las potencias ocupantes son total y absolutamente responsables de las violaciones de las disposiciones y los convenios relativos a los niños y deben rendir cuenta, sin paliativos, del daño que han infligido a los niños iraquíes.

Las instituciones y los mecanismos iraquíes que deberían asegurar la protección física, social y legal a las mujeres, a los niños y a los jóvenes son disfuncionales e indignas de confianza; como resultado de ello, los más vulnerables están expuestos a la explotación y a abusos tales como el asesinato, el secuestro, la violencia de género, el tráfico de seres humanos, el reclutamiento y la utilización por grupos armados, el trabajo infantil y la privación de libertad. [104]

Exigimos  a la comunidad internacional y a todos los organismos de Derechos Humanos que aborden y discutan estos temas en el Consejo de Seguridad [de Naciones Unidas] y que envíen un relator especial a Iraq.

Notas:
1. Chris Floyd, War Without End, Amen: The Reality of America’s Aggression Against Iraq, Empire Burlesque, 17 diciembre 2011
2. Convenio (IV) relativo a la Protección de Personas Civiles en Tiempo de Guerra. Ginebra, 12 agosto 1949:  
3. El Convenio fue ratificado por 149 países Naciones Unidas, excepto EEUU y Somalia.
4. Reliefweb, “Fallen Off The Agenda? More And Better Aid Needed For Iraq Recovery”, 11 de julio de 2010.
5. Convención de los Derechos del Niño
6. « Iraq Deaths »: http://www.justforeignpolicy.org/iraq
7. El informe “The Weapons That Kill Civilians, Deaths of Children and Noncombatants in Iraq”, se recopiló a partir de una muestra de 60481 muertes sucedidas en 14196 sucesos en un período de cinco años desde la invasión de 2003. No se contabilizaron las víctimas civiles consecuencia de ataques de violencia concentrados, como los dos asedios contra la ciudad de Faluya.
8. Kim Sengupta, “Iraq air raids hit mostly women and children”, The Independent, 16 de abril de 2009.
9. “Iraqi deaths from violence 2003–2011. Analysis and overview from Iraq Body Count”,  2012 .
10. “UN Calls Rights Situation in Iraq ‘Fragile’”, Coomondreams.org, 8 de agosto de 2003.
11. Merrill Singer, G. Derrick Hodge, The war machine and global health: a critical medical anthropological examination of the human costs of armed conflict and the international violence industry, Merry Singer and G. Derrick Hodg editors, Altamira Press, 2010.
12. Informe de la ONG NCCI, “Environmentals Contaminatns for War Remmants in Iraq”, junio de 2011.
13. Diferentes artículos sobre el agua en Iraq disponibles en WaterWebster
14. Malak Hamdan, “Humanitarian Disaster In Fallujah: Unprecedented Numbers of Birth Defects, Miscarriages and Cancer Cases”, 12 de abril de 2010.
15. Nota de prensa del Tribunal Brusslas, “Genetic damage and health in Fallujah Iraq worse than Hiroshima”, 2 de julio de 2010.
16. Chris Bugsbly, et al, nota de prensa del equipo científico que identificó el uranio enriquecido en las nuevas armas utilizadas por Estados Unidos en Iraq,IraqSolidaridad, 18 de octubre de 2011.
17. Samira Alaani, Mozhgan Savabieasfahani, Mohammad Tafash y Paola Manduca, “Four Polygamous Families with Congenital Birth Defects from Fallujah, Iraq”, 4 de enero de 2011.
18. Véase nota 16.
19. Ibídem.
20. Ibídem.
21. Ibídem.
22. Karlos Zurutuza, “Occupation could link to high child cancer rates”, DW-World, 2011.
23. UNAMI, “Moving ahead to improve lives of Iraqis affected by landmines”, 2011
24. Ibídem.
25. Indymedia, “IRAQ – landmines, bombs, depleted uranium – devastation – children amputees”, 4 de diciembre de 201126.
26. Heyet, “Iraq’s War Disfigured Babies”, 2 de marzo de 2009.
27. RiaVerjauw, “The European political landscape regarding the ban on uranium weapons – with focus on Belgium”, ICBUW, Bélgica.
28. Dahr Jamail, “Iraqi Hospitals Ailing under Occupation”, World Tribunal on Iraq, Estambul, Turquía, 2005.
29. Conferencia, organizada por Iraqi Medical Association con la colaboración de Medact, “The Iraq health crisis”, 16 de enero de 2008.
30. Women’s Commission for refugee women and Children, “Women, children and youth in the Iraq crisis: a fact sheet”, enero de 2008.
31. Michael Haas, “Children and Unlamented Victims of Bush’s War Crimes”, ICH, 1 mayo de 2009
32. Souad N. al-Azzawi, “Violations of Iraqi children’s Rights under the American Occupation”, Tribunal BRussells, febrero de 2010.
33. UNICEF, informe “Survey on the state of the environment in Iraq launched”, Bagdad, 22 septiembre de 2011.
34. Las cifras pertenecen a una investigación realizada entre 2007 y 2008 y dirigida por el Ministerio de Sanidad, el Ministerio de Educación y sus homólogos en el gobierno regional del Kurdistán en cooperación con la OMS, Humanitarian Update Iraq Nº. 6, abril de 2009.
35. “Iraqi Trade Ministry Introduces Income-Based Rationing Assessment”, AK News, 18 de noviembre de 2010.
36. Informe de Naciones Unidas sobre los Objetivos para el Desarrollo del Milenio, 2010.
37. Véase nota 32.
38. Véase nota 4.
39. Véase  nota 32.
40. Bedwa Sharma, “UN Forced to Cut Food Aid to Iraqi Women, Children”, United Nations, 19 de Julio de 2010.
41. Véase nota 32.
42. “A Study of Education Opportunities for Disabled Children and Youth and Early Childhood Development (ECD) in Iraq 2010”, CARA, Fase 1, abril de 2010.
43. UNICEF, la UE y el gobierno de Iraq inician un programa de 17 millones de euros cuyo objetivo es la mejora de la educación primaria en Iraq. UNICEF, 17 de marzo de 2010.
44. Véase nota 42.
45. Ibídem.
46. Informe de la UNAMI sobre Derechos Humanos, 2010.
47. Véase nota 4.
48. The Laws of War, Yale Law School [Compendio de las legalidad en tiempo de Guerra d la Universidad de Yale]
49. “Education under Attack 2010 – Iraq”- UNESCO
50. Vése nota 46.
51. Dirk Adriaensens, “Dying education in the ‘blossoming’ Iraqi democracy”, 16 de febrero de 2011.
52. Sahar Issa, “Another legacy of war: Iraqis losing faith in public schools”, McClatchy, 10 de septiembre de 2009
53. Véase nota 4.
54. « Girls Education in Iraq », 2010, Unicef: http://reliefweb.int/sites/reliefweb.int/files/resources/A3F345FEB60FD713C12577AD00341F90-Full_report.pdf
55. Ponencia de Hans von Sponeck en el Seminario de Gante, “Iraq: Un caso de educidio», 9-11 de marzo de 2011.
56. Dr. Mathew Griffiths, Informe de UNICEF, “Girls Education in Iraq”, 2010.
57. Ibídem.
58. Véase nota 55.
59. Informe del Comité International de la Cruz Roja, “Humanitarian implications of the wars in Iraq”, 31 de diciembre de 2007.
60. Azzman, “196 professors killed, more than 100 kidnapped since U.S. invasion”, 16 de marzo de 2007.
61. Elizabeth Ferris, “Iraq Humanitarian issues and politics in Iraq”, RelifWeb, 14 de febrero de 2007.
62. Sumedia Sannayaki, “Iraq: Brain Drain Poses Threat To Future”, Radio Free Europe-Radio Liberty, 16 de noviembrede 2006.  
63.Véase nota 32.
64. Tribunal BRussells, relación de profesores y científicos asesinados en Iraq. Véase además relación IraqSolidaridad, relación de docentes asesinados en Iraq que únicamente incluye personal docente (actualizada a 21 de agosto de 2011).
65. Tribunal Brussells, relación de profesionales de los medios de comunicación asesinados en Iraq
66. Dirk Adriaensens, “The destruction of Iraq’s education”, junio de 2008.
67. Vése nota 42.
68. Voices of Iraq, “Occupation’s Toll: 5 Million Iraqi Children Orphaned”, AlterNet, 18 de diciembre de 2007.
69. Véase nota 32.
70. Sponsor Iraqi Children Foundation, “DC Area Foundation Reopens Baghdad Center for Street Children”, 19 de diciembre de 2011.  
71. Según el Informe de derechos Humanos de la UNAMI para 2010, El gobierno informó que, se calculaba que el número de desplazados internos desde 2006 hasta enero de 2011 era de alrededor de 1.343.568. Bagdad ha alojado al mayor número de desplazados, con cerca de 358.457 personas (62.374 familias). Véase nota 46.
72. Véase nota 30.
73. IRIN News, “SYRIA: UN research indicates high levels of trauma among Iraqi refugees”, 22 de enero de 2008.
74. Véase nota 32.
75 Ibídem.
76. « Always someone’s mother or father, always someone’s child. The missing persons of Iraq »: http://www.brussellstribunal.org/pdf/Disappearances_missing_persons_in_Iraq.pdf
77. Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidades, de Naciones Unidas.
78. Véase nota 55.
79. « Referral Institutions and the National System for Disability Prevention and Early Detection »
80. Véase nota 42.
81. Ibídem.
82. « Iraq’s Children Drug Addicts », Dealers, 25 diciembre 2008 10:01
http://forums.understanding-islam.com/showthread.php?7464-Iraq-s-Children-Drug-Addicts-Dealers
83. Ibídem.
84. Ibídem.
85. Organization of Women’s Freedom in Iraq (OWFI): http://www.equalityiniraq.com/activities/117-prostitution – and-trafficking-of-women-and-girls-in-iraq
86. En 2007, la OWFI asumió el desafío de investigar y documentar el alcance del tráfico y prostitución dentro de Iraq e hicieron un listado de las casas de prostitución y tráfico de personas halladas en 2008 en Bagdad y sus suburbios.
87. Véase nota 85.
88. « At a Crossroads, Human Rights in Iraq Eight Years after the US-Led Invasion »: http://www.hrw.org/sites/default/files/reports/iraq0211W.pdf
89. Ibídem.
90. Laura Smith-Spark, “Silent victims: Iraqi women trafficked for sex”, CNN, 10 de noviembre de 2011.
91. Ibídem.
92. Véase nota 90.
93. Ibídem.
94. Human Rights Watch, “At a Crossroads – Human Rights in Iraq Eight Years after the US-Led Invasion» ,2011.
95. Ibídem.
96. Véase nota 32.
97. Ibídem.
98. WHO Eastern Mediterranean Regional Office, Division of Health System and Services Development, Health Policy and Planning Unit, “Health Systems Profile: Iraq,” 2005.
99. Adnan al-Daini, “The Plight of Iraqi Children”, Dissident Voice, 5 de enero de 2012.
100. Ali H Razokhi , Issam K Taha, Nezar Ismat Taib, Sabah Sadik, Naeema Al Gasseer, “Mental health of Iraqi children”, The Lancet, 2 de septiembre de 2006.
101. Ibídem.
102. James Palmer, “PROTESTERS PLEAD FOR PEACE Civilian toll: Iraqis exhibit more mental health problem”, Chronicle Foreign Service , 19 marzo de 2007.
103. Vése nota 99.
104.Véase nota 4.

*Bie Kentane es activista y miembro del Tribunal BRussells, y está especializada en infancia.

Texto original disponible en inglés.

Identificado el uranio enriquecido de los nuevos sistemas armamentísticos desplegados por Estados Unidos como causa de las malformaciones congénitas y el cáncer en Faluya.

23 octubre, 2011

Nota de prensa del equipo científico, 18 de octubre de 2011

Traducido para IraqSolidaridad por Paloma Valverde y editado por Patricio Suarez.

En un estudio epidemiológico realizado conjuntamente por científicos británicos e iraquíes, se han encontrado niveles llamativamente elevados de malformaciones congénitas junto con altas tasas de cáncer en Faluya, Iraq. El estudio [1] ha sido publicado en el International Journal of Environment and Health así como en el diario The Independent. Las enfermedades y los extraños cambios en la razón de sexos al nacer [2] han aparecido tras los ataques estadounidenses sobre la ciudad en el año 2004. Muchos creen que se emplearon armas de uranio empobrecido pero no hay pruebas disponibles de ello y las fuerzas estadounidenses han negado su uso. Ahora, un año después, los autores han establecido con certeza la causa de los cambios genéticos y genómicos producidos en los habitantes de la ciudad de Faluya. Samira Allani y Muhamed Tafash, dos pediatras del Hospital General de Faluya, Chris Busby, profesor visitante de la Universidad del Ulster [3], Malak Hamdam, ingeniera química y presidenta de la Fundación londinense Cáncer y Malformaciones Congénitas [4] y Eleonore Blaurock-Bush, cuyo laboratorio en Alemania llevó a cabo el trabajo analítico, han publicado en la revista indexada Conflict and Health los resultados de un exhaustivo estudio sobre la contaminación en Faluya.

El antedicho estudio se inició con el análisis del cabello de 25 padres y madres de niños que padecen malformaciones congénitas, para lo cual utilizaron un método inductivo altamente sensible llamado espectrometría de masas con fuente de plasma de acoplamiento inductivo (ICPMS en sus siglas en inglés). En el cabello, que excreta la contaminación por metales al igual que se excreta a través de la orina, se encontraron valores muy elevados de calcio, magnesio, estroncio, aluminio, bismuto, mercurio y uranio.

No obstante, de estos elementos sólo el uranio, elemento radiactivo, está asociado al desarrollo del cáncer y a las malformaciones congénitas. Los niveles de uranio fueron significativamente más elevados que los esperados en relación con otras medidas de control publicadas de poblaciones no contaminadas, particularmente de Israel y Suecia. Los niveles de la contaminación del suelo, de agua del grifo, de agua de río y de agua de pozo no explicaban los resultados hallados en el cabello pero, sorprendentemente, demostraron que el uranio medio ambiental no era natural sino fabricado por el hombre, aunque no era uranio empobrecido. En los depósitos de uranio natural, la razón de los dos isótopos del uranio —U238 y U235— es siempre 138. Para el uranio empobrecido la razón es siempre más alta: el uranio empobrecido puro tiene una razón por encima de 400. Sin embargo, en Faluya, la razón, tanto en el cabello de los padres y madres como en las muestras medio ambientales, era significativamente más baja, lo que indica la presencia de uranio enriquecido.

Las mujeres musulmanas en Faluya tienen el pelo muy largo, y se sabe que el pelo crece a una velocidad de alrededor de un centímetro al mes, por lo que para investigar la fuente del uranio el equipo de investigadores pudo conseguir información sobre la exposición histórica analizando toda la longitud del cabello de 5 mujeres. La contaminación en el pelo era mucho más elevada que en el pasado. En el caso de una mujer cuya melena medía 80 centímetros, se pudo rastrear hasta principios de 2005, justo después del ataque. La concentración de uranio en 2011 determinó que en el pasado la exposición al uranio fue de unos niveles altísimos. En su investigación, los autores prueban que los efectos de la contaminación por uranio en la salud de los niños se puede observar en todo Iraq, así como en los hijos de los veteranos de la guerra del Golfo. Además, esto es cierto para los casos de cáncer infantil, que de acuerdo con los estudios epidemiológicos realizados se ha comprobado que en Faluya la tasa es impactantemente alta: alrededor de 14 veces la esperada respecto a la población de Egipto. También se han investigado los efectos genotóxicos altamente anómalos del uranio. En 2009, Chris Busby escribió en la revista New Scientist que el uranio se une al ADN y demostró que el elemento concentra los antecedentes naturales de la radiación gamma en el ADN mediante un proceso denominado efecto fotoelectrón secundario.

Dado que el uranio enriquecido fabricado por el hombre se ha encontrado en el medio ambiente de Faluya y que los niveles son más altos que los hallados en el pasado, los autores llegan a la conclusión de que en la batalla de Faluya se utilizó algún tipo de arma basada en el uranio enriquecido y que ello es la causa principal de los altos niveles de cáncer y de enfermedades congénitas. La investigación analiza los sistemas de armas y cita patentes que requieren el uso de uranio en explosivos y otro tipo de armas anti persona (más que las armas de uranio de los blindados utilizadas en la primera guerra del Golfo). Además, la investigación incluye los dispositivos termobáricos y los nuevos explosivos recubiertos de uranio que matan carbonizando a las víctimas y que poseen efectos de presión que causan el colapso de los pulmones.

Es de resaltar que han aparecido rastros de uranio enriquecido en otros campos de batalla recientes, especialmente en el Líbano, donde la tierra procedente del cráter provocado por un misil en Jiam y también el polvo del filtro de aire de una ambulancia mostraban la presencia de uranio enriquecido en 2006, un descubrimiento del que informó Robert Fisk en The Independent. Los autores de esta investigación son incapaces de explicar por qué esas armas contienen o producen restos de uranio enriquecido y apela a que el ejército revele ahora la verdad sobre los sistemas armamentísticos empleados en los campos de batalla actuales.

El Dr. Busby señala que “[…] Lo que hemos hallado demuestra claramente que existe una nueva generación de armas basadas en el uranio [enriquecido] y que en la actualidad se están empleando, lo que nos lleva a este extraordinario incremento de casos de cáncer y de enfermedades congénitas que padecen los civiles inocentes y los soldados. Si hay poco uranio enriquecido para ocultar el uso de armas de uranio empobrecido o que el enriquecimiento es un requisito ineludible para algunos sistemas armamentísticos actuales, no lo sabemos, pero lo que sí hemos comprobado es el desarrollo de un artefacto de efecto indiscriminado y de consecuencias terribles e igualmente indiscriminadas. Lo más probable es que la OTAN utilice también esas armas en Libia y habrá que esperar con preocupación el incremento de casos de cáncer y de malformaciones congénitas tras esta última guerra.

Malak Hamdan añade que “[…] Este extraordinario descubrimiento de una nueva arma de uranio [enriquecido] debería servir para que el mundo entero despierte. No podemos continuar negando que esas armas radiactivas puedan discriminar sus efectos entre objetivos militares y no militares. Precisamente por esta razón, un altísimo número de personas inocentes han muerto y morirán en un futuro, sin contar el sinnúmero de padres y madres que mirarán con horror y piedad a sus hijos porque durante varias generaciones los niños seguirán naciendo con malformaciones congénitas como resultado de las modificaciones genéticas hereditarias provocadas por la exposición a partículas de polvo de uranio.

Notas de IraqSolidaridad:

1.- El estudio completo está disponible en inglés en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3177876/
2.- Cociente entre el número de niñas y de niños que nacen.
3.- El Dr. Busby es secretario científico del Comité europeo sobre el riesgo de radicación (www.euradcom.org), colabora como investigador con en el Laboratorio Federal de Agricultura de Alemania —Instituto Julius Kuehn de Braunschweig— y es director de la organización Green Audit (www.greenaudit.org).
4.- Véase la página web de la Fundación, disponible en inglés en: http://www.thecbdf.org.

Fuente: Enviado por uno de los autores a la CEOSI (www.iraqsolidaridad.org)

Naciones Unidas informó de las violaciones de los derechos de los niños en Iraq

20 septiembre, 2011

Naciones Unidas informó de las violaciones de los derechos de los niños en Iraq
Página12 (www.pagina12.com/ar),
16 de junio de 2011
Edición IraqSolidaridad

En su primer informe sobre la situación de los niños iraquíes en el conflicto armado, Naciones Unidas denunció que el actual conflicto ha provocado la muerte de al menos 194 niños en 2010 y mutilado a cientos de niños en el país, al tiempo que se utiliza a otros niños como espías y para atraer a las fuerzas de seguridad a emboscadas.

El grupo de atención infantil en el conflicto armado iraquí, establecido por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, informó de que al menos 194 niños murieron y otros 232 resultaron con heridas en 2010 como resultado de los combates en Irak. Mientras que los informes oficiales iraquíes apuntan a que durante los primeros nueve meses de 2010 murieron 134 menores y otros 590 resultaron con heridas

El informe indica que «[…] durante el conflicto en Iraq, grupos armados reclutaron, entrenaron y utilizaron niños para participar en las hostilidades, tanto directa como indirectamente».

Además de ser reclutados para la gurera, los niños también han sido instrumentalizados para espiar y explorar, transportar pertrechos militares, grabar ataques con fines de propaganda y sembrar artefactos explosivos.

El informe señala que es difícil determinar el número exacto de niños reclutados y utilizados por los grupos armados, debido a la «situación restrictiva de seguridad» en Iraq.

Los niños de la guerra. Las armas estadounidenses que pacificaron Faluya y envenenaron a una generación

20 julio, 2011

Kelley Beaucar Vlahos
13 de julio de 2011

Traducido por Paloma Valverde para IraqSolidaridad

En el discurso anual del estado de la nación, el presidente Barack Obama declaró que “la guerra de Iraq está tocando a su fin” –al menos para los estadounidenses, que se marchan “con la cabeza bien alta” porque “hemos cumplido con nuestro compromiso”.

Sin embargo, para millones de iraquíes, la guerra está muy lejos de terminar. De hecho, para un creciente número de familias de las ciudades que han sido prácticamente destruidas durante los años de terrorismo y contraterrorismo, la crisis no ha hecho más que empezar. Como un iraco-estadounidense manifiesta: “[…] Sólo porque nosotros [los estadounidenses] no prestemos atención eso no significa que el resto del mundo no la preste”.

Según los estudios realizados y los testimonios, Faluya –prácticamente borrada del mapa por la artillería pesada estadounidense en dos gigantescas ofensivas llevadas a cabo en 2004– está padeciendo un asombroso aumento de malformaciones congénitas. La situación recuerda a los informes similares que sobre la ciudad de Basora empezaron a circular después de la Guerra del Golfo de 1991.

La letanía de horrores es desgarradora: los niños nacen con un ojo en medio de la cara, les faltan miembros, demasiados miembros; sufren daños cerebrales, padecen cardiopatías y carecen de genitales.

En marzo de 2010, John Simpson de la BBC realizó visitas a diferentes clínicas de Faluya y tras ello afirmó: “Nos han dado detalles de docenas y docenas de casos de niños con graves problemas congénitos […] Vi una fotografía de un recién nacido con tres cabezas”. Después, en el mayor hospital financiado por EEUU, vi una larga cola de padres que llegaban con bebes que padecían problemas en los miembros, en la columna vertebral o que tenían otros problemas. Las autoridades de Faluya informaban a las mujeres de que no tuvieran ningún hijo.

Ayman Qais, director del Hospital General de Faluya, declaró a The Guardian que trataba a dos bebés al día, en lugar de los cuatro que trataba al mes en 2003. “La mayoría de las deformidades se producen en la cabeza y en la columna vertebral, pero también se producen muchas deformidades en los miembros inferiores”, declara. “Además, se está produciendo un alarmante aumento del número de casos de niños menores de dos años con tumores cerebrales”.

En la comunidad científica y médica y entre el personal sanitario está ampliamente aceptado el hecho de que la guerra es la culpable. La presencia de armamento usado, basura y restos de armamento, la quema generalizada de los restos en las fosas de las bases estadounidenses, junto con los incendios de los pozos de petróleo han dejado un legado tóxico que ha contaminado el aire, el agua y el suelo de Iraq.

“Estoy seguro de que hemos destruido Iraq”, afirma Adil Shamoo, bioquímico de la Universidad de Maryland, especialista en Ética Médica y Política Exterior. Shamoo, iraco-estadounidense, considera que es de “sentido común” relacionar los problemas de salud de la población iraquí con los incansables bombardeos de sus pueblos y ciudades y con la contaminación posterior a las guerras y la ocupación.

El Departamento de Defensa estadounidense no está de acuerdo y rechaza que el ejército tenga la culpa de las enfermedades crónicas, las malformaciones congénitas y las altas tasas de cáncer entre la población local y entre su propio personal de servicio que estuvo expuesto a los mismos elementos. Los mandos de Defensa no contestan a las llamadas ni a los correos electrónicos para responder a lo que en este artículo se plantea.

El gobierno iraquí ha hecho muy poco para solucionar la crisis de salud pública en Faluya, y en cualquier otro lugar. Las autoridades no se pueden permitir, y parece que tampoco tiene deseo de hacerlo, la limpieza de la contaminación que se irradia a todos los centros de población del país, ni siquiera mientras muchos iraquíes todavía exigen poder disponer de agua potable y de medicamentos esenciales.

Un estudio conjunto realizado en 2010 por los Ministerios de Medio Ambiente, Sanidad y Ciencia, llegó a la conclusión de que hay 42 lugares contaminados por los altos niveles de radiación y por las dioxinas –residuos, afirma el estudio, de tres décadas de guerra. Los críticos creen que hay cientos de lugares como estos 42 mencionados.

Zonas cercanas a núcleos urbanos como Faluya y Basora se encuentran entre el 25 por ciento de los lugares contaminados. La contaminación de Basora data, como mínimo, de 1982, cuando se llevó a cabo la Operación Ramadán, la mayor batalla por tierra de la guerra iraco-iraní, –en la que Estados Unidos apoyó a Sadam Huseín con miles de millones de dólares en armas, entrenamiento y apoyo– que conmocionó el desierto. En los 20 años transcurridos desde la Primera Guerra del Golfo, Basora ha padecido un marcado incremento de las enfermedades infantiles. Según los investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Washington, la tasa de leucemia infantil se ha incrementado en más del doble entre los años 1993 y 2007.

En diciembre [2010] un informe publicado por el International Journal of Environmental Research and Public Health [Diario de Investigación Medio Ambiental y Salud Pública] afirmaba que desde 2003 “las malformaciones congénitas” se observaban en el 15 por ciento de todos los nacimientos habidos en Faluya. Las cardiopatías eran las malformaciones más habituales, seguidas por patologías del tubo neural, que causa deformidades irreversibles y a menudo fatales. En comparación, las mayores malformaciones congénitas afectan a alrededor del tres por ciento de los nacimientos en Estados Unidos y a un seis por ciento de todos los nacimientos del mundo.

“Las fechas de los casos de malformaciones congénitas indican que podrían estar relacionadas con una larga exposición a la contaminación asociada a la guerra”, afirma el informe. “Muchos conocidos contaminantes de guerra tienen el potencial de interferir en el desarrollo normal embrionario y fetal”.

Otro reciente artículo titulado “Cancer, Infant Mortality y Birth Sex-Ratio in Fallujah, Iraq 2005-2009” [Cáncer, mortalidad infantil y ratio de nacimientos por sexo en Faluya, Iraq entre 2005 y 2009] publicado en el International Journal of Environmental Research and Public Health en julio de 2010, llevó a cabo una investigación, puerta por puerta, con 4.843 residentes de Faluya en 711 hogares. Dando por sentado que tales estudios tienen sus límites, los autores resaltaron hechos innegables, entre ellos una reducción del 18 por ciento en los nacimientos de niños después de 2004 y un pico en la mortalidad infantil.

“Los resultados que se muestran aquí no arrojan ninguna luz sobre la identidad de los agentes o del agente causante del incremento de las enfermedades pero aunque hemos prestado gran atención a la exposición al uranio empobrecido como uno de los principales y potenciales elementos, debe de haber otro posibles causantes”, afirman los autores.

En realidad hay múltiples factores contaminantes pero el uranio empobrecido ha sido desde siempre el primer sospechoso. El uranio empobrecido es un metal pesado, denso, altamente tóxico y radiactivo que el ejército usa regularmente para recubrir y hacer más penetrante el armamento. Los tanques Abrams y los vehículos de combate Bradley del ejército llevan tanto en su recubrimiento como en su munición uranio empobrecido. Además de una mayor penetración, la munición con uranio empobrecido causa un daño añadido porque en el momento de la colisión con el objetivo se incendian.

Después de un combate, las carcasas de los tanques y la munición de uranio empobrecido que ha quedado –haya explotado o no– provoca radiación y las minúsculas partículas del metal pesado se convierten en polvo que puede viajar largas distancias a través del aire. Este polvo, afirman tanto los médicos como los científicos especialistas en medio ambiente, es mortal si se inhala.

Se calcula que después de la Primera Guerra del Golfo Estados Unidos dejó 320 toneladas de uranio empobrecido en el campo de batalla. Los ataques estadounidenses con munición de uranio les dan una clara ventaja sobre los iraquíes, puesto que han destruido unos 4.000 tanques, muchos de los cuales aún continúan contaminando el paisaje del desierto. “Las partículas invisibles generadas cuando esas balas recubiertas de uranio impactan y arden, siguen ‘quemando’ y hacen que los detectores de radiación Geiger ‘hablen’ y, además, se pegan a los tanques, lo que contamina tanto el suelo como el aire mediante el viento del desierto, y lo harán durante los próximos 4,5 miles de millones de años, período que el uranio empobrecido tarda en perder sólo la mitad de su radioactividad”, afirma Scott Peterson en The Christian Science Monitor [1].

En otro artículo, Peterson documentó pruebas de la existencia de uranio empobrecido en Bagdad y con un detector de radioactividad Geiger comprobó “puntos calientes” en los restos de la batalla, y señaló que la fuerza aérea estadounidense había admitido que sus aviones de guerra A- 10, conocidos como ‘Warthog’ [2] habían lanzado 300.000 ataques durante la fase de la invasión denominada ‘Conmoción y pavor’.

“A los niños no se les ha dicho que no pueden jugar con los restos radioactivos”, escribió Peterson, quien únicamente vio un lugar en el que las tropas estadounidenses habían hecho carteles a mano en árabe advirtiendo a los iraquíes de que se mantuvieran alejados. “Allí, se comprobó que un proyectil de unos 90 centímetros lanzado por un tanque recubierto con 120 milímetros de uranio empobrecido producía 1.300 veces más radiación que la encontrada en la tierra, lo que provocó que el sonido discontinuo del medidor Geiger se convirtiera en un pitido continuo.

Tener un panorama preciso de cómo las fuerzas estadounidenses han utilizado el uranio empobrecido en Iraq es imposible. El 14 de marzo de 2003, en una nota de prensa –a menos de una semana de la invasión– el coronel James Naughtoon del Comando de Material del ejército estadounidense presumía de lo que los iraquíes “quieren el uranio empobrecido muy lejos porque nosotros les dejamos la basura” en la batalla de los tanques de 1991. “Sus soldados no están muy contentos con la idea de salir, básicamente, en los mismos tanques con algunas pequeñas mejoras y coger los Abrams otra vez”.

Las bromas se terminaron tras la operación ‘Conmoción y pavor’. Ahora los oficiales insisten en que la exposición al uranio empobrecido no es la responsable de los graves problemas de salud en Iraq. Enfrentados a las pruebas de malformaciones congénitas en Faluya, Michael Kilpatrick, portavoz del Pentágono, afirmó el año pasado ante la BBC que: “[…] Hasta la fecha no hay estudios que indiquen que factores medioambientales tengan como consecuencia problemas de salud concretos.”

La composición exacta de las municiones utilizadas durante las batallas de Faluya a finales de 2004 sigue sin conocerse, pero el nivel de contaminación se puede calcular por la magnitud de los bombardeos. Rebeca Grant, articulista de la Air Force Magazine, afirmó en 2005 que en la primera batalla de Faluya Estados Unidos llevó a cabo ataques aéreos sin tregua, desde marzo hasta septiembre de 2004 y lanzó una segunda fase que duró hasta noviembre.

Grant describe una “regularidad en los ataques aéreos” sobre todo en una “cacería” urbana para la que se utilizaron helicópteros de combate AC-130 y aviones de ala fija, incluso después de que se advirtiera a los mandos que rebajasen la intensidad de los ataques debido a consideraciones políticas sobre los daños colaterales. “Los cazas F-15 caían en picado y bombardeaban a los resistentes para dar cobertura terrestre mientras que los marines se abalanzaban a golpes sobre los acorralados combatientes gracias a sus misiles guiados por GPS, como el nuevo GUB-38 JDAM (munición de ataque conjunto), de casi 230 kilos, que puede ‘arrancar’ edificios ‘en medio de zonas muy pobladas’.”

La información de Grant no incluye el uso de uranio empobrecido y ni siquiera del fósforo blanco que, en contacto con la piel la rasga y penetra hasta llegar al hueso. Un año después de que los médicos de Faluya empezaran a informar de las reveladoras quemaduras, un portavoz del Pentágono admitió ante la BBC que en 2004, en realidad se había utilizado fósforo blanco “como un arma incendiaria contra los enemigos en combate”. En un principio, el ejército había insistido en que el fósforo blanco sólo se utilizó para iluminar el campo de batalla.

Darh Jamail, periodista de investigación que estuvo en Faluya en 2004, afirma que “Cuando llegaron, básicamente, actuaron sin restricción”.

El problema de intentar identificar el elemento básico que genera las malformaciones congénitas en Iraq es que el país es una marmita de contaminación. Dejando de lado el agua contaminada, hay columnas omnipresentes de humo generadas por la quema de restos en las bases estadounidenses, y de la quema de los pozos de gas y de petróleo diseminados por todo el paisaje iraquí. Entre 2003 y 2008 se informó de no menos de 469 incendios por la voladura de oleoductos y gaseoductos.

Se dice que Sadam Huseín utilizó armas químicas contra su propia gente –una de las excusa de la invasión de 2003– para sabotear la planta de tratamiento de agua de Qarmat Ali, justo al norte de Basora, donde el Tigris y el Eufrates confluyen. La teoría con la que se trabaja es que utilizaron un poderoso anticorrosivo que contenía enormes cantidades de Cromo hexavalente, una sustancia química conocida por provocar cáncer.

Algunos de los soldados de la Guardia Nacional de Oregón que más tarde trabajaron y vivieron en la planta, ahora están enfermos y apenas pueden caminar (los contratistas de Defensa Kellogg, Brown y Root aseguraron que Qarnat Ali era un lugar seguro). “Este es nuestro agente naranja”, afirmó en 2009Scott Ashby, veterano oriundo de Oregón, al referirse al herbicida que las fuerzas estadounidenses fumigaron, desde 1961 hasta 1971, sobre enormes franjas del campo de cultivo vietnamita.

La comparación con el agente naranja es evidente. Como con Vietnam una generación anterior, los estadounidenses se han apresurado a negar la evidencia, quitando importancia a la guerra, que achacan a un tremendo error, y dejándola fuera de los libros de historia. Al ignorar el sonido ininterrumpido de sus detectores Geiger, el pueblo estadounidense esencialmente aparta la vista de las fotografías de los bebés iraquíes deformados, colocándolos al lado de los borrosos recuerdos de los niños vietnamitas y de los veteranos estadounidenses con cicatrices debidas a los químicos del campo de batalla. La negación colectiva se ha convertido en el mejor aliado del imperio, al mismo tiempo que el desastre de la política exterior del sudeste asiático ha permitido los 30 años de catástrofe en Oriente Próximo.

Notas de IraqSolidaridad:

1.- Véase Scott Peterson, “Remains of toxic bullets litter Iraq”, mayo de 2003, disponible en inglés en:
http://www.aljazeerah.infoOpinion%20editorials2003%20Opinion%20EditorialsMay21%20oRemains%20of%20toxic%20bullets%20litter%20Iraq,%20By%20Scott%20Peterson.htm
2.- Nombre inglés para designar al jabalí africano.

Texto original en inglés en: http://www.uruknet.info?p=79555

Iraq: Un mal lugar para los niños. Informe IRIN

17 julio, 2011

IRIN News, 4 de julio de 2011

Traducido por Paloma Valverde para IraqSolidaridad.wordpress.com, 17 de julio de 2001

«En 2008, unos 376 niños fueron asesinados y 1.594 resultaron heridos. En 2009 la cifra de niños asesinados fue de 362 mientras que la de heridos ascendió a 1.044. En 2010, al menos 194 niños iraquíes fueron asesinados y 232 heridos en el conflicto»

Décadas de guerra y sanciones internacionales han convertido a Iraq en uno de los perores lugares de Oriente Próximo y África para los niños, con alrededor de 3,5 millones de niños que viven en la pobreza, 1,5 millones de niños menores de cinco años desnutridos y 100 niños que mueren al día.

Sikander Jan, portavoz de UNICEF en Iraq, afirmó el pasado 30 de junio en una entrevista con los responsables de la UNAMI en Iraq que gobierno puede y debe hacer más por los niños.
“Es responsabilidad del gobierno iraquí apoyar a los padres invirtiendo en sanidad, educación y en las necesidades básicas de todos los niños […] Además, el gobierno iraquí debe dar un paso más e invertir en los niños más desfavorecidos”.

Foto: IRIN

“Iraq —añadió— no puede alcanzar la mayor parte de los ocho Objetivos del Milenio en Desarrollo, seis de los cuales están relacionados con los niños […] Desgraciadamente, a pesar de los esfuerzos, el logro de estos objetivos para 2015 está muy lejano.

Para que Iraq alcance los Objetivos del Milenio, los alrededor de 400.000 niños que padecen malnutrición tendrían que recibir una correcta alimentación y otros 700.00 tendrían que estar escolarizados. La mortalidad infantil debería reducirse en unos 100.000, mientras que alrededor de otros tres millones de niños carecen de unas condiciones de higiene decentes.

“Esto no es una estadística, porque detrás de las cifras hay un niño que sufre en silencio”, subraya Sikander Jan. “Lograr estos objetivos es posible si Iraq centra sus esfuerzos en los cerca de cuatro millones de niños absolutamente desfavorecidos”.

La explotación continúa

Según un informe de Ban Ki-moon, Secretario general de Naciones Unidas, relativo al período enero de 2008-diciembre de 2010, los niños iraquíes están explotados por cuestiones relacionadas con la guerra, ya que las milicias los reclutan para luchar, espiar y reconocer la zona, transportar material y equipamiento militar, grabar los ataques con fines propagandísticos y colocar explosivos. Según este mismo informe, los suicidas también utilizan a los niños para pasar el material explosivo por los controles militares. El informe señala que es difícil precisar el número de niños implicados en estas actividades.

Sikander añade que han utilizado a los niños para atraer a las fuerzas de seguridad y que caigan en emboscadas. En agosto de 2010, unas milicias entraron en una casa en Sadiya, al norte de Bagdad, asesinaron a tres personas y enviaron a dos niños, de 10 y 12 años, a informar del ataque a las fuerzas de seguridad. Cuando el ejército iraquí y la policía llegó, los explosivos colocados en la vivienda mataron a ocho soldados e hirieron a otros cuatro.

Se sabe que desde el inicio del conflicto, el Ejército del Mahdi ha reclutado y utilizado a los niños como soldados. En 2008, unos 376 niños fueron asesinados y 1.594 resultaron heridos. En 2009 la cifra de niños asesinados fue de 362 mientras que la de heridos ascendió a 1.044. En 2010, al menos 194 niños iraquíes fueron asesinados y 232 heridos en el conflicto, esencialmente en Bagdad, la capital, y en las provincias de Diyala y Nínive.

Otra amenaza para los niños identificada en el informe son los restos de material bélico, que causan muertes y heridas mucho tiempo después de que las operaciones de combate hayan acabado. Se estima en 2,66 millones el número de pequeñas bombas que componen las bombas de racimo, y en 20 millones el número de minas antipersona que se encuentran en suelo iraquí y que contaminan alrededor de 1.700 kilómetros cuadrados. Parte de este material de guerra data de los conflictos anteriores, como la guerra Irán-Iraq y las Guerras del Golfo de las décadas de 1980 y 1990.

Texto original en inglés en: http://www.uruknet.info?p=79239

Inimaginable: Iraq lleno de niños de la calle.

15 May, 2011

Vídeo disponible en inglés en: http://www.uruknet.info/?p=77570

Iraq está lleno de niños abandonados; niños que han asesinado a uno de sus padres o sencillamente los han abandonado.

Se calcula que hay alrededor de un millón de huéranos en Iraq, pero solo hay cuatro orfanatos pequeños en Bagdad y ninguno de ellosha completado su capacidad porque, según el gobierno proocupacíon, los iraquíes prefieren abandonarlos que pasar la vergüenza de entregarlos a la insitución.

700.000 niños cada año sin escolarizar en Iraq

14 May, 2011

Israa al Samarai

12 de mayo de 2011

Traducido por IraqSolidaridad

Según revela un nuevo estudio, se estima que el número de niños iraquíes que se quedan sin escolarizar cada año es de 700.000. Este estudio surge en medio de toda la información aparecida que indica que la mayor parte de los edificios de los colegios del país necesitan reparaciones y que algunos ni siquiera se pueden utilizar para dar clase.

Asimismo, el estudio señala que el 20 por ciento de los niños iraquíes de educación primaria, cuyo número se calcula en cerca de un millón, quedan al margen del sistema escolar. Esencialmente son hijos de viudas que tienen que engrosar la fuerza de trabajo infantil de su país para ayudar al mantenimiento de sus madres y hermanas. El estudio indica que el porcentaje de niños y niñas que quedan excluidos de la educación difiere en función de las regiones.

Asimismo, el estudio establece que el número de niños escolarizados es más alto en las zonas del norte del país que en las regiones del sur, donde se estima que hasta un 65 por ciento de los niños en edad escolar no acuden al colegio.

También según el informe y en función del sexo, más niñas que niños permanecen sin escolarizar en todo el país. “Sólo el 80 por ciento de las niñas en edad escolar acuden al colegio frente al 90 por ciento de los niños”, afirma el estudio.

Texto disponible en inglés en: www.uruknet.info?p=77642